Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jueces 7:22 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

22 Mas los trescientos tocaban las trompetas; y el SEÑOR puso el cuchillo de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, hacia Zerera, y hasta el término de Abel-mehola en Tabat.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Cuando los trescientos israelitas tocaron los cuernos de carnero, el Señor hizo que los guerreros del campamento pelearan entre sí con sus espadas. Los que quedaron con vida huyeron a lugares tan lejanos como Bet-sita, cerca de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola, cerca de Tabat.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Mientras seguían tocando el cuerno, Yavé hizo que en el campamento cada uno dirigiera su espada contra su hermano. Huyeron todos hasta Bet-ha-sita, para el lado de Sartán, y hasta la orilla de Abel Mejola frente a Tabat.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Pues cuando hicieron resonar los trescientos shofares, YHVH hizo que la espada de cada uno se volviera° contra su compañero en todo el campamento. Y el campamento huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta el límite de Abelmehola, cerca de Tabat.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Mientras los trescientos hombres tocaban las trompetas, Yahveh hacía que, en el campamento, unos volvieran las espadas contra otros; y todos los del campamento huyeron hasta Bet Hasitá, hacia Sarerá, hasta la ribera de Abel Mejolá, frente a Tabat.

Ver Capítulo Copiar




Jueces 7:22
18 Referencias Cruzadas  

y a Jehú hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en lugar de ti.


Baana hijo de Ahilud, en Taanac y Meguido, y en toda Bet-seán, que es cerca de Saretán, abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de Jocmeam;


Y los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado a los del monte de Seir, cada cual ayudó a su compañero a matarse.


Hazles como a Madián; Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;


Y revolveré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino.


Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.


Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.


Y en todos mis montes llamaré cuchillo contra él, dijo el Señor DIOS: el cuchillo de cada cual será contra su hermano.


Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para derramarme; su orgullo era como para devorar al pobre encubiertamente.


Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de los gentiles; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendr n abajo los caballos, y los que en ellos suben, cada cual por la espada de su hermano.


Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de parte del SEÑOR; porque trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.


Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.


Las aguas que descendían de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán; y las que descendían al mar de los llanos, al mar Salado, se acabaron y fueron partidas; y el pueblo pasó en derecho de Jericó.


Y cuando los sacerdotes hubieron tocado las trompetas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Dad grita, porque el SEÑOR os ha entregado la ciudad.


Entonces el pueblo dio grita, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la trompeta, dio el pueblo grita con gran vocerío, y el muro cayó a plomo. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.


Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de cuernos de carneros delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las trompetas.


Y venido el tiempo en que Merab, hija de Saúl, se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos