19 Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y descuartizaba, y lo sobrante lo aplastaba con sus patas.
19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
19 Entonces quise conocer el verdadero significado de la cuarta bestia, que era tan diferente a las demás y tan espantosa. Había devorado y aplastado a sus víctimas con dientes de hierro y garras de bronce y pisoteaba los restos bajo sus pies.
19 Quería además saber la verdad respecto al cuarto animal, tan diferente a los demás y tan horrible con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, que devoraba, trituraba y luego pisoteaba todo lo que quedaba.
19 Después quise saber la significación de la cuarta bestia, la que era distinta de todas las demás, extraordinariamente terrible, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que comía y trituraba y luego aplastaba las sobras con sus patas;
19 Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies:
Después de eso vi más visiones nocturnas, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y fuerte en gran manera, teniendo grandes dientes de hierro, con los cuales devoraba y descuartizaba, y lo sobrante lo aplastaba con sus patas. Era muy diferente de todas las bestias que había visto antes, y tenía diez cuernos.
Estaba observando los cuernos, y he aquí otro cuerno pequeño salía entre ellos, ante el cual tres de los primeros cuernos fueron arrancados de raíz. Y he aquí, este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.
Asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro cuerno que le había salido, ante el cual habían caído tres. Ese cuerno tenía ojos y una boca que hablaba grandes cosas, y su aspecto era más imponente que el de sus compañeros.