2 Samuel 1:19 - Biblia Nacar-Colunga

¹⁹ “Tu gloria, Israel, ha perecido en tus montes. ¿Cómo cayeron los héroes?

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ ¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas! ¡Cómo han caído los valientes!

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ ¡Oh Israel, tu orgullo y tu alegría yacen muertos en las colinas! ¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ ¡Ay, la gloria de Israel pereció en los montes! ¿Cómo cayeron esos héroes?

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ ¡Ay del esplendor de Israel, herido en tus alturas! ¡Cómo han caído los valientes!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ '¡Ha perecido en tus montes tu gloria, oh Israel! ¡Cómo han caído los héroes!

2 Samuel 1:19 交叉引用

2 Samuel 1:27

¿Cómo han caído los héroes? ¿Cómo han perecido las armas del combate?”

2 Samuel 1:25

¿Cómo han caído los héroes en medio de la batalla? ¿Cómo fue traspasado Jonatán en las alturas?

Lamentaciones 5:16

Cayó de nuestra cabeza la corona. ¡Ay de nosotros, que hemos pecado!

Zacarías 11:10

Tomé luego mi cayado “benevolencia” y lo rompí, para deshacer el pacto que había concertado con todos los pueblos,

Zacarías 11:7

Hícerrie, pues, pastor del rebaño de la matanza para los compradores del rebaño, y tomé dos cayados, dando al uno por nombre “benevolencia” y al otro “unión” y me puse a apacentar el rebaño.

Lamentaciones 2:1

Alef. — Cómo oscureció en su ira el Señor a la hija de Sión! Precipitó del cielo a la tierra la magnificencia de Israel y no se acordó del escabel de sus pies el día de su ira.

Isaías 4:2

En aquel día será el renuevo de Yahvé gloria y ornato, y el fruto de la tierra, grandeza y honra de los que de Israel quedaren.

2 Samuel 1:23

Saúl y Jonatán, amados y queridos, inseparables en vida, tampoco se separaron en la muerte, más ágiles que las águilas, más fuertes que los leones.

1 Samuel 31:8

Al día siguiente vinieron los filisteos para despojar a los muertos, y hallaron a Saúl y a sus tres hijos que yacían sobre los montes de Gelboé.

Isaías 53:2

Sube ante él como un retoño, como raíz de tierra árida. No hay en él parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para que en él nos complazcamos.