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Ester 4:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, para saber qué era aquello, y por qué.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué sucedía, y por qué estaba así.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Luego Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey que había sido designado como su asistente. Le ordenó que fuera a ver a Mardoqueo y averiguara qué era lo que le preocupaba y por qué estaba de luto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Llamó entonces a Hatac, uno de los eunucos que había puesto el rey a su servicio, y lo mandó donde Mardoqueo para que la informara de lo que pasaba y por qué actuaba así.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto al servicio de ella, y lo envió a Mardoqueo para averiguar qué era aquel asunto y a qué se debía.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Llamó Ester a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y le dio la orden de ir adonde estaba Mardoqueo, para averiguar qué era aquello y a qué era debido.

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Ester 4:5
10 Referencias Cruzadas  

El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, y a Bizta, y a Harbona, y a Bigta, y a Abagta, y a Zetar, y a Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,


Y la reina Vasti no quiso venir a la orden del rey, enviada por mano de los eunucos; y se enojó el rey mucho, y se encendió en él su ira.


Entonces Ester dijo a Hatac, y le mandó decir a Mardoqueo:


Y vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos, y se lo dijeron; y la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio de sobre él; mas él no los recibió.


Salió, pues, Hatac a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.


Y vino Hatac, y contó a Ester las palabra de Mardoqueo.


Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.


De tal manera que si un miembro padece, todos los miembros a una se duelan; y si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan.


no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros.


Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.


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