Daniel respondió delante del rey diciendo: Lo que pide el rey es un misterio que ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos son capaces de descubrir al rey; pero hay en los cielos un Dios que revela lo secreto y que ha dado a conocer al rey Nabucodono-sor lo que sucederá en el correr de los tiempos.'
A la mañana estaba perturbado su espíritu y mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto; les contó su sueño, pero no hubo quien lo interpretara.'
Ambas cosas te vendrán de repente, en un mismo día: la orfandad y la viudez en toda su plenitud vendrán sobre ti a pesar de tus numerosos agüeros y de tus poderosos encantamientos.
de hermosa copa y de tan abundante fruto que había en él alimento para todos, y bajo el cual se resguardaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,