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1 Samuel 4:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Volvió el ejército al campamento, y los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yahveh nos ha derrotado hoy ante los filisteos? Vamos a traer de Siló el arca de la alianza de Yahveh, para que venga en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos'.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Terminada la batalla, las tropas se retiraron a su campamento, y los ancianos de Israel se preguntaban: «¿Por qué permitió el Señor que los filisteos nos derrotaran?». Después dijeron: «Traigamos de Silo el arca del pacto del Señor. Si la llevamos con nosotros a la batalla, nos salvará de nuestros enemigos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yavé nos aplastó hoy ante los filisteos? ¡Vamos a Silo y traigamos el arca de Dios! Que esté aquí con nosotros y que nos salve de nuestros enemigos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy YHVH ante los filisteos? Traigámonos el Arca del Pacto de YHVH desde Silo, para que Él pueda estar entre nosotros y salvarnos de mano de nuestros enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

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1 Samuel 4:3
34 交叉引用  

Quiero recordaros a vosotros, los que todo lo habéis conocido de una vez para siempre, que el Señor, después de salvar de Egipto al pueblo, hizo perecer luego a los que no creyeron.


Con ella se simboliza el bautismo que ahora os salva y que no consiste en quitar una impureza corporal sino en pedir a Dios una conciencia buena, todo ello por la resurrección de Jesucristo


en ella había un altar de oro para el incienso y el arca de la alianza, toda recubierta de oro, en cuyo interior se encontraba una urna de oro con el maná, la vara florecida de Aarón y las tablas de la ley.


Apártate también de éstos.


No confiéis en estas engañosas palabras: 'Templo de Yahveh, templo de Yahveh, templo de Yahveh es éste'.


Y cuando os hayáis multiplicado y hayáis sido fecundos en el país, en aquellos días -oráculo de Yahveh- ya no se dirá: '¡El arca de la alianza de Yahveh!', pues no les vendrá a la mente, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se volverá a hacer.


'¿Por qué ayunamos, y no lo ves; nos mortificamos, y no lo adviertes?'. Mirad: el día de ayuno tratáis de negocios y explotáis a todos vuestros obreros.


Así dice Yahveh: '¿Dónde está el libelo de repudio de vuestra madre, por el cual yo la habría repudiado, o quién de mis acreedores es aquel a quien yo os habría vendido? Mirad: por vuestras culpas habéis sido vendidos y por vuestros pecados ha sido repudiada vuestra madre.


¿Por qué retiras tú la mano y retienes tu diestra en el fondo del pecho?


Maskil. De Asaf. ¿Por qué Señor, desechas para siempre y humea tu furor contra el rebaño de tus pastos?


Cuando David estaba ya instalado en su palacio, dijo al profeta Natán: 'Fíjate que yo habito en un palacio de cedro, mientras el arca de la alianza de Yahveh está bajo una tienda'.


Dijo entonces el rey a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad, porque si Yahveh me concede su favor, me hará volver para que la contemple de nuevo junto con su morada.


Dijo entonces Saúl a Ajías: 'Trae el efod ', pues aquel día era él quien llevaba el efod en presencia de Israel.


Decía Josué: '¡Ay, Señor mío, Yahveh! ¿Por qué has hecho que este pueblo pasara a este lado del Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá hubiéramos decidido quedarnos al otro lado del Jordán!


les responderéis: 'Es que las aguas del Jordán se separaron ante el arca de la alianza de Yahveh; cuando ella atravesó el Jordán, las aguas del Jordán se separaron''. Así, pues, estas piedras servirán de memorial perdurable a los israelitas.


'Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca de la alianza de Yahveh, vuestro Dios, para que esté allí como testimonio contra ti.


Y se les responderá: 'Porque abandonaron la alianza de Yahveh, el Dios de sus padres, la que hizo con ellos cuando los sacó del país de Egipto;


Moisés los envió a la guerra, mil por tribu. Iba con ellos Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba los objetos sagrados y las trompetas para el toque de zafarrancho.


Cuando el arca se ponía en marcha, decía Moisés: 'Levántate, Yahveh; que tus enemigos se dispersen y huyan de tu presencia los que te odian'.


Partieron, pues, de la montaña de Yahveh y caminaron tres días. El arca de la alianza de Yahveh iba delante de ellos durante esos tres días de marcha, buscándoles dónde acampar.


Convocó, pues, Josué, hijo de Nun, a los sacerdotes y les dijo: 'Tomad el arca de la alianza, y que siete sacerdotes vayan con las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca de Yahveh'.


¡Por favor, Señor mío! ¿Qué voy a decir yo, después que Israel volvió las espaldas ante sus enemigos?


Cuando lo destetó, lo llevó consigo. Llevó también un novillo de tres años, un efá de harina y un odre de vino. Y lo condujo a la casa de Yahveh en Siló, cuando el niño era todavía pequeñito.


Pusiéronse los filisteos en orden de combate frente a Israel. Trabado el combate, Israel fue derrotado por los filisteos, quienes mataron en el frente de batalla, en la llanura, a unos cuatro mil hombres.


Mirad que no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, y no es demasiado duro su oído para oír;


que son vuestras culpas las que os separan de vuestro Dios, y son vuestros pecados los que ocultan su rostro de vosotros para que él no oiga.


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