x

Biblia Todo Logo
idiomas
Bibliatodo Diccionario

Nilo Que es, Concepto y Definicion




Nilo - Diccionario Perspicacia

Nombre griego dado al río cuyo valle, en su parte septentrional, configuró la tierra del antiguo Egipto y la convirtió en un oasis fluvial. (MAPA, vol. 1, pág. 531). Las Escrituras Hebreas se suelen referir al río con la expresión ye´ór (a veces, ye´óhr), que significa una “corriente” o ‘canal’ como en (Daniel 12:5) «Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río», e (Isaías 33:21) «Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave», o una ‘galería llena de agua’ (semejante a las que se hacen en minería, tal como en (Job 28:10) «De los peñascos cortó ríos, Y sus ojos vieron todo lo preciado». Hay una ocasión en la que el término ye´óhr se usa para referirse al río Tigris (el bíblico Hidequel) de Mesopotamia. (Daniel 12:5-7), compárese con (Daniel 10:4) «Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel». El contexto indica en todos los demás usos que aplica al Nilo o, cuando está en la forma plural, a los canales o brazos del Nilo. (Salmos 78:44) «Y volvió sus ríos en sangre, Y sus corrientes, para que no bebiesen». (Isaías 7:18) «Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria». El nombre egipcio para el río (jrw), común al menos desde la llamada dinastía XVIII, guarda una correspondencia estrecha con el hebreo.

El curso del Nilo. Por lo general se considera que el Nilo es el río más largo de la Tierra. Su longitud, unos 6.671 Km., se mide desde sus manantiales, que tienen su origen en las regiones de los lagos de Ruanda y Burundi. Estos manantiales fluyen hasta el lago Victoria y de allí sale un río hasta el lago Alberto (lago Mobutu Sese Seko). Más al N., esta corriente de agua recibe el nombre de Nilo Blanco. Al Nilo Blanco se le une en Jartum el Nilo Azul, cuyas cascadas se precipitan desde las montañas de la Etiopía septentrional. Al N. de Jartum se forma el Nilo propiamente dicho, y como tal recibe únicamente las aguas de un afluente más: el río Atbara, produciéndose su confluencia con el Nilo aproximadamente a 300 Km. al NE. de Jartum. El Nilo luego serpentea a través de la meseta desolada del Sudán septentrional, pasando por seis lechos distintos de dura roca granítica que dan origen a seis cataratas entre Jartum y Asuán (la bíblica Siene), lugar donde terminaba Nubia y empezaba el antiguo Egipto. Finalmente, después de haber perdido gran parte de su caudal debido a la evaporación producida por el sol abrasador y las demandas de riego egipcias, el Nilo desemboca en el mar Mediterráneo, a unos 2.700 Km. al N. de Jartum.

A lo largo de la mayor parte del curso del río, el valle del Nilo es muy estrecho. Por ejemplo, cuando el río atraviesa Nubia, fluye casi en su totalidad por un desfiladero con el desierto a ambos lados. El valle se ensancha al N. de Asuán, en lo que era el Alto Egipto, pero los acantilados rocosos a ambos lados nunca se separan más de unos 20 Km. Sin embargo, cuando el río alcanza la región situada justo al N. de la moderna ciudad de El Cairo, se divide en dos brazos principales, actualmente llamados el Rosetta y el Damietta, según los nombres de las ciudades portuarias emplazadas en las bocas de esos brazos, en la costa mediterránea. Al abrirse en forma de abanico, las aguas crean el pantanoso delta del Nilo. Antiguamente el río tenía más brazos; los historiadores y geógrafos griegos clásicos mencionan entre cinco y siete de ellos. Estos brazos y algunos de los canales han quedado obstruidos, mermados o suprimidos por la acumulación de sedimento.

Importancia del desbordamiento anual. Una característica singular de este importante río son sus crecidas anuales y el consiguiente desbordamiento de sus cauces, a lo largo de los cuales hay pueblos agrícolas. Este proceso es consecuencia del derretimiento de las nieves en las montañas, así como de las lluvias invernales y primaverales en Etiopía, donde convierten al Nilo Azul en una corriente torrencial que se precipita hacia su confluencia con el Nilo Blanco, arrastrando sedimento fértil de las regiones altas de Etiopía. El río Atbara, con su caudal mayor de lo normal, también contribuye al aumento registrado en el nivel del Nilo. Debido a estos factores, antes de la construcción de la presa alta de Asuán, el río iniciaba la crecida en Egipto a partir de junio, llegaba a su punto máximo en septiembre y decrecía gradualmente a partir de ese mes. Al bajar el nivel de las aguas, estas dejaban tras sí un depósito de tierra muy fértil en forma de una delgada capa de barro.

En una tierra en la que prácticamente no llovía, la agricultura egipcia dependía de estas inundaciones anuales de las tierras bajas. Una crecida insuficiente tenía el mismo efecto que una sequía: ocasionaba hambre; mientras que una crecida excesiva dañaba los sistemas de riego y las casas. Los nilómetros (indicadores para medir el nivel del río) que se han descubierto en lugares antiguos son prueba de la preocupación de los egipcios por una abundante inundación. Sin esas inundaciones, el desierto, siempre cercano, se aproximaría por ambos lados justamente hasta las orillas del río. Sin embargo, las crecidas y decrecidas del Nilo se han producido, con pocas excepciones, con tanta regularidad que a través de su historia Egipto ha sido notable por sus cosechas abundantes y riqueza agrícola.

Esta completa dependencia de la economía egipcia de las aguas del Nilo quedó bien ilustrada en el sueño de Faraón acerca de las siete vacas gordas que salían del Nilo y que se alimentaban de la hierba del río, mientras que las siete vacas flacas provenían del mismo lugar. Esto vino a representar de manera fidedigna cómo la buena producción podía ser devorada por los años pobres resultantes de una inundación insuficiente. (Génesis 41:17-21).

El desbordamiento de las aguas del Nilo se usó para representar el avance de ejércitos en marcha (Jeremías 46:7, 8). (Jeremías 47:2, 3), mientras que el profeta Amós usó la crecida y decrecida de las aguas de este río para representar la agitación que vendría sobre el Israel infiel. (Amós 8:8) «¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto», (Amós 9:5) «El Señor, Jehová de los ejércitos, es el que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y crecerá toda como un río, y mermará luego como el río de Egipto». Otros profetas emplearon en sentido figurado el que el río Nilo se secase, para indicar el desastre que le sobrevendría a Egipto como resultado del juicio de Dios en contra de la nación. El que el Nilo se secase no solo perjudicaría a la agricultura y a la crianza de ganado, sino que dañaría también la industria de la pesca y la producción de lino. (Isaías 19:1, 5-10). (Ezequiel 29:9, 10). (Zacarías 10:11) «Y la tribulación pasará por el mar, y herirá en el mar las ondas, y se secarán todas las profundidades del río; y la soberbia de Asiria será derribada, y se perderá el cetro de Egipto».

A fin de retener parte de las aguas de la inundación para uso posterior en el riego durante la época de cultivo, los egipcios recogían las aguas fangosas en grandes estanques formados con diques de tierra. Por lo tanto, cuando Jehová trajo la primera plaga sobre Egipto y convirtió sus aguas en sangre, el propio Nilo, las aguas de sus canales y estanques llenos de cañas y las “aguas represadas” se convirtieron en sangre. (Éxodo 7:14-25).

Información complementaria. Además de proporcionar agua para las plantas y animales domésticos, el Nilo era la fuente de agua potable para los egipcios. (Éxodo 7:18, 21, 24). Excepto durante la etapa inicial de inundación, el agua era muy buena. A lo largo de los canales del Nilo y estanques llenos de cañas, crecían en abundancia los papiros, utilizados por los egipcios para la escritura y la construcción de embarcaciones. (Isaías 18:2) «que envía mensajeros por el mar, y en naves de junco sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a la nación de elevada estatura y tez brillante, al pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos». Las orillas y estanques llenos de cañas constituían el hábitat de muchas aves silvestres, que se alimentaban de ranas y otras criaturas pequeñas. (Éxodo 8:5, 9-11). Los grabados egipcios muestran la caza de aves desde pequeños botes. Las aguas del Nilo servían asimismo para bañarse, y según el testimonio escrito, la hija del Faraón se bañaba también en estas aguas. (Éxodo 2:5) «Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase». Un grabado egipcio presenta en una escena similar a una mujer de la nobleza bañándose, al tiempo que es atendida por cuatro sirvientas. El Nilo fue además la principal vía de comunicación con todo el país. Las embarcaciones que navegaban hacia el N. seguían el curso de la corriente, mientras que las que iban en dirección S., a contracorriente, aprovechaban el impulso de los vientos que soplaban desde el Mediterráneo tierra adentro. El comercio naviero de Fenicia y Creta llegaba, corriente arriba, hasta Tebas (la bíblica No-amón; (Nahum 3:8) «¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro?», e incluso más lejos.

El Nilo desempeñó un papel importante en la defensa de Egipto contra las invasiones. Al S., sus cataratas hacían difícil el ataque desde la dirección de Nubia-Etiopía, mientras que la tierra pantanosa alrededor de la región del Delta impedía la entrada de grandes ejércitos desde el continente asiático. Algunos doctos opinan que el alarde del rey asirio Senaquerib de secar todos los canales del Nilo con sus pies significaba su confianza en poder superar las fosas defensivas llenas de agua que había alrededor de las ciudades y fortalezas egipcias. (2 Reyes 19:24) «Yo he cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de Egipto».

Los ciclos del Nilo sentaron la base para la ordenación del calendario agrícola y laboral egipcio. Había tres temporadas cuatrimestrales: ´Akhet, o inundación; Peret, o aparición (se entiende, de la tierra seca, pues las aguas regresaban a su cauce), y Shomu, sequía o temporada seca (verano). El período de más actividad tenía lugar inmediatamente después que las aguas alcanzaban su nivel más alto; cuando las aguas bajaban, se programaban trabajos de construcción para mantener a la población empleada.

El símbolo de un “gran monstruo marino que yace estirado en medio de sus canales del Nilo”, que en (Ezequiel 29:3-5), se aplica al Faraón, bien pudiera haberse tomado de la imagen tan común que desde antiguo han ofrecido los cocodrilos que habitan en el Nilo. También el hipopótamo ha frecuentado estas aguas, un animal que por lo general se relaciona con el “Behemot” mencionado en (Job 40:15) «He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; Hierba come como buey».

Los egipcios deificaron al Nilo y lo adoraron como dios de la fertilidad con el nombre de Hapi. Se le representaba con figura de hombre, pero con pecho de mujer, faja de pescador atada a una cintura rechoncha y la cabeza coronada con plantas acuáticas. Todos los años, al comienzo de la temporada de las inundaciones se celebraban fiestas en su honor, acompañadas de sacrificios. En opinión de algunos doctos, la referencia que se hace en (Éxodo 7:15) «Vé por la mañana a Faraón, he aquí que él sale al río; y tú ponte a la ribera delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra», a la salida de Faraón al Nilo debió estar relacionada con algún tipo de ceremonia devocional, aunque bien pudo tratarse de un mero paseo matutino o de una inspección del nivel de las aguas del río.

[Fotografía en la página 487]

Vista típica de las aguas del Nilo

[Mapas en la página 488]

(Véase la publicación para ver el texto completo)

Río Nilo

Mar Mediterráneo

DELTA

Mar Rojo

Río Nilo

Menfis

Tebas (No-amón)

1.a CATARATA

Asuán (Siene)

2.a CATARATA

3.a CATARATA

4.a CATARATA

5.a CATARATA

Río Atbara

6.a CATARATA

Jartum

Nilo Azul

Nilo Blanco

Lago Alberto

Lago Victoria

[Mapa]

ÁFRICA

Río Nilo

Nilo - Diccionario Alfonso Lockward

Este río, al cual los griegos llamaban “Neilos” y los romanos “Nilus”, tiene una longitud de alrededor de 6.000 km, nace en el lago Victoria y desemboca en el mar Mediterráneo. El valle que forma el Nilo es estrecho, pues tiene un promedio de unos 19 km de ancho en el llamado Alto E., desde Asuán hasta El Cairo. En el Bajo E. está el delta del Nilo, que alcanza una anchura de 240 km, una de sus características más famosas son sus periódicas inundaciones, que arrojan un limo en los terrenos adyacentes, lo cual favorece grandemente la agricultura, de donde surgió la famosa frase de Herodoto (o de Hcháteo de Mileto), de que E. es un “don del Nilo”. A esta riqueza agrícola se refiere (Isaías 23:3) «Su provisión procedía de las sementeras que crecen con las muchas aguas del Nilo, de la mies del río. Fue también emporio de las naciones». (“Su provisión procedía de las sementeras que crecen con las muchas aguas del N., de la mies del río”). Cuando no se producían las inundaciones el resultado era un período de poca cosecha y, por lo tanto, de hambre. Es posible que esto fuera lo que aconteció en tiempos de José. Para apreciar adecuadamente el impacto de las distintas plagas en tiempos de Moisés, varias de ellas relacionadas con el N., hay que tener en cuenta la importancia de este río para el país egipcio.

En la Biblia se utilizan términos que significan “arroyos, corriente de agua” para referirse al Nilo. Aunque en (Números 34:5) «Rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y sus remates serán al occidente». •Egipto. •Río de Egipto. •Tebas.

Nilo - Diccionario Bíblico Sencillo

tip, RIOS CALE AGRI ver, FARAÓN sit, a4, 57, 391 vet, Río de Egipto (Isaías 23:3) «Su provisión procedía de las sementeras que crecen con las muchas aguas del Nilo, de la mies del río. Fue también emporio de las naciones». (Jeremías 2:18) «Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Eufrates?». En heb. «Shîhõr» y «y'õr» (río). El Nilo cubría grandes extensiones, sobre todo durante épocas de inundación, por lo que en ocasiones se le daba nombre de mar (Nahum 3:8) «¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro?». Los cursos de agua que alimentan el lago Victoria-Nyanza son las fuentes últimas del Nilo, que tiene 6.500 Km. de longitud (el río más largo del mundo, el Mississipi-Missouri, mide 6.600).

La parte más célebre del río empieza en la unión del Nilo Blanco con el Nilo Azul, en Khartum. De allí hasta el Delta el Nilo serpentea a través de más de 2.600 Km. a través del desierto. A partir de entonces no recibe más que un solo afluente por su ribera izquierda, a 225 Km. por debajo de Khartum. Los ribazos se elevan a alrededor de 100 m. de altura y rebasan en ocasiones los 300 m., bordeando el valle como muros hasta llegar a El Cairo, donde se alejan bruscamente al este y al noroeste ante el Delta.

Inmediatamente por debajo de Khartum, el Nilo penetra en la meseta de Nubia y describe una gigantesca S, que comprende seis cataratas. Algo río arriba de Asuán (la antigua Siena), un banco de granito que se extiende por casi 290 Km. de este a oeste, obstruye el lecho del río, que se abre paso y desciende por las rocas formando la última catarata. Ésta es la primera si se está remontando el río contra corriente, que allí atravesaba los confines del antiguo Egipto. La antigua Etiopía se extendía desde esta catarata hasta la sexta.

El granito de las rocas transversales ha suministrado la famosa roca de marrón claro que es lustrosa al pulirla, y de la que se han hecho tantas estatuas de faraones. Río abajo de El Cairo, a unos 160 Km. del mar, el río se divide en varios brazos, y desemboca en el Mediterráneo por los diversos canales. Esta parte de su curso recibe el nombre de Delta, por la forma triangular de la letra D en griego. Las dos principales desembocaduras se hallan por Damieta y Rosetta. En la antigüedad había siete.

Las más importantes eran la Pelusíaca al este, la Canópica al oeste, y la Sebenítica en el centro . Mientras el río sigue su curso sinuoso a través de la sequedad del desierto, una gran cantidad de sus aguas queda perdida por evaporación, por infiltración y, sobre todo, debido al inmenso sistema de canales de irrigación, indispensable para la agricultura.

La famosa inundación anual del Nilo, que fertiliza un país privado de lluvias, resultaba un misterio para los antiguos (Herodoto 2:19-25). La región del lago Victoria-Nyanza recibe lluvias prácticamente diarias, cuya aportación regular le da al Nilo una corriente constante. El Nilo Blanco tiene sus fuentes en las montañas de Etiopía; no es nada más que un riachuelo durante la estación seca. Durante la estación de las lluvias viene a ser un torrente impetuoso, cargado de limo de Abisinia. El Atbara, formado por las lluvias, es un torrente análogo. Inmensas extensiones desérticas bordean Egipto.

Sin la inundación anual, este país hubiera quedado desnudo de vegetación. Según la célebre frase de Herodoto, «Egipto es el don del Nilo». La crecida del Nilo Azul y del Atbara son la causa de la inundación; el río va creciendo lentamente al principio, a partir del inicio de junio, después con mayor rapidez, a partir del 15 o 20 de julio. Hacia el final de septiembre, las aguas dejan de crecer, y quedan durante veinte a treinta días al mismo nivel. En octubre se reanuda la inundación, y llega a su máximo (100.000 m3 por segundo).

A partir de ahí baja el nivel; para fines de diciembre el río queda de nuevo dentro de su lecho. En enero, febrero y marzo los campos se van secando gradualmente. La inundación ha reblandecido y abonado el suelo. La crecida llega a 12 metros en Asuán, y llegaba a 7 u 8 m. en El Cairo. Dejaba un depósito de 10 a 12 cm. de aluviones. Bajo Sesostris I no se tuvieron productos de la tierra debido a años de hambre. Este faraón es identificado por Courville como el faraón bajo el que José sirvió como primer ministro de Egipto (véase FARAÓN, a). Es en esta época que hubo siete años sin inundaciones (Génesis 41:54) «Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan».

La misma calamidad de siete años sin inundaciones tuvo lugar bajo el califa el-Mustansir, que llegó a su mayor punto de gravedad en el año 1.070 d.C. Los antiguos egipcios inscribían regularmente cuál había sido el nivel de la crecida en los diferentes lugares. En la época de los faraones, el año agrícola egipcio se dividía en tres estaciones: el período de la inundación (del final de junio hasta el final de octubre); el de los cultivos (del final de octubre hasta el final de febrero) y, finalmente, la de la cosecha (desde el final de febrero hasta el final de junio).

La construcción de la presa de Asuán, acabada en 1964, ha modificado considerablemente el comportamiento del Nilo. Por una parte, ha aumentado el área de irrigación disponible para cultivos. Por otra parte, ha eliminado la descarga de sedimentos y ha regularizado el caudal del Nilo en el bajo Egipto, por lo que los efectos a largo plazo sobre el ecosistema pueden ser verdaderamente contraproducentes en relación con la agricultura. Los efectos se hacen sentir con especial gravedad en la zona del Delta.

Nilo - Diccionario Mundo Hispano

El río principal, no sólo de Egipto sino de Africa, sexto en importancia entre los sistemas fluviales del mundo. La palabra Nilo no aparece en el AT hebreo Cuando en algunas versiones de la Biblia aparecen las palabras el Río, es posible establecer por el contexto si se trata del Nilo (Génesis 31:21) «Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad».

