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Romanos 8:10 - La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pero si el Mesías está en vosotros, el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado, pero el espíritu vivo a causa de la justicia.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Y Cristo vive en ustedes; entonces, aunque el cuerpo morirá por causa del pecado, el Espíritu les da vida, porque ustedes ya fueron hechos justos a los ojos de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pero Cristo está en ustedes, y aunque el cuerpo lleve en sí la muerte a consecuencia del pecado, el espíritu es vida por haber sido santificado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En cambio, si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto por causa del pecado, el Espíritu tiene vida por causa de la justicia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado pero el Espíritu vive a causa de la justicia.

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Romanos 8:10
30 交叉引用  

para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,


y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.


Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él.


Yo en ellos y Tú en mí, para que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí.


a quienes quiso Dios dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es el Mesías en vosotros, la esperanza de gloria;


Y si el Espíritu del que levantó de los muertos a Jesús vive en vosotros, el que levantó al Mesías° de los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que vive en vosotros.


pues de ambos lados estoy constreñido, teniendo el anhelo de partir° y estar con el Mesías, que es muchísimo mejor,


y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que procede de la ley, sino la que es mediante la fe del Mesías, la justicia que procede de Dios basada en la fe,


Así también está escrito: El primer hombre, Adam, fue hecho un ser viviente;° el postrer Adam, un espíritu vivificante.


Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: ¡Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor de aquí en adelante! ¡Así sea! dice el Espíritu. Les será dado descanso de sus fatigas, porque sus obras van° con ellos.


Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.


Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.


a la iglesia° de los primogénitos inscritos en los cielos, a Dios, Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos,


Y tal como está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,


Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en el Mesías resucitarán primero.


Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos, que Jesús el Mesías está en vosotros? ¡A menos que estéis° descalificados!


Porque nosotros, los que vivimos, somos entregados constantemente a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.


para que así como reinó el pecado para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, mediante Jesús el Mesías, Señor nuestro.


Por tanto, como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte,° así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.


El que mastica mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y Yo en él.


pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se hará en él una fuente de agua que brota para vida eterna.


El que mastica° mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día postrero.


Cuando a un varón se le cae el pelo de su cabeza, calvo es, pero limpio.


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