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Eclesiastés 1:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

8 Todas las cosas andan en trabajo más de lo que el hombre pueda decir; los ojos nunca se sacian de ver, ni los oídos de oír.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar; El ojo no terminará de ver, el oído nunca terminará de oír,

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Todas las cosas son fatigosas, Más de lo que el hombre puede expresar. El ojo nunca se sacia de ver, Ni el oído se harta de oír.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Todas las cosas dan fastidio. Nadie podrá decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído se harta de escuchar.

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Eclesiastés 1:8
16 Referencias Cruzadas  

Como de sebo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de alegría te alabará mi boca,


El sepulcro y la perdición nunca se sacian; así los ojos del hombre nunca están satisfechos.


Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.


Al fin miré yo todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.


Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que allegue y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.


Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa : ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.


Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.


Busc is mucho, y hall is poco; y encerr is en casa, y yo lo soplaré. ¿Por qué? Dijo el SEÑOR de los ejércitos. Por cuanto mi Casa est desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.


Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.


Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (o rectitud) , porque ellos serán saciados.


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