Jeremías 39:7 - Biblia Nacar-Colunga

⁷ e hizo sacar los ojos a Sedecías y le cargó de cadenas para llevarlo a Babilonia.

更多版本

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Y sacó los ojos del rey Sedequías, y le aprisionó con grillos para llevarle a Babilonia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Luego le sacó los ojos y lo ató con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ A Sedecías le sacó los ojos y lo envió encadenado a Babilonia.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ y arrancó los ojos del rey Sedequías, y lo aprisionó con grillos de bronce para llevarlo a Babilonia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Luego sacó los ojos a Sedecías y lo aherrojó con doble cadena de bronce para llevarlo a Babilonia.

Jeremías 39:7 交叉引用

Ezequiel 12:13

Yo le tenderé mis redes, y será apresado en mis mallas, y le llevarán a Babilonia, a la tierra de los caldeos, pero no la verá, y allí morirá.

Jeremías 52:11

A Sedecías le hizo sacar los ojos y le cargó de cadenas de bronce para conducirle a Babilonia, donde le tuvo encarcelado hasta el día de su muerte.

2 Reyes 25:7

Los hijos de Sedecías fueron degollados en su presencia; a Sedecías le sacaron los ojos, y, cargado de cadenas de bronce, le llevaron a Babilonia.'

Jueces 16:21

Los filisteos lo tomaron prisionero, le sacaron los ojos y, llevándole a Gaza, le encadenaron con doble cadena de bronce, y en la cárcel le pusieron a hacer dar vueltas a la muela.

Salmos 119:8

Guardaré tus mandamientos; no me abandones del todo.'

Jeremías 20:4

Pues así dice Yahvé: He aquí que te traeré el terror a ti y a todos tus amigos. Y caerán a la espada de sus enemigos a tus propios ojos, y entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, adonde los llevará cautivos y los hará morir a espada.

Jeremías 34:3

y tú no escaparás de sus manos, sino que serás hecho prisionero y le serás entregado, y verás con tus ojos al rey de Babilonia, y te hablará boca a boca, y serás llevado a Babilonia.

Jeremías 44:30

Así dice Yahvé: Yo entregaré al faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida.