18 Hijo de hombre, endecha por la multitud de Egipto, Y despéñalo junto con las hijas de las naciones poderosas a lo profundo de la tierra, Con los que bajan a la sepultura.
18 Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de la tierra, con los que descienden a la sepultura.
18 «Hijo de hombre, laméntate por las multitudes de Egipto y por las demás naciones poderosas. Pues los enviaré al mundo de abajo, junto con los que descienden a la fosa.
18 'Hijo de hombre, laméntate por la multitud de Egipto y hazla bajar, a ella y a las hijas de las naciones poderosas, al país de los abismos, con los que bajan a la fosa.
18 Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a las partes más bajas de la tierra, con los que descienden a la fosa.
para que ninguno de los árboles que crece junto a las aguas se exalte en su altura, ni eleve su copa entre las nubes, ni confíe en sí mismo por su estatura, ninguno de los que son regados con las aguas: porque todos están destinados a la muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres que bajan a la fosa.
Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: Parecías el león de las naciones, pero eres un cocodrilo del Nilo. Chapoteas en las corrientes, enturbias las aguas con tus patas, Y enlodas las corrientes de los ríos.
Y el aspecto de la visión que vi era como aquella visión que vi cuando vine° a destruir la ciudad, y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; entonces me postré sobre mi rostro.
Al estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando lo hice descender al Seol con todos los que bajan a la sepultura. Entonces todos los árboles escogidos del Edén y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra.
Y te hundiré con los que descienden al sepulcro, a gentes de tiempos remotos, y te pondré en las profundidades de la tierra, entre las ruinas de la antigüedad, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada, pero Yo pondré gloria en la tierra de los vivientes.
Por eso lloro con el lloro de Jazer por la viña de Sibma. Te regaré con mis lágrimas Hesbón, y también a ti, Eleale, Porque sobre tus cosechas y tus siegas caerán clamores de guerra.
De en medio del Seol los más fuertes de los poderosos, con sus aliados, hablarán de él: ¡Ya han bajado y yacen con los incircuncisos pasados a cuchillo!
Y tú, Cafarnaum,° ¿acaso serás exaltada° hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás abatida!° Porque si en Sodoma° se hubieran hecho los milagros que se hicieron en ti, habría permanecido hasta hoy.
Haré que tu multitud caiga por las espadas de los poderosos, De las más terribles naciones, Y destruirán la soberbia de Egipto, Y su multitud será deshecha.