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Habacuc 1:3 - Biblia Nacar-Colunga

3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y soportas la vista de la aflicción,y la opresión y la violencia se hallan ante mí, y surgen la querella y la discordia?

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Biblia Reina Valera 1960

3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 ¿Tendré siempre que ver estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y pelear.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¿Por qué me obligas a ver la injusticia? ¿Acaso tus ojos soportan la opresión? Sólo observo robos y atropello y no hay más que querellas y altercados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y me constriñes a mirar la opresión? La violencia y la destrucción me confrontan; surgen contiendas y se levantan pleitos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ¿Por qué me muestras la iniquidad y me descubres la desgracia? Me pones delante pillaje y violencia; surgen disputas y discordias.

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Habacuc 1:3
16 交叉引用  

Pues siempre que hablo tengo que gritar, tengo que clamar: “¡Ruina y devastación!” Y todo el día la palabra de Yahvé es oprobio y vergüenza para mí.


El fruto del campo es para todos, y aun el rey es para el campo.


al justo que habitaba entre ellos diariamente y sentía su alma atormentada viendo y oyendo sus obras inicuas.


Os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.'


Tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo a sus palabras, aunque te sean cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras, no tengas miedo de su cara, porque son gente rebelde.


Tórneme y vi las violencias que se hacen debajo del sol, y las lágrimas de los oprimidos, sin tener quién los consuele, y la fuerza en mano de los opresores, tener sin aquéllos consolador.


¡Ay de mí, madre mía, pues me engendraste, soy objeto de querella y de contienda para toda la tierra! A nadie presté, nadie me prestó, y, sin embargo, todos me maldicen.


¿Por qué salí del seno materno para no ver sino trabajo y dolor y acabar mis días en la afrenta ?


Pues bien, la viña de Yahvé de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su amado plantío. Esperaba de ellos juicio, pero sólo hubo sangre vertida; justicia, y hete aquí gritería.'


Oídme, hombres de duro corazón, que estáis lejos de la justicia.


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