以西結書 13
Ezequiel 13 - Introducción
* Juicios pesados contra los profetas mentirosos. (1-9) La insuficiencia de su trabajo. (10-16) Ay de las falsas profetisas. (17-23)
Ezequiel 13:1-9
1-9 Cuando Dios da una orden para hacer algo, da sabiduría. Lo que entregaron no fue lo que habían visto o escuchado, ya que eso es lo que los ministros de Cristo entregan. No eran profetas orantes, no tenían relaciones con el cielo; idearon cómo complacer a las personas, no cómo hacerles bien; No se opusieron al pecado. Halagaron a la gente con vanas esperanzas. Tal amplía la brecha, al hacer que los hombres se consideren merecedores de la vida eterna, cuando la ira de Dios permanece sobre ellos.
Ezequiel 13:10-16
10-16 Un falso profeta construyó el muro, estableció la noción de que Jerusalén debía salir victorioso y se hizo aceptable por él. Otros hicieron el asunto aún más plausible y prometedor; ellos embadurnaron el muro que el primero había construido; pero, en poco tiempo, serían engañados cuando su trabajo fuera derrotado por la tormenta de la justa ira de Dios; cuando el ejército caldeo desolado la tierra. Las esperanzas de paz y felicidad, no garantizadas por la palabra de Dios, engañarán a los hombres; como una pared bien pintada, pero mal construida.
Ezequiel 13:17-23
17-23 Es malo para aquellos que prefieren escuchar mentiras agradables que verdades desagradables. Las falsas profetisas trataron de hacer que las personas estuvieran seguras, lo que significaba tranquilizándolas, y de enorgullecerse, lo que significaba la elegancia puesta sobre sus cabezas. Serán confundidos en sus intentos, y el pueblo de Dios será liberado de sus manos. Le corresponde a los cristianos mantenerse cerca de la palabra de Dios, y en todo buscar la enseñanza del Espíritu Santo. Confiemos tanto en las promesas de Dios como para guardar sus mandamientos.