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Juan 10:28 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

28 y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 y Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Yo les doy vida eterna y nunca jamás perecerán, ni nadie las arrebatará de mis manos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

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Juan 10:28
60 Referencias Cruzadas  

El justo retendrá su carrera, y el limpio de manos aumentará la fuerza.


En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me redimirás, oh SEÑOR, Dios de verdad.


Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.


porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.


Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.


Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.


Israel es salvo en el SEÑOR, salud eterna; no os avergonzaréis, ni os afrentaréis, por todos los siglos.


Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos del SEÑOR, y su justicia de por mí, dijo el SEÑOR.


Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.


Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dijo el SEÑOR.


El SEÑOR se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo : Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.


Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoced al SEÑOR: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dijo el SEÑOR; porque perdonaré su maldad, y no me acordaré más de su pecado.


Y haré con ellos pacto eterno, que no tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.


Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas; y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun a los escogidos.


Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, dió el espíritu.


Mi Padre que me las dio, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.


Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.


Aún un poquito, y el mundo no me verá más; sin embargo vosotros me veréis; porque yo vivo vosotros también viviréis.


como le has dado la potestad de toda carne, para que a todos los que le diste, les dé vida eterna.


Para que se cumpliese la palabra que había dicho: De los que me diste, ninguno de ellos perdí.


El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.


mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.


De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida.


Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló el Padre, que es Dios.


Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.


De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.


Y le respondió Simón Pedro: Señor, ¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna.


Y apedrearon a Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesus, recibe mi espíritu.


Porque, si por un delito reinó la muerte por causa de uno solo , mucho más reinarán en vida por uno solo , Jesús, el Cristo, los que reciben la abundancia de gracia, y de dones y de la justicia.


por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes , y nos gloriamos en la esperanza de la gloria (de los hijos) de Dios.


para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesús, el Cristo, Señor nuestro.


Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.


Porque la paga del pecado es muerte; mas la gracia de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en el Ungido, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.


Porque a los que antes conoció, también les señaló desde antes el camino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el Primogénito entre muchos hermanos;


Aun amó los pueblos; todos sus santos están en tu mano; ellos también se unieron a tus pies; recibieron de tus dichos.


Confiando de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesús el Cristo;


Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido por primicias de salud, por la santificación del Espíritu y la fe en la verdad;


Pero por esto fui recibido a misericordia, para que el Cristo Jesús mostrase primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.


Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.


por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para rogar por ellos.


para vosotros que sois guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrer tiempo.


(porque la vida es manifestada; y también lo vimos, y testificamos, y os mostramos aquella la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido);


Ellos salieron de nosotros, mas no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, hubieran sin duda permanecido con nosotros; pero esto es para que se manifestara que todos no son de nosotros.


Y esta es la Promesa, la cual él nos prometió, que es vida eterna.


Y este es el testimonio, que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.


Judas, siervo de Jesús, el Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesús, el Cristo:


Conservaos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesús, el Cristo, para vida eterna.


A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin pecado, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría,


El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será valiente por su propia fuerza.


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