Alrededor de principios de julio comienza la inundación fertilizadora, de modo que la región del delta se inunda y la corriente deposita el limo que arrastra desde las monta Zas. Si la inundación llega a ser desacostumbradamente profunda, muchas viviendas resultan destruidas y eso produce pérdidas materiales, en tanto que si la inundación es muy inferior al nivel promedio la consecuencia es el hambre. Un fracaso de esta inundación durante siete años consecutivos (Génesis 41) fue lo que Dios utilizó para llevar a cabo una revolución grande pero pacífica en Egipto, en la cual José compró para el faraón prácticamente la totalidad de la propiedad privada, excepto la de los sacerdotes, y que permitió el ingreso de los israelitas a Egipto para una permanencia que duraría varios siglos.Desde los días de Abraham, quien siendo “Abram” descendió a Egipto (Isaías 19:7) «La pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán más».

Nilo - Diccionario de Jerusalén

(hebr. ye'ór, en egipc. ítrw), uno de los ríos más largos del mundo (6497 km). Como origen del mismo se considera el Nyavarongo, afluente del Kagera, que desemboca en el lago Victoria. Fuera de Egipto lleva distintos nombres y recibe como afluentes el Bahr el-Ghasal, el Bahr es-Seraf, el Sobat, el N. azul y el Atbara.

Las inundaciones del N., la condición más importante para una buena cosecha en Egipto, alcanzan, ordinariamente, la altura de 5 a 7 m. Han de ser dominadas y dirigidas por los labradores, la tierra no alcanzada por la inundación ha de ser regada por ellos. Si el N. sube demasiado, se destrozan los diques y terraplenes, que eventualmente se han descuidado.

Nilo - Douglas Tenney

El río principal, no sólo de Egipto sino de Africa, sexto en importancia entre los sistemas fluviales del mundo. La palabra Nilo no aparece en el AT hebreo Cuando en algunas versiones de la Biblia aparecen las palabras el Río, es posible establecer por el contexto si se trata del Nilo (p. ej.,(Génesis 41:1) «Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río». O del Eufrates (p. ej., (Génesis 31:21) «Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad».

Alrededor de principios de julio comienza la inundación fertilizadora, de modo que la región del delta se inunda y la corriente deposita el limo que arrastra desde las monta Zas. Si la inundación llega a ser desacostumbradamente profunda, muchas viviendas resultan destruidas y eso produce pérdidas materiales, en tanto que si la inundación es muy inferior al nivel promedio la consecuencia es el hambre. Un fracaso de esta inundación durante siete años consecutivos (Génesis 41:2) «y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado». Fue lo que Dios utilizó para llevar a cabo una revolución grande pero pacífica en Egipto, en la cual José compró para el faraón prácticamente la totalidad de la propiedad privada, excepto la de los sacerdotes, y que permitió el ingreso de los israelitas a Egipto para una permanencia que duraría varios siglos.Desde los días de Abraham, quien siendo “Abram” descendió a Egipto (Génesis 12:10) «Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra». Hasta la infancia de nuestro Señor Jesucristo (Mateo 2:14) «Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto». Egipto y el Nilo fueron bien conocidos por Israel, y ejercieron una poderosa influencia sobre la civilización de Israel (comparar (Deuteronomio 11:10-12). Hallamos en los escritos de los profetas varias referencias a los ríos de Egipto (p. ej., (Isaías 7:18) «Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria». (Isaías 19:5) «Y las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y secará». (Isaías 19:7) «La pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán más».

Nilo - Reina Valera 1909

OSCURO, AZUL.

 

