Por amor a Sion no guardaré silencio. Por amor a Jerusalén no descansaré hasta que rompa la aurora de su justicia y arda la antorcha de su salvación.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te fueron enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina reúne sus polluelos bajo las alas, y ustedes no quisieron!
¡Grande es Yavé y digno de suprema alabanza! En la ciudad de nuestro ʼElohim, su Montaña Santa.Como tu Nombre, oh ʼElohim, Así es tu alabanza hasta los confines de la tierra. Tu mano derecha está llena de justicia.¡Alégrese la Montaña Sion! ¡Regocíjense las hijas de Judá A causa de tus juicios!Anden alrededor de Sion y rodéenla. Cuenten sus torres.Observen atentamente su muro exterior. Contemplen sus palacios Para que lo cuenten a la generación venidera.Porque este ʼElohim es nuestro ʼElohim, Eternamente y para siempre. ¡Él nos guiará hasta la muerte!Hermosa elevación, el gozo de toda la tierra Es la Montaña Sion en el lejano norte, la ciudad del gran Rey.
¡Oh Jerusalén, sobre tus muros puse centinelas! Nunca callarán en todo el día ni en toda la noche. Ustedes los que se acuerdan de Yavé no se den reposo.No le den reposo hasta que Él restablezca a Jerusalén, hasta que convierta a Jerusalén en la alabanza de la tierra.
¡Cómo quedó asolada la ciudad populosa! La grande entre las naciones es como una viuda. La señora de las provincias es tributaria.
Ciertamente Yo convierto a Jerusalén en copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor. Cuando esté sitiada Jerusalén, también estará contra Judá.Aquel día Yo pondré a Jerusalén como piedra pesada a todos los pueblos. Todos los que se la carguen serán despedazados. Y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
Entonces les dije: Ustedes ven el mal en el cual estamos, cómo Jerusalén está destruida y sus puertas devastadas por el fuego. ¡Vengan y reedifiquemos el muro de Jerusalén, para que ya no estemos en oprobio!
ʼAdonay Yavé dice: Ésta es Jerusalén. La coloqué en el centro de las naciones, rodeada de tierras.
Todos los que sobrevivan de las naciones que llegaron contra Jerusalén subirán de año en año a adorar al Rey, Yavé de las huestes, y a celebrar la solemnidad de las Cabañas.
Pero escogí a Jerusalén para que mi Nombre more allí, y escogí a David para que fuera rey de mi pueblo Israel.
¡Despierta! ¡Despierta! Cúbrete con tu poder, oh Sion. Cúbrete con tu ropa de gala, oh Jerusalén, Ciudad Santa. Porque nunca jamás volverá a entrar en ti algún incircunciso o impuro.
Pues él tendrá una tribu, por amor a mi esclavo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que Yo escogí entre todas las tribus de Israel.
Tu ʼElohim comandó tu fuerza. Oh ʼElohim, Tú actuaste por nosotros. Muéstrate fuerte.Por causa de tu Templo en Jerusalén los reyes te traerán regalos.
Si me olvido de Ti, oh Jerusalén, Que mi mano derecha pierda su destreza.Que mi lengua se pegue a mi paladar Si no te recuerdo, Si no exalto a Jerusalén por encima de mi mayor gozo.
Cuando llegó cerca y vio la ciudad, lloró por ellay dijo: ¡Si tú supieras hoy lo que corresponde a tu paz! Pero por ahora no puedes verlo.Porque vendrán días cuando tus enemigos levantarán cerco contra ti, te rodearán, te estrecharán por todas partes,te arrasarán con tus hijos dentro de ti y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no reconociste el tiempo de tu supervisión.
¡Despierta! ¡Despierta! Cúbrete con tu poder, oh Sion. Cúbrete con tu ropa de gala, oh Jerusalén, Ciudad Santa. Porque nunca jamás volverá a entrar en ti algún incircunciso o impuro.Yavé descubrió su santo brazo a la vista de todas las naciones. Todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro ʼElohim.Apártense, apártense, salgan de allí. No toquen cosa impura. Salgan de en medio de ella. Purifíquense los que llevan los utensilios de Yavé.No saldrán apresurados ni se irán huyendo, porque delante de ustedes irá Yavé, y en la retaguardia el ʼElohim de Israel.Miren, mi Esclavo será prosperado y engrandecido. Será exaltado y levantado muy en alto.De la manera como muchos se asombraron de ti, pueblo mío, así su apariencia fue desfigurada, más que la de cualquier hombre, y su aspecto, más que el de los hijos de hombres.Asombrará a muchas naciones. Los reyes cerrarán la boca ante Él, porque verán lo que nunca fue relatado y comprenderán lo que nunca oyeron.Sacúdete el polvo, ponte en pie. Siéntate, oh Jerusalén. Desata las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sion.
Proclama además: Yavé de las huestes dice: Otra vez rebosarán de prosperidad mis ciudades. Yavé volverá a consolar a Sion, y otra vez escoge a Jerusalén.
La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Yavé de las huestes reine en la Montaña Sion y en Jerusalén, y la gloria esté ante sus ancianos.
Procuren la paz de la ciudad a la cual los deporté. Rueguen a Yavé por ella, porque en la paz de ella tendrán ustedes paz.
Porque Yavé dice: Yo extiendo sobre ella paz como un río y el esplendor de las naciones como un torrente que se desborda. Mamarán, serán llevadas en brazos, y sobre las rodillas las acariciarán.
¡Hablen al corazón de Jerusalén! ¡Proclámenle que su dura milicia terminó, y su culpa fue cancelada! Pues de mano de Yavé recibió el doble por todos sus pecados.
Entonces conocerán que Yo soy Yavé su ʼElohim, quien mora en Sion, mi Montaña Santa. Jerusalén será santa, y los extraños no pasarán más por ella.
Pero se gozarán y se alegrarán para siempre en las cosas que Yo crearé. Ciertamente transformo a Jerusalén en regocijo y a su pueblo en alegría.Me gozaré por Jerusalén y me regocijaré por mi pueblo. Nunca jamás se oirá voz de lamento ni sonido de llanto en ella.
Vi que descendía del cielo, de Dios, la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, preparada como una novia adornada para su novio.
En aquellos días Judá será salvado, y Jerusalén estará segura. Será llamada: Yavé, Justicia Nuestra.
El que de entre ustedes pertenezca a su pueblo, sea su ʼElohim con él. Suba a Jerusalén y reconstruya la Casa de Yavé, el ʼElohim de Israel. Él es el ʼElohim que está en Jerusalén.
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni hacia Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey,
A su hijo le daré una tribu, para que mi esclavo David tenga en él una lámpara delante de Mí todos los días en Jerusalén, la ciudad que Yo escogí para poner allí mi Nombre.
¡Canta y alégrate, hija de Sion, porque ciertamente vengo, y viviré en medio de ti! dice Yavé.
Como ave que revolotea, así Yavé de las huestes amparará a Jerusalén: la amparará, la librará, la preservará y la salvará.
Pero si no me escuchan para santificar el día sábado y no llevar una carga ni introducirla por las puertas de Jerusalén el día sábado, Yo encenderé un fuego en sus puertas que devorará los palacios de Jerusalén y no será apagado.
Sucederá que los que queden en Sion, los que sean dejados en Jerusalén, serán llamados santos, los inscritos entre los vivos en Jerusalén.Cuando ʼAdonay lave la suciedad de las hijas de Sion y limpie la sangre derramada dentro de Jerusalén con un viento justiciero, con soplo devastador,
Los jefes del pueblo vivieron en Jerusalén. Para el resto del pueblo se echaron suertes a fin de que uno de cada diez viviera en Jerusalén, la ciudad santa, y los nueve restantes en las demás ciudades.De los sacerdotes: Jedaías, hijo de Joyarib, Jaquín,Seraías, hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, director del Templo de ʼElohim,y sus hermanos, que hacían la obra del Templo, eran 822; y Adaías, hijo de Jeroham, hijo de Pelalías, hijo de Amsi, hijo de Zacarías, hijo de Pasur, hijo de Malaquías,y sus hermanos, jefes paternos, 242; y Amasay, hijo de Azarael, hijo de Azay, hijo de Mesilemot, hijo de Imer,y sus hermanos, hombres valientes, eran 128, el jefe de los cuales era Zabdiel, hijo de Haguedolim.Y de los levitas: Semaías, hijo de Hasub, hijo de Azricam, hijo de Hasabías, hijo de Buni;y Sabetay y Jozabad, de los jefes de los levitas, dirigían la obra externa del Templo de ʼElohim;y Matanías, hijo de Micaía, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, cantor principal que cantaba las acciones de gracias en la oración, y Bacbuