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Génesis 34:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

1 Y salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver las doncellas de la tierra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Salió Dina la hija de Lea, la cual esta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cierto día, Dina, la hija de Jacob y Lea, fue a visitar a unas jóvenes que vivían en la región.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Dina, la hija que Lía dio a Jacob, salió un día a visitar a las mujeres de aquel país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Dina, la hija que Lea había dado a luz a Jacob, salió a ver a las hijas de aquella tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Dina, la hija que Lía había dado a Jacob, salió para ver las jóvenes del lugar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Y salió Dina la hija de Lea, la cual esta había dado a luz a Jacob, a ver las hijas del país.

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Génesis 34:1
10 Referencias Cruzadas  

Y cuando Esaú fue de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri, el heteo, y a Basemat hija de Elón, el heteo:


Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?


Y vio Esaú como Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado, diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán;


Y dijo Lea: Para hacerme bienaventurada; porque las mujeres me dirán bienaventurada; y llamó su nombre Aser.


Y después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.


Y asentó allí un altar, y lo llamó: El Fuerte Dios de Israel.


Estos fueron los hijos de Lea, los que dio a luz a Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina; treinta y tres las almas todas de sus hijos e hijas.


¿Para qué discurres tanto, mudando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.


Tampoco admitas las ociosas, enseñadas a andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que no conviene.


a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.


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