Nilo - Diccionario Bíblico Adventista

Nilo (heb. Ye'ôr; shîjôr. 'negro [turbiol'; transliteración del egip. itrw [más tarde irw], que significa 'río' por excelencia). El gran río de Egipto, de unos 6.400 km de longitud, uno de los más largos del mundo. Sus fuentes, conformadas por varias corrientes (de las cuales el Kagera es la más importante), están en el África central. Fluyen hacia el norte y forman el Lago Victoria. Después de salir del lago, el río, que ahora se llama Nilo Blanco (de unos 2.500 km de largo), recibe las aguas de varios otros afluentes antes de llegar a la confluencia con otro de los ríos principales, en Jartum, el Nilo Azul, que hasta ese punto ya recorrió unos 1.785 km desde sus fuentes en la Meseta de Abisinia. El último tributario del Nilo es el Atbara, también llamado el Nilo Negro, de unos 1.265 km de largo. Se une al río principal a unos 320 km al norte de Jartum. Mapa IV, D-5. Entre Jartum y Asuán, el límite sur del antiguo Egipto, el Nilo fluye 1.865 km y cae por 6 cataratas que, durante toda su historia fueron formidables barreras protectores contra las invasiones desde el sur. La catarata que está más al norte, llamada la 1ª catarata, está formada por un lecho de granito de unos 290 km de longitud, en dirección este-oeste. que atraviesa 840 el río en Asuán. De esta región, los egipcios han extraído granitos rojo y gris desde los tiempos más remotos para obeliscos, estelas, columnas y estatuas. 381. El río Nilo. En Asuán, el Nilo entra en Egipto propiamente dicho, y fluye otros 1.200 km más a todo lo largo del país, de sur a norte (fig 381). Su ancho varía de 450 a 900 m. Al norte de El Cairo, el río se divide en varios brazos formando un fértil delta. En los tiempos antiguos había 7 principales, pero ahora hay sólo 2, los que desembocan en el Mediterráneo: Rosetta y Damietta. Mapas IV, B/C-5; V. A-2/3. El Nilo era y es todavía la fuente de toda la vida de Egipto, un país que pertenece al desierto de Sahara y que prácticamente no tiene lluvias. El río inunda sus riberas durante los meses de verano, y al bajar deja una fértil capa de limo. De ese modo, se ha ido formando, desde tiempos inmemoriales, una franja de tierra fértil a cada lado del Nilo (que aparece con un verde más oscuro en el Mapa V), que renovada cada año permitía la vida para la densa población de Egipto. Antes de construirse los diques de Asuán, las inundaciones comenzaban allí hacia fines de junio, y en la región de El Cairo a mediados de julio, llegando a su nivel máximo en octubre. Desde ese momento, el agua descendía hasta su nivel más bajo en marzo. Desde marzo el nivel se mantenía constante hasta el comienzo de una nueva inundación. Estas eran el resultado de las siguientes circunstancias: el Nilo Blanco mantenía una cantidad constante de agua todo el año, ya que casi diariamente llovía en la región de sus nacientes. Por otra parte, el Nilo Azul y el Atbara llevaban una gran cantidad de agua sólo durante las épocas en que las mesetas de Abisinia soportaban la estación de lluvias. En esas épocas los ríos llegan a ser torrentes, cuyas aguas bajan de las montañas con gran velocidad, arrastrando consigo mucho del suelo que contiene minerales desde las regiones montañosas que atraviesan. Cuando este Nilo Azul violento llegaba a Jartum, tenía tanta fuerza que el agua lenta y serena del Nilo Blanco era retenida, de modo que inundaba sus riberas hasta muy al sur de la ciudad. Después de unas pocas semanas, la fuerza del Nilo Azul se reducía, y para entonces el Nilo Blanco constituía una corriente poderosa que empujaba sus aguas por el cauce del río con la misma fuerza con que antes la arrojaba el Nilo Azul, y durante varias semanas más la inundación de Egipto continuaba. Por causa de su importancia desde tiempos remotos, los egipcios llevaban registros muy minuciosos de la altura de cada inundación anual. Tenían también varios nilómetros en diversos lugares del país, y un sistema de alarma para avisar a los agricultores de la altura esperada del Nilo, para que pudieran tomar las medidas preventivas necesarias por si la inundación llegara a niveles que pusieran en peligro sus diques, aldeas y cosechas; y para que se pudieran preparar si descendieran demasiado bajas, en cuyo caso necesitarían mano de obra adicional para bombear el agua hasta sus campos más alejados del río. Si el Nilo no crecía, había hambre y escasez, y varios períodos de esta naturaleza han quedado registrados. El período de 7 años de hambre que ocurrió en tiempos de José () tiene un paralelo histórico, pues una época de 7 años del mismo azote sufrió Egipto en la dinastía 3ª, algunos siglos antes.

Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos