Estableció en sus funciones, como las había determinado David, su padre, a los sacerdotes según su oficio, a los levitas según su cargo de alabar a Yahvé y servir cada día a los sacerdotes en el ministerio, e igualmente a los porteros asignados a cada puerta, según sus clases, como lo había ordenado David, hombre de Dios.
Así fueron distribuidos para su ministerio, para que entrasen en la casa de Yahvé a las órdenes de Aarón, conforme a los mandatos que les había dado Yahvé, Dios de Israel.
Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y de los levitas, según sus divisiones, cada uno según sus funciones, sacerdotes y levitas, para los holocaustos y los sacrificios eucarísticos, para el servicio, para los cantos y alabanzas, y las puertas de la casa de Yahvé.
Hubo en los días de Heredes, rey de Judea, un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, cuya mujer, de la descendencia de Aarón, se llamaba Isabel.
Establecieron a los sacerdotes según sus clases y a los levitas según sus divisiones para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés.
Y para los hijos de Aarón, los sacerdotes, que habitaban en los campos, en los suburbios de sus ciudades, había en cada ciudad hombres nominalmente designados para distribuirles sus porciones a todos los varones de los sacerdotes y a todos los levitas registrados.
Pero tú y tus hijos ejerceréis vuestro sacerdocio en cuanto concierne al altar y del velo adentro; sois vosotros los que habéis de hacer este servicio. Yo os he dado en puro don vuestro sacerdocio, y el extraño que pretenda acercarse morirá.'
De estas vestiduras revestirás a Aarón, tu hermano, y a sus hijos. Los ungirás, les llenarás las manos y los santificarás para que me sirvan de sacerdotes.
“Y tú haz que se acerque Aarón, tu hermano, con sus hijos, de en medio de los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes: Aarón, Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.