Yahvé dijo a Moisés: “Di a Aarón: Toma el cayado y tiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales, sobre sus estanques y sobre todas sus reuniones de aguas. Todas se convertirán en sangre, y habrá sangre en todo Egipto, lo mismo en las vasijas de madera que en las vasijas de piedra.”
Yahvé de los ejércitos levantará contra ellos el azote, como cuando hirió a Madián en la roca de Joreb, y el mar con su báculo, como lo levantó un día en Egipto,
que yo estaré ante ti en la roca que hay en Horeb. Hiere la roca, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.” Hízolo así Moisés en presencia de los ancianos de Israel,
Yahvé dijo a Josué: “Tiende hacia Hai el dardo que llevas en la mano, porque voy a poner en tu poder la ciudad.” Josué tendió hacia la ciudad el dardo que tenía en la mano,
Entonces dijo él a Guejazi: “Cíñete los lomos, toma en tu mano mi bordón, y si a alguno encuentras, no le saludes siquiera, y si alguno te saluda, no le respondas, y pon mi bordón sobre la cara del niño.”