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1 Samuel 2:29 - Biblia Nacar-Colunga

29 ¿Por qué, pues, envidias mis víctimas y mis ofrendas, las que yo mandé se ofreciesen en mi casa, y tienes en más a tus hijos que a mí, engordándoos de lo mejor de todas las oblaciones de Israel, mi pueblo?

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Biblia Reina Valera 1960

29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Entonces, ¿por qué menosprecian mis sacrificios y ofrendas? ¿Por qué les das más honor a tus hijos que a mí? ¡Pues tú y ellos han engordado con lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 ¿Por qué ahora desacreditan los sacrificios y las ofrendas que he ordenado en mi casa? Has tenido más miramientos con tus hijos que conmigo y has dejado que engorden con lo mejor de las ofrendas que presenta mi pueblo de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¿Por qué pues despreciáis mis sacrificios y mis ofrendas, que Yo ordené en mi Tabernáculo? ¿Y por qué honras a tus hijos antes que a mí, para engordaros con lo más pingüe de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 ¿Por qué, pues, pisoteáis mi sacrificio y mi ofrenda, los que yo dispuse de manera estable, y por qué tú honras más a tus hijos que a mí, permitiendo que se ceben con lo más selecto de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

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1 Samuel 2:29
22 交叉引用  

El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí;'


“Comió Jacob y se hartó, engordó Yesurún y recalcitró — engordaste, te cebaste, te henchiste —, y volvió la espalda a Dios, su Hacedor, y despreció al Dios de su salvación.


Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo.


Mas la sabiduría de arriba es primeramente pura, luego pacífica, modesta, indulgente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía,


Enviáronle discípulos suyos con herodianos para decirle: Maestro, sabemos que eres sincero, y que con verdad enseñas el camino de Dios sin darte cuidado de nadie, y que no tienes acepción de personas.


Así habla Yahvé contra los profetas que descarrían a mi pueblo, que muerden con sus dientes mientras claman: “Paz,”y al que no les pone algo en la boca, le declaran la guerra santa.


Se alimentan de los pecados de mi pueblo y codician sus iniquidades. Y lo que del pueblo será, eso será también del sacerdote. Yo los castigaré según sus caminos y los retribuiré según sus obras.


Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel. Profetiza diciéndoles: Así habla el Señor, Yahvé: Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! Los pastores ¿no son para apacentar el rebaño?


Se reunió en Silo toda la asamblea de los hijos de Israel y alzaron allí el tabernáculo de la reunión. El territorio estaba sometido.


El que dijo a su padre: No te conozco, y a sus hermanos no consideró, y desconoció a sus hijos por haber guardado tus palabras, por haber observado tu pacto.


No hagas injusticia en tus juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzga a tu prójimo según justicia'


De manera que desde ahora a nadie conocemos según la carne; y aun a Cristo, si le conocimos según la carne, pero ahora ya no así.'


porque ésos no sirven a nuestro Señor Cristo, sino a su vientre, y con discursos suaves y engañosos seducen los corazones de los incautos.


Vosotras, por dos puñados de cebada o dos pedazos de pan, me deshonráis ante mi pueblo, predicando la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá, y engañando así a mí pueblo, que se cree las mentiras.


Yo le he dicho que iba a castigar a su casa para siempre por el crimen que él sabía que sus hijos maldecían a Dios, y él no los corrigió.


¡Oh Yahvé! yo amo la morada de tu casa, el lugar en que se asienta tu gloria.


Así habla el Señor, Yahvé: Heme aquí contra los pastores para requerir de su mano mis ovejas. No les dejaré ya rebaño que apacienten, no serán más pastores que a sí mismos se apacienten. Les arrancaré de su boca mis ovejas, no serán ya más pasto suyo.


tómenlo los sacerdotes y empléenlo en reparar la casa de Yahvé, en todo lo que necesite reparación.”


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