* Ishbosheth asesinado. (1-7) David mata a los asesinos. (8-12)
2 Samuel 4:1-7
1-7 ¡Mira cómo fue asesinado Ishbosheth! Cuando esas dificultades nos desaniman, lo que debería agudizar nuestros esfuerzos, traicionamos nuestras coronas celestiales y nuestras vidas terrenales. No ames el sueño, para que no llegues a la pobreza y la ruina. El alma ociosa es una presa fácil para el destructor. No sabemos cuándo y dónde nos encontrará la muerte. Cuando nos acostamos a dormir, no estamos seguros de que no podamos dormir el sueño de la muerte antes de despertarnos; ni sabemos de qué mano puede venir el golpe mortal.
2 Samuel 4:8-12
8-12 Una persona puede estar contenta de obtener sus deseos justos y, sin embargo, realmente lamentar los medios por los cuales los recibe. Puede lamentar la muerte de una persona por la cual es un ganador. Estos hombres derraman sangre inocente, por los motivos más básicos. David justamente se vengó de ellos. No estaría obligado a nadie para ayudarlo con prácticas ilegales. Dios lo había ayudado en muchas dificultades y a través de muchos peligros, por lo tanto, dependía de él para coronar y completar su propio trabajo. Él habla de su redención de toda adversidad, como una cosa hecha; aunque tenía muchas tormentas aún antes que él, sabía que el que había entregado, lo haría.
