Isaías 32:2 - Biblia Nacar-Colunga

² Cada uno será como abrigo contra el viento, corno refugio contra la tempestad, como corriente de agua en tierra sedienta, como sombra de una gran roca en tierra desértica.

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Biblia Reina Valera 1960

² Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Cada uno será como refugio del viento y resguardo de la tormenta, como corrientes de agua en el desierto y sombra de una gran roca en tierra reseca.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Cada uno de ellos será como un cortaviento, o como un refugio para guarecerse del temporal. Serán como un río que corre por el desierto o como la sombra de un cerro en medio de una llanura calurosa.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Aquel varón será como abrigo del viento, Como refugio contra la tempestad, Como corrientes de aguas en tierra seca, Como sombra de roca maciza en tierra calurosa.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Será cada uno como abrigo contra el viento, como refugio contra el temporal, como arroyos de agua en erial, como sombra de roca maciza en tierra agostada.

Isaías 32:2 交叉引用

Isaías 25:4

Porque fuiste tú un refugio para el humilde, refugio para el pobre en su angustia, cobijo contra la tempestad, sombra contra el calor, pues el aliento de los tiranos es como una borrasca de invierno 1 .

Isaías 44:3

porque yo derramaré aguas sobre el (suelo) sediento, y arroyos sobre la (tierra) seca, y efundiré mi espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tus retoños,

Isaías 9:6

Porque nos ha nacido un niño, nos ha sido dado un hijo que tiene sobre los hombros la soberanía, y que se llamará maravilloso consejero, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz,

Zacarías 13:7

Álzate, espada, contra mi pastor, contra el hombre de mi compañía, oráculo de Yahvé de los ejércitos. Hiere al pastor y que se disperse el rebaño, y yo volveré mi mano sobre los pequeños.

Isaías 43:20

y me glorificarán las bestias del campo, los chacales y los avestruces, porque di agua en el desierto, y torrentes en la estepa,

Isaías 41:18

Yo haré brotar manantiales en las alturas peladas, y fuentes en medio de los valles. Tornaré el desierto en estanque, y la tierra seca en corrientes de aguas.

Isaías 7:14

El Señor mismo os dará por eso la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz, y le llama Emmanuel.

Salmos 143:9

Líbrame de mis enemigos, ¡oh Yahvé! pues a ti recurro.

Apocalipsis 22:1

Y me mostró un río de agua de vida, clara como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

1 Timoteo 3:16

Y sin duda que es grande el misterio de la piedad: “Que se ha manifestado en la carne, ha sido justificado por el Espíritu, ha sido mostrado a los ángeles, predicado a las naciones, creído en el mundo, ensalzado en la gloria.”

Juan 7:37

El último día, el día grande de la fiesta, se detuvo Jesús y gritó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

Isaías 28:17

Y del derecho haré regla, y de la justicia haré nivel. Y la granizada echará abajo el abrigo de la mentira, y las aguas torrenciales inundarán el refugio.

Salmos 63:1

Salmo de David. Cuando estaba en el desierto de Judá.

Salmos 32:7

Tú eres mi asilo; de la angustia me guardas, de cantos de liberación me rodeas, Seldh ll.'

Salmos 91:1

El que habita al amparo del Altísimo y mora a la sombra del Todopoderoso,

Isaías 12:2

Este es el Dios de mi salvación, en él confío y nada temo, porque mi fuerza y mi canto es Yahvé. El ha sido para mí la salud.

Isaías 16:3

Resuelve, decide, haz a tu sombra como de noche en pleno mediodía, oculta a los desterrados, no descubras al fugitivo.

Isaías 43:19

pues he aquí que voy hacer una obra nueva, que ya está germinando; ¿no la conocéis? Ciertamente voy a poner un camino en el desierto, y ríos en la estepa,'

Jeremías 33:14

He aquí que vienen días — oráculo de Yahvé — en que yo cumpliré la buena palabra que yo he pronunciado sobre la casa de Israel y sobre la casa de Judá.

Lamentaciones 4:20

Res. — El que era el aliento de nuestra boca, el ungido de fue capturado en su trampa, Yahvé, aquel de quien decíamos: A su sombra viviremos entre las naciones.