Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Proverbios 23:26 - Biblia al día 1989

26 Dame, hijo mío, tu corazóny no pierdas de vista mis caminos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Atiéndeme, hijo mío, no pierdas de vista el camino que te indico.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y observen tus ojos mis caminos,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Confía en mí, hijo mío; disfruten tus ojos en mis sendas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.

Ver Capítulo Copiar




Proverbios 23:26
17 Referencias Cruzadas  

sino que en la ley del Señor se deleita,y día y noche medita en ella.


Quien sea sabio, que considere estas cosasy entienda bien el gran amor del Señor.


Dichosos los que guardan sus estatutosy de todo corazón lo buscan.


Tus estatutos son mi deleite;son también mis consejeros.


Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas;más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.


Por encima de todas las cosas cuida tu corazón,porque de él mana la vida.


mi padre me instruyó de esta manera:«Aférrate de corazón a mis palabras;obedece mis mandamientos, y vivirás.


El que es sabio entiende estas cosas;el que es inteligente las comprende.Ciertamente son rectos los caminos del SEÑOR:en ellos caminan los justos,mientras que allí tropiezan los rebeldes.


«Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.


Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.


para que por fe Cristo habite en vuestros corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,


Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.


Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual vosotros hacéis bien en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos