Jeremías 31:9 - Biblia Nacar-Colunga

⁹ Salieron entre llantos, y los guiaré con consolaciones; yo los guiaré a las corrientes de las aguas, por caminos llanos para que no tropiecen, pues yo soy el Padre de Israel, y Efraím es mi primogénito.'

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Biblia Reina Valera 1960

⁹ Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Por sus rostros correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán. Pues soy el padre de Israel, y Efraín es mi hijo mayor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Partieron en medio de lágrimas, pero los hago regresar contentos; los voy a llevar a los arroyos por un camino plano para que nadie se caiga. Pues he llegado a ser un padre para Israel y Efraím es mi primogénito.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Si marcharon llorando, Los haré volver entre consuelos, Y los haré andar junto a torrentes de aguas, Por una vía llana y sin tropiezo, Porque Yo soy a Israel por Padre, Y Efraín es mi primogénito.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Vienen con llanto y los guío con alivio; los llevo a torrentes de agua, por camino recto, donde no tropiecen, porque soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito'.

Jeremías 31:9 交叉引用

Mateo 5:4

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.

Jeremías 3:4

¿Por ventura no me invocas desde ahora: “Padre mío, tú eres el esposo de mi juventud”?

Éxodo 4:22

pero tú le dirás: Así habla Yahvé: Israel es mi hijo, mi primogénito.

Jeremías 50:4

Entonces, en aquellos días, vendrán los hijos de Israel, y con ellos los hijos de Judá. Seguirán su camino llorando y buscarán a Yahvé, su Dios.

Jeremías 31:20

¿No es Efraím mi hijo predilecto, mi niño mimado? Pue cuantas veces trato de amenazarle, me acuerdo de él; por eso se conmueven mis entrañas por él, y tengo que tener piedad de él, oráculo de Yahvé.'

Isaías 63:13

el que los condujo por los abismos como a caballo por el desierto, sin que tropezaran?

Salmos 23:2

Me hace recostar en verdes pastos y me lleva a frescas aguas.

Apocalipsis 7:17

porque el Cordero, que está en medio del trono, los apacentará y los guiará a las fuentes de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.

Lucas 6:21

Bienaventurados los que ahora padecéis hambre, porque seréis hartos. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.

Mateo 6:9

Así, pues, habéis de orar vosotros: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre,

Zacarías 12:10

Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén un espíritu de gracia y de oración, y alzarán sus ojos a mí. Y aquel a quien traspasaron le llorarán como se llora al unigénito, y se lamentarán por él como se lamenta por el primogénito.

Jeremías 3:19

Y yo me pregunté: ¿Cómo voy a contarte entre los hijos y darte una tierra deliciosa, la heredad más preciosa entre las naciones? Y me contestaba: Me llamarás “mi padre” y no te separarás de mí.

Isaías 64:8

(7) Mas ahora, ¡oh Yahvé! tú eres nuestro Padre; nosotros somos la arcilla, y tú nuestro alfarero, todos somos obra de tus manos.'

Isaías 57:14

Y se dirá: Abrid, abrid camino, allanadlo, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo;'

Hebreos 12:23

a la congregación de los primogénitos, que están escritos en los cielos, y a Dios, Juez de todos, y a los espíritus de los justos perfectos,

Hebreos 12:13

y enderezad vuestros pasos, para que los rengos no se salgan del camino, antes bien sean curados.

Hebreos 5:7

El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal oraciones y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que era poderoso para salvarle de la muerte, fue escuchado en razón de su piedad.

2 Corintios 6:18

y seré vuestro padre, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.”

Romanos 8:26

Y el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, pues qué hayamos de pedir, como conviene, no sabemos; mas el mismo Espíritu aboga por nosotros con gemidos inefables,'

Mateo 3:3

Este es aquel de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: “Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas.”

Oseas 12:4

(3) En el seno suplantó a su hermano y en su vigor luchó con Dios.

Isaías 63:16

Porque tú eres nuestro padre, pues Abraham no nos conoce ni Israel nos reconoce, pero tú eres, ¡oh Yahvé! nuestro Padre, y “Redentor nuestro” es tu nombre desde la eternidad.

Deuteronomio 32:6

¿Así pagas a Yahvé, pueblo loco y necio? ¿No es El el padre que te crió, el que por sí mismo te hizo y te formó?”

1 Crónicas 29:10

David bendijo a Yahvé ante toda la asamblea, diciendo: “Bendito tú, ¡oh Yahvé! Dios de Israel, nuestro padre, de siglo en siglo.

Números 2:18

Al occidente, la enseña de Efraím; el jefe de los hijos de Efraím es Elisama, hijo de Amiud,'

Salmos 89:27

El me invocará, diciendo: “Tú eres mi padre, mi Dios y la Roca de mi salvación.”

Salmos 107:7

Y los llevó por camino derecho, para que llegaran a la ciudad habitada.

Isaías 42:16

Llevaré a los ciegos por un camino ignorado, los conduciré por senderos desconocidos. Ante ellos tornaré en luz las tinieblas, y en llano lo escarpado. Estas cosas haré yo y los dejaré.

Isaías 43:20

y me glorificarán las bestias del campo, los chacales y los avestruces, porque di agua en el desierto, y torrentes en la estepa,

Isaías 45:11

Así dice Yahvé, el Santo de Israel y su hacedor: ¿Me vais a interrogar sobre el futuro, sobre mis hijos? sobre la obra de mis manos, ¿me vais a dar órdenes?

Oseas 3:5

Luego volverán los hijos de Israel y buscarán a Yahvé, su Dios, y a David, su rey, y se apresurarán a venir temerosos a Yahvé y a su bondad al fin de los días.

Malaquías 2:10

¿No tenemos todos un Padre? ¿No nos ha criado a todos un Dios? ¿Por qué, pues, obrar pérfidamente unos con otros, quebrantar el pacto de nuestros padres?

Deuteronomio 14:1

“Vosotros sois hijos de Yahvé, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os decalvéis entre los ojos por un muerto.