que me decía: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, donde moraré en medio de los hijos de Israel para siempre, y la casa de Israel no profanará más mi santo Nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus idolatrías, ni con los cadáveres de sus reyes en sus lugares altos,
¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.°
ni se contaminarán más a sí mismos con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones. Y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron y los limpiaré, y me serán por pueblo, y Yo a ellos por Dios.
¡Contended con vuestra madre, contended, Que ella no es mi mujer ni Yo soy su marido, Para que se quite de su cara sus fornicaciones, Y sus adulterios° de entre sus pechos!