Josué 24:26 - Biblia Nacar-Colunga

²⁶ y escribió estas palabras en el libro de la Ley de Dios, y, tomando una gran piedra, la alzó allí debajo de la encina que hay en el lugar consagrado a Yahvé.

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Biblia Reina Valera 1960

²⁶ Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una gran piedra, la levantó allí debajo de la encina que estaba junto al santuario de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Josué escribió todas esas cosas en el libro de instrucción de Dios. Como recordatorio del acuerdo, tomó una piedra enorme y la llevó rodando hasta debajo del árbol de terebinto que estaba junto al tabernáculo del Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ Escribió todas esas palabras en el libro de la Ley de Dios. Tomó una gran piedra y la puso debajo de la Encina que estaba en el santuario de Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ Luego escribió Josué estas palabras en el libro de la Ley de Dios, y tomando una gran piedra, la erigió allí, debajo de la encina que estaba junto al Santuario de YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ Luego escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios. Y tomando una gran piedra, la erigió allí, bajo la encina que hay en el santuario de Yahveh.

Josué 24:26 交叉引用

Jueces 9:6

Reuniéronse entonces todos los habitantes de Siquem y todos los de Bet Milo, y, viniendo, proclamaron rey a Abimelec junto al terebinto de Mu-sab, que está en Siquem.

Génesis 35:4

Entregaron, pues, todos los dioses extraños que pudieron haber a mano y los pendientes de sus orejas a Jacob, que los enterró bajo la encina que hay en Siquem.

Éxodo 24:4

Escribió Moisés todas las palabras de Yahvé. Levantóse de mañana y alzó al pie de la montaña un altar y doce piedras, por las doce tribus de Israel,

Génesis 35:8

Murió Débora, la nodriza de Rebeca, y fue enterrada por debajo de Betel, bajo una encina, que se llamó la encina del llanto.

Génesis 31:45

Tomó, pues, Jacob una piedra y la alzó en monumento,

1 Samuel 7:12

Samuel cogió una piedra y la puso entre Masía y Jesana; la llamó Eben-Ezer, diciendo: “Hasta aquí nos socorrió Yahvé.”