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Génesis 19:14 - Biblia Nacar-Colunga

14 Salió, pues, Lot para hablar a sus yernos, los que habían de tomar por mujeres a sus hijas, y les dijo: “Levantaos y salid de este lugar, porque va a destruir Yahvé esta ciudad”; y les pareció a sus yernos que se burlaba.'

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Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Entonces Lot salió con prisa a contarles a los prometidos de sus hijas: «¡Rápido, salgan de la ciudad! El Señor está a punto de destruirla»; pero los jóvenes pensaron que lo decía en broma.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Salió entonces Lot y dijo a sus yernos, a los que iban a casarse con sus hijas: 'Levántense y salgan de aquí, pues Yavé va a destruir la ciudad. Pero ellos creían que Lot estaba bromeando.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar a sus hijas, y les dijo: ¡Levantaos! ¡Salid de este lugar, porque YHVH va a destruir esta ciudad! Pero a sus yernos les pareció que bromeaba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Salió Lot, y habló a sus yernos, los que iban a desposarse con sus hijas, diciéndoles: 'Levantaos, salid de este lugar, porque Yahveh va a destruir la ciudad'. Pero a los yernos les pareció que bromeaba.

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Génesis 19:14
26 交叉引用  

“Apartaos de esa turba, que voy a destruirla en seguida.”


-(10) “Quitaos de en medio de esa turba, que voy luego a destruirla.” Ellos se prosternaron rostro a tierra,


Huid de Babel; salve cada uno su vida, no perezcáis por su iniquidad. Es el tiempo de la venganza de Yahvé, va a darle según su merecido.'


y habló a la congregación, diciendo: “Apartaos luego de las tiendas de estos impíos; no toquéis nada suyo, para que no perezcáis por sus pecados.”


Fueron, pues, los emisarios de ciudad en ciudad por tierra de Efraím y de Manases, hasta Zabulón; pero las gentes se reían y se burlaban de ellos.'


Guando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se echaron a reír, otros dijeron: Te oiremos sobre esto otra vez.


pero a ellos les parecieron desatinos tales relatos y no los creyeron.


dijo: Retiraos, que la niña no está muerta: duerme. Y se reían de El.


Tú me sedujiste, ¡oh Yahvé! y yo me dejé seducir. Tú eras el más fuerte, y fui vencido. Ahora soy todo el día la irrisión, la burla de todo el mundo.


Y ahora no os burléis, no sea que se aprieten vuestras ataduras, pues decretada está la ruina sobre toda la tierra. Yo se lo he oído al Señor, Yahvé de los ejércitos.


El que reprendido endurece su cerviz, de repente será quebrantado sin remedio.


Pero ellos hicieron escarnio de los mensajeros de Dios y menospreciaron sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Dios contra su pueblo y ya no hubo remedio.


Guando se dicen: “Paz y seguridad,” entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores del parto a la preñada, y no escaparán.


Al acercarse, el demonio lo echó por tierra y lo agitó fuertemente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, y curó al niño y se lo entregó a su padre.


La concepción de Jesucristo fue así: Estando desposada María, su madre, con José, antes de que conviviesen, se halló haber concebido María del Espíritu Santo.


Aquella noche llamó el faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: “Id, salid de en medio de nosotros, vosotros y los hijos de Israel, e id a servir a Yahvé, como habéis dicho.


Pero los que no atendieron a la palabra de Yahvé, dejaron a sus siervos y a sus ganados en el campo.


Pero apresúrate a refugiarte en ella, pues no puedo hacer nada mientras en ella no hayas entrado tú.” Por eso se dio a aquella ciudad el nombre de Soar.


Una vez fuera, le dijeron: “Sálvate; no mires atrás y no te detengas en parte alguna del contorno; huye al monte si no quieres perecer.”


En cuanto salió la aurora, dieron prisa los ángeles a Lot, diciéndole: “Levántate, toma a tu mujer y a las dos hijas que tienes, no sea que perezcas tú también por las iniquidades de la ciudad.”


Sucedió, pues, que, cuando Jeremías acabó de hablar a todo el pueblo las palabras de Yahvé, su Dios, todo cuanto Yahvé, su Dios, le había encargado decirles,


Azarías, hijo de Mahasías; Yojanán, hijo de Qareaj, y todos los hombres soberbios, dijeron a Jeremías: Es mentira lo que dices, no te ha enviado Yahvé, nuestro Dios, para decirnos: No vayáis a habitar en Egipto.'


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