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Mateo 27:40 - Biblia Nacar-Colunga

40 y diciendo: Tú, que destruías el templo y lo reedificabas en tres días, sálvate ahora a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de esa cruz.'

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Biblia Reina Valera 1960

40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

40 «¡Pero mírate ahora! —le gritaban—. Dijiste que ibas a destruir el templo y a reconstruirlo en tres días. Muy bien, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

40 y decían: '¡Vaya! ¡Tú que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días! Si eres el Hijo de Dios, líbrate del suplicio y baja de la cruz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

40 y diciendo: ¡El que derriba el santuario y en tres días lo edifica!° ¡Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y baja de la cruz!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 y diciendo: 'Tú, que destruyes el templo y en tres días lo reconstruyes: si eres Hijo de Dios sálvate a ti mismo y baja de la cruz'.

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Mateo 27:40
13 交叉引用  

que dijeron: Este ha dicho: Yo puedo destruir el Templo de Dios y en tres días edificarlo.


le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, pues escrito está: “A sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra.”


Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.


Los moradores de la tierra se alegrarán a causa de ellos, y se regocijarán, y mutuamente se mandarán regalos, porque estos dos profetas eran el tormento de los moradores de la tierra.


Y les dijo: Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se dejarán persuadir si un muerto resucita.


El centurión y los que con él guardaban a Jesús, viendo el terremoto y cuanto había sucedido, temieron sobremanera y se decían: Verdaderamente, éste era Hijo de Dios.


Salvó a otros, y a sí mismo no puede salvarse. Si es el rey de Israel, que baje ahora de la cruz y creeremos en El.


La generación mala y adúltera busca una señal, mas no se le dará sino la señal de Jonas. Y, dejándolos, se fue.


E igualmente los príncipes de los sacerdotes, con los escribas y ancianos, se burlaban y decían:


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