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Job 9:32 - La Biblia Textual 3a Edicion

32 Porque no es hombre como yo para que le responda, Y vayamos juntos a juicio.

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Biblia Reina Valera 1960

32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, Y vengamos juntamente a juicio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 »Dios no es un mortal como yo, por eso no puedo discutir con él ni llevarlo a juicio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 El no es un hombre como yo, para decirle: Comparezcamos juntos en juicio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Él no es hombre como yo: no cabe discutir, y comparecer juntos ante un tribunal.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 Porque Él no es un hombre igual que yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.

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Job 9:32
17 交叉引用  

En todo caso, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá acaso lo moldeado al que lo moldea: Por qué me hiciste así?°


Al que existe ya se le había dado nombre, y se sabe que es sólo un hombre, y que no puede contender con quien es más fuerte que él.


No entres en juicio con tu siervo, Porque ningún viviente podrá justificarse delante de ti.


Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?


pues si nuestro corazón nos condena, mayor que nuestro corazón es Dios,° y Él conoce todas las cosas.


Como un león que sube de la espesura del Jordán a pastizales de perenne verdor, así los espantaré de repente, y me adueñaré de los escogidos. Porque, ¿quién es semejante a mí? ¿Quién me desafía? ¿Quién es aquel pastor que me podrá resistir?


¡Ay del que contiende con su Hacedor, Como tiesto entre los tiestos de barro! ¿Dirá el barro al alfarero: ¿Qué haces? o: Tu vasija no tiene asas?


He aquí yo te respondo: En esto no eres justo, Pues Dios es mayor que el hombre.


Pero YHVH dijo a Samuel: No mires su aspecto, ni a lo grande de su estatura, porque lo he rechazado, porque° Yo no miro como mira el hombre, porque el hombre mira lo que hay ante sus ojos, pero YHVH mira el corazón.


Aunque pretenda disputar con Él, No le podría responder una entre mil razones.


¿Cuánto menos podría replicarle yo, Rebuscando palabras frente a Él?


Aun así me hundirás en el lodo cenagoso, Y mis propias vestiduras me aborrecerán.


Si apelo a la fuerza, ¡ciertamente Él es más fuerte! Y si a la justicia, ¿quién me fijará el tiempo?°


He aquí, mi terror no te espantará, Ni mi mano será demasiado pesada sobre ti.


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