4 Antes de esto, el sacerdote Eliasib, quien había sido designado para supervisar los depósitos del templo de nuestro Dios y quien también era pariente de Tobías,
En aquel día fueron designados algunos para estar a cargo de la tesorería, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas según los productos del campo y las porciones legales que correspondían a los sacerdotes y a los levitas, porque Judá se alegraba de contemplar a los sacerdotes y a los levitas en su servicio.
Pero cuando Sanbalat horonita y Tobías, el siervo amonita, lo oyeron, se disgustaron en gran manera de que alguien llegara a procurar el bien de los hijos de Israel.
Sucedió que habiendo oído Sanbalat y Tobías, y Gesem el árabe, y el resto de nuestros enemigos, que yo había reconstruido el muro y que no había quedado en él brecha alguna (aunque hasta ese momento no habían colocado las hojas de las puertas),
Entonces el sumo sacerdote Eliasib se levantó con sus hermanos los sacerdotes, y reedificaron la puerta de las Ovejas. Ellos mismos consagraron y levantaron las puertas, desde la torre Hamea hasta la torre Hanan-’El.