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Levítico 10:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dijo Moisés a Aarón: esto es lo que había dicho Yahveh: 'En los que se me acercan demostraré que yo soy santo y a los ojos de todo el pueblo seré glorificado'. Aarón calló.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Así que Moisés le dijo a Aarón: «Esto quiso decir el Señor cuando dijo: “Demostraré mi santidad por medio de los que se acercan a mí. Demostraré mi gloria ante todo el pueblo”». Y Aarón guardó silencio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Entonces Moisés dijo a Aarón: 'Esto es lo que Yavé había declarado: Daré a conocer mi santidad a través de los que se allegan a mí, y a vista de todo el pueblo seré glorificado. Aarón no agregó palabra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló YHVH, diciendo: Entre los que se acercan a mí seré santificado, y en presencia de todo el pueblo seré reverenciado. Y Aarón guardó silencio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.

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Levítico 10:3
46 交叉引用  

También deberán purificarse los sacerdotes que se acerquen a Yahveh, no sea que Yahveh irrumpa contra ellos'.


y me dijo: 'Tú eres mi siervo, Israel, en quien manifestaré mi gloria'.


Estarán consagrados a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios; pues son ellos los que ofrecen los sacrificios por el fuego, alimento de su Dios, y, por lo mismo, serán algo santo.


Dijo entonces Yahveh a Moisés y a Aarón: 'Porque no me habéis creído capaz de mostrar mi santidad a los ojos de los israelitas, no seréis vosotros quienes introduciréis esta asamblea en la tierra que yo les he dado '.


Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre caminarían en mi presencia por siempre. Pero ahora -oráculo de Yahveh-, ¡lejos de mí tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.


Porque no fuisteis fieles conmigo en medio de los israelitas, en las aguas de Meribá, en Cades, en el desierto de Sin, y no proclamasteis mi santidad en medio de los israelitas,


¡Afuera! ¡Afuera! ¡Salid de allí! ¡No toquéis nada impuro! ¡Salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los vasos de Yahveh!


¿Quién podría en los cielos compararse al Señor? ¿Quién podría igualársele entre los hijos de los dioses?


Y la gente de Bet Semes decía: '¿Quién podrá permanecer en presencia de Yahveh, este Dios santo, y hacia quién irá cuando se aleje de nosotros?'.


Ningún hombre de la estirpe del sacerdote Aarón aquejado de algún defecto corporal se acercará a ofrecer manjares pasados por el fuego en honor de Yahveh. Tiene un defecto: no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.


Permaneceréis siete días, día y noche, a la entrada de la tienda del encuentro, y guardaréis lo que ha mandado Yahveh, para que no muráis, porque así me ha sido ordenado'.


Como en perfume de calmante aroma me complaceré en vosotros cuando os saque de los pueblos y os reúna de los países en donde estáis dispersos, y manifestaré mi santidad por medio de vosotros a los ojos de las naciones.


Que guarden mis preceptos y no incurran en pecado, no sea que mueran por haber profanado las cosas santas. Yo, Yahveh, que los santifico.


'Di a Aarón: ninguno de tu descendencia, en todas sus generaciones, que tenga algún defecto corporal, se acercará a ofrecer el pan de su Dios.


No profanará a sus descendientes entre los suyos, porque soy yo, Yahveh, quien le santifico.'


Le tratarás como a un consagrado, porque es él quien ofrece el pan de tu Dios; será santo para ti, porque santo soy yo, Yahveh, que os santifico.


Me dijo: 'Las habitaciones del norte y las habitaciones del sur situadas frente a la lonja son las salas del santuario donde los sacerdotes que se acercan a Yahveh deben comer los manjares sacrosantos; allí pondrán las cosas sacrosantas: la oblación, el sacrificio por el pecado y el sacrificio de expiación, pues este lugar es santo.


Presérvame de toda rebeldía, no me expongas a las afrentas de los necios.


Porque es ya el tiempo de que comience el juicio por la casa de Dios. Y si empieza por nosotros, ¿cuál será el final de los que se rebelan contra el evangelio de Dios?


El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí;


Dirás: así dice el Señor Yahveh: 'Aquí estoy contra ti, Sidón; seré glorificado en medio de ti. Y sabrán que yo soy Yahveh cuando haga justicia contra ella y muestre en ella mi santidad.


Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos envía, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.


¡Padre, glorifica tu nombre!'. Una voz del cielo llegó entonces: 'Ya lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo'.


Entonces Samuel se lo manifestó todo, sin ocultarle nada. Dijo entonces Elí: '¡Él es Yahveh! ¡Que haga lo que bien parezca a sus ojos!'.


Yo endureceré el corazón del Faraón, que se lanzará tras ellos, pero yo me cubriré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército. Así reconocerán los egipcios que yo soy Yahveh'. Así lo hicieron.


Lejos de ti tal cosa. Lejos de ti hacer morir al justo con el pecador, y que tenga el justo el mismo trato que el impío. ¿No hará justicia el juez de toda la tierra?'.


cuando venga, aquel día, a recibir la gloria en medio de su pueblo santo y a ser admirado por todos los que creyeron, pues de hecho vosotros creísteis en nuestro testimonio.


Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.


Ante ti de pavor mi carne se estremece y temo tus juicios.


La guerra hace cesar en todos los confines, rompe arcos, quiebra lanzas y consume los carros en el fuego.


Dijo entonces Ezequías a Isaías: 'Justa es la sentencia de Yahveh que has pronunciado'. Pues pensaba: 'Al menos habrá paz y seguridad en mis días'.


Yo endureceré el corazón de los egipcios y entrarán detrás de ellos. Me cubriré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus guerreros.


Ungirás y consagrarás a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.


Después habló a Coré y a toda su facción, diciéndole: 'Mañana por la mañana dará a conocer Yahveh quién es suyo, quién es el consagrado y quién quiere que esté a su lado. Al que él escoja, lo dejará acercarse a él. Haréis, pues, lo siguiente: tomad incensarios, Coré y todos los que estáis de su parte,


Él hace que su pueblo alce la frente, orgullo para todos sus amigos, los hijos de Israel, sus allegados. Aleluya.


Avanzarás contra mi pueblo Israel como un nublado que cubre la tierra. Será en los últimos días. Te traeré contra mi país, para que me conozcan las naciones cuando muestre mi santidad ante sus ojos por medio de ti, Gog'.


La sala cuya fachada da al norte es para los sacerdotes encargados del servicio del altar, que son los hijos de Sadoc, los únicos entre los hijos de Leví que pueden acercarse a Yahveh para servirle'.


Yahveh le respondió: 'Anda, baja, y luego subes tú con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para subir a Yahveh, no sea que él irrumpa contra ellos'.


Yo me callo, no quiero abrir mi boca, pues eres tú quien obra.


Tus testimonios son sobre medida fieles, a tu casa, Señor, la santidad es propia, por lo largo de los tiempos.


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