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Eclesiastés 10:19 - Biblia Nacar-Colunga

19 Se hacen para alegrarse los banquetes, y el vino alegra la vida, y el dinero sirve para todo.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Una fiesta da alegría; un buen vino, felicidad; ¡y el dinero lo da todo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 hacen banquetes para divertirse; se dan sus pasatiempos con el vino: ¡ el dinero lo resolverá todo!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Por placer se hace el banquete, Y el vino alegra la vida, Y el dinero sirve para todo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Para divertirse se preparan los banquetes: el vino alegra la vida y el dinero sirve para todo.

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Eclesiastés 10:19
33 交叉引用  

y el vino, que alegra el corazón del hombre, y el aceite, que hace lucir sus rostros, y el pan, que sustenta el corazón del hombre.


Basta ya de hacer, como en otro tiempo, la voluntad de los gentiles, viviendo en desenfreno, en liviandades, en crápula, en comilonas y embriagueces y en abominables idolatrías.


y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes almacenados para muchos años; descansa, come, regálate.'


Gritería por el vino en las calles, se oscureció toda alegría, desterróse de la tierra el júbilo.


Pe Es generoso y distribuye a los pobres; Sade su justicia permanece para siempre. Qp/Su poder se exaltará gloriosamente.'


Los discípulos resolvieron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea,


pues vendían sus posesiones y haciendas y las distribuían entre todos, según la necesidad de cada uno.


Y yo os digo: Con las riquezas injustas haceos amigos, para que, cuando éstas falten, os reciban en los eternos tabernáculos.


Juana, mujer de Jusa, administrador de Herodes, y Susana, y otras varias que le servían de sus bienes.


Díjole Jesús: Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres y tendrás un tesoro en los cielos, y ven y sígueme.


Mas, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca, y en ella hallarás un estater; tómalo y dalo por mí y por ti.'


pero su ganancia y su salario serán consagrados a Yahvé; no serán guardados ni atesorados, sino que serán para los que habitan ante Yahvé, para nutrirlos hasta la saciedad y vestirlos con esplendor.'


y dije: “Nosotros, según nuestras facultades, hemos rescatado a nuestros hermanos los judíos, vendidos a las gentes, ¿y ahora venderíais vosotros mismos a vuestros hermanos, y éstos serán ven didos a nosotros?” Callaron, no teniendo nada que responder.


Todos los que habitaban en derredor suyo les dieron objetos de plata y oro, utensilios, ganados y cosas preciosas, a más de los dones voluntarios,


Pero el rey dijo a Ornan: “No, quiero comprártela por su valor en plata, pues no voy a presentar yo a Yahvé lo que es tuyo ni a ofrecerle un holocausto que no me cuesta nada.”


y había dado orden a sus criados, diciendo: “Estad atentos, y cuando el corazón de Amnón se haya alegrado con el vino y os diga yo: Herid a Amnón, matadle, y no temáis, que yo os lo mando. Esforzaos, pues, y tened valor.”


Volvióse Abigaíl a casa de Nabal. Hallábase éste sentado a un gran banquete, como de rey, y estaba enteramente ebrio. Nada le dijo ella, ni poco ni mucho, hasta ser de día;'


Y les contestó la vid: ¿Voy yo a renunciar a mi mosto, alegría de Dios y de los hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?


Cuando les pusieron delante las porciones, la de Benjamín era cinco veces mayor que la de cada uno de los otros, y bebieron y estuvieron muy alegres en compañía suya.


Ve, come alegremente tu pan y bebe tu vino con alegre corazón, pues que se agrada Dios en tus buenas obras.


Me propuse regalar mi carne con el vino, mientras daba mi mente a la sabiduría, y me di a la locura, hasta llegar a saber qué fuese para el hombre lo mejor de cuanto acá abajo se hace durante los contados días de su vida.


Bajó, pues, Sansón a casa de la mujer, y Sansón dio allí un banquete, según la costumbre de los mozos.


El día séptimo, alegre por el vino el corazón del rey, mandó éste a Mahuman, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, los siete eunucos que servían ante el rey Asuero,


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