Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Levítico 8:30 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

30 Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó a Aarón, y sus vestiduras, y a sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

30 Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 A continuación Moisés tomó un poco del aceite de la unción y algo de la sangre que estaba en el altar y los roció sobre Aarón y sus vestiduras y sobre los hijos de Aarón y sus vestiduras. De esta manera, hizo santos a Aarón y a sus hijos junto con sus vestiduras.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Después Moisés tomó el óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar y roció a Aarón y sus vestiduras, como también a sus hijos y sus vestiduras. Así, pues, los consagró.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

30 Luego tomó Moisés del aceite de la unción y de la sangre que había sobre el altar y los roció sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y las vestiduras de sus hijos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Tomó el óleo de la unción y la sangre que estaba sobre el altar y roció a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras.

Ver Capítulo Copiar




Levítico 8:30
15 Referencias Cruzadas  

Y harás vestidos santos para Aarón tu hermano, para honra y hermosura.


Y tomarás de la sangre que estará sobre el altar, y del aceite de la unción, y esparcirás sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestimentas de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestimentas de sus hijos con él.


Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los santificarás para que sean mis sacerdotes.


El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


A ordenar en Sion a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya.


Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló el SEÑOR, diciendo: En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.


Esta es la unción de Aarón y la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas al SEÑOR, desde el día en que él los allegó para ser sacerdotes del SEÑOR;


las cuales porciones mandó El SEÑOR que les diesen, desde el día en que él los ungió de entre los hijos de Israel, por estatuto perpetuo por sus generaciones.


Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo.


Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos; cuyas manos él llenó para administrar el sacerdocio.


Porque el que santifica y los que son santificados de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,


elegidos (según la presciencia de Dios Padre) en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús, el Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada.


Y la Unción que vosotros habéis recibido de él, permanece en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la Unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.


Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus luengas ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos