Por nada estéis afanosos, sino presentad vuestros pedidos a Dios en oración, ruego y acción de gracias.
Y la paz de Dios, que supera todo entendimiento, guardará vuestro corazón y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Estad siempre gozosos.
Orad sin cesar.*
Dad gracias por todo, porque ésta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.*
Dijo: 'En mi angustia invoqué al Eterno, y él me oyó. Desde el seno del sepulcro clamé, y oíste mi voz.
'Y todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.*
'Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu a la verdad está pronto, pero la carne es débil'.
Por lo tanto, confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo, es poderosa.*
'Porque donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos'. Los dos deudores y el perdón
Pero a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Acerquémonos, pues, con segura confianza al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
'Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho.
'Y todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.*
'Si algo pedís en mi Nombre, yo lo haré. Guardad mis Mandamientos*
Además, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Y Eliseo oró: 'Te ruego, oh Eterno, que abras sus ojos para que vea'. Entonces el Eterno abrió los ojos del criado, y vio el monte lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Y el Eterno le dijo: 'He oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. He santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi Nombre en ella para siempre. En ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye.*
Y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos lo que le hemos pedido.
Y cuando Job hubo orado por sus amigos, el Eterno quitó su aflicción. Después duplicó todo lo que había sido de Job.
Yo decía en mi premura: 'Cortado soy de tu presencia'.* Pero tú oíste mi ruego cuando clamé a ti.
Después de haber orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron con valentía la Palabra de Dios.
'Por tanto, os digo que todo lo que pidáis en oración, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
'Y al orar, no uses vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
'Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que maltratan y persiguen.
'Pedid, y os darán; buscad, y hallaréis; llamad, y os abrirán.
'Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abren.
En mi angustia invoqué al Eterno, clamé a mi Dios. Y él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó ante él, a sus oídos.
'Cuando tú ores, entra en tu aposento, cierra tu puerta, y ora a tu Padre que está en secreto. Y tu padre que ve en secreto, te recompensará en público.
El padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y disentería. Pablo entró a verlo, y después de haber orado, puso las manos encima, y lo sanó.*
Y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos lo que le hemos pedido.
Pero pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es movida por el viento y echada de un lado al otro.
'No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, él os lo dé.
Con todo, de día el Eterno mandará su amor,* y de noche su canción estará conmigo, y mí oración al Dios de mi alma.
Pedro pidió que todos salieran. Puesto de rodillas, oró, y vuelto al cuerpo, dijo: 'Tabita, levántate'. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.*
Por nada estéis afanosos, sino presentad vuestros pedidos a Dios en oración, ruego y acción de gracias.
Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye.*
Salmo de David Oh Eterno, escucha mi oración, atiende mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
Porque sé que por vuestra oración y por la ayuda del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación,
'Y si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?'*
'Vosotros pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
'Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
En ese tiempo Jesús dijo: 'Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños.
Y perseveraban firmes en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan, y en la oración.
'Oye mi oración, oh Eterno, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas, porque ante ti soy peregrino y advenedizo, como todos mis padres.*
'Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal'.*
'y mi pueblo que lleva mi Nombre se humilla y ora, si busca mi rostro, y se convierte de sus malos caminos, entonces oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Y orad en el Espíritu, en todo tiempo, con toda oración y ruego, velando en ello con perseverancia y súplica por todos los santos.*
Si alguno necesita sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos generosamente, y sin reprochar. Y le será dada.*
Además, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Y el que sondea los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, y él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.*
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Jesús.
y todo cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus Mandamientos, y hacemos lo que le agrada.*
'¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros. No sabemos qué hacer, pero a ti volvemos nuestros ojos'.*
'Me invocará, y yo le responderé. Con él estaré en la angustia,* lo libraré y lo glorificaré.
Amo al Eterno, porque ha escuchado mi voz y mis súplicas,
porque ha inclinado a mí su oído, por eso lo invocaré mientras yo viva.
Les dijo: 'Este género con nada puede salir, sino con oración [y ayuno]'. Segundo anuncio de la muerte y resurrección*
Sin fe es imposible agradar a Dios, porque el que se acerca a Dios, necesita creer que existe, y que recompensa a quien lo busca.*
'Además, os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra, todo lo que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.*
'Porque donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos'. Los dos deudores y el perdón
A aquel que es poderoso para hacer infinitamente más que todo cuanto pedimos o entendemos, por el poder que opera en nosotros;
Pero os ruego hermanos, por el Señor nuestro Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios.
'Por eso os digo: Pedid, y se os dará. Buscad, y hallaréis. Llamad, y os abrirán.
'Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abren.
Me anticipo al alba, clamo, y espero en tu Palabra.
Se anticipan mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar te recuerdo en mis oraciones, noche y día.*