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2 Corintios 3:6 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

6 el cual aun nos hizo que fuésemos ministros suficientes del Nuevo Testamento, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Él nos capacitó para que seamos ministros de su nuevo pacto. Este no es un pacto de leyes escritas, sino del Espíritu. El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el nuevo pacto, el Espíritu da vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte, mientras que el Espíritu da vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,° no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 que nos ha capacitado para ser servidores de la nueva alianza, no la de la letra, sino la del Espíritu. Pues la letra mata, mientras que el Espíritu da vida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

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2 Corintios 3:6
45 Referencias Cruzadas  

He aquí que vienen días, dijo el SEÑOR, en los cuales haré nuevo pacto con la Casa de Jacob y con la Casa de Judá:


Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el Reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.


porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.


Y les dice: Esto es mi sangre del Nuevo Testamento, que por muchos es derramada.


Asimismo también tomó y les dio el vaso, después que hubo cenado, diciendo: Este vaso es el Nuevo Testamento en mi sangre, que por vosotros se derrama.


Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.


El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, son Espíritu y son vida.


por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para hacer que se obedezca a la fe entre todos los gentiles en su Nombre,


porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.


Porque la ley obra ira; porque donde no hay ley, tampoco hay rebelión.


Como está escrito: Que por padre de muchos gentiles te he puesto delante de Dios, al cual creyó; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son.


Pero ahora somos libres de la ley de la muerte en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de Espíritu, y no en vejez de letra.


Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.


Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros; luego facultades; luego dones de sanidades; ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas.


Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en alma viviente; el postrer Adán, en Espíritu vivificante.


Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como sabio maestro de obra, puse el fundamento, mas otro prosigue el edificio, pero cada uno vea cómo prosigue el edificio.


¿Qué pues es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Sino siervos por los cuales habéis creído; y cada uno conforme a lo que el Señor dio.


¿Son ministros de Cristo? (Como poco sabio hablo), yo más; en trabajos más abundante ; en azotes más; en cárceles más; en muertes, muchas veces.


(Y así los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del Antiguo Testamento, el cual en Cristo es quitado.


cuando es manifiesto que sois letra de Cristo administrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.


Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fue para gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,


Porque si el ministerio de condenación fue de gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia.


¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si alguna ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.


Y él os hizo vivir a vosotros, estando muertos en vuestros delitos y pecados,


aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con el Cristo; por cuya gracia sois salvos;


del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado, según la operación de su potencia.


Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.


Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesús el Cristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.


del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los gentiles.


y a Jesús el Mediador del Nuevo Testamento; y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.


Y el Dios de paz que sacó de los muertos al Gran Pastor de las ovejas por la sangre del Testamento eterno, al Señor nuestro Jesús,


Tanto de mejor testamento es hecho prometedor Jesús.


Diciéndolo nuevo, dio por viejo al primero; y lo que decae y se envejece, cerca está de desvanecerse.


Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;


Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado bien , y nuestras manos han tocado de la Palabra de vida;


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