Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 2:2 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

2 No hay santo como el SEÑOR; porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Fuerte como el Dios nuestro.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Nadie es santo como el Señor! Aparte de ti, no hay nadie; no hay Roca como nuestro Dios.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No hay otro Santo que Yavé, nadie hay fuera de ti ni otra roca fuera de nuestro Dios.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Nadie hay sagrado como YHVH, Porque no hay nadie como Tú, Ni hay Roca como el Dios nuestro.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 No hay santo como Yahveh, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 2:2
37 Referencias Cruzadas  

Dios es mi peñasco, en él confiaré; mi escudo, y el cuerno de mi salud; mi fortaleza, y mi refugio; mi salvador, que me librarás de violencia.


Porque ¿qué Dios hay sino el SEÑOR? ¿O quién es fuerte sino nuestro Dios?


Por tanto tú te has engrandecido, SEÑOR Dios; por cuanto no hay otro como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.


dijo: SEÑOR Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti de todo su corazón;


Pe Redención ha enviado a su pueblo, Tsade encargó para siempre su pacto, Cof santo y reverendo es su Nombre.


SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.


Porque ¿qué Dios hay fuera del SEÑOR? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?


Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; porque has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?


Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi castillo.


¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti ? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.


Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay otro que haga tus obras.


Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?


Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? FUERTE-JAH, Rodeado de tu verdad.


Alaben tu Nombre, grande y tremendo y santo.


Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.


Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.


¿Quién como tú, oh SEÑOR, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas?


¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imágen le compondréis?


Así dice el SEÑOR, Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.


No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te dije antes lo que estaba por venir ? Luego vosotros sois mis testigos que no hay Dios sino yo; y que no hay Fuerte, que yo no conozca.


Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.


Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.


No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.


Porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no ensuciéis vuestras almas con ningún reptil que anduviere arrastrándose sobre la tierra.


Porque yo soy el SEÑOR, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios; seréis pues santos, porque yo soy santo.


Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo el SEÑOR vuestro Dios.


Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por el padecer con paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.


Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.


Señor DIOS, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano fuerte; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga según tus obras, y según tus valentías?


Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su postrimería; que son generación de perversidades, hijos sin fe.


Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.


Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él ; es justo y recto.


A ti te fue mostrado, para que supieses que el SEÑOR es Dios; no hay nadie más fuera de él.


Aprende pues, hoy, y reduce a tu corazón que el SEÑOR es el único Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra; no hay otro.


porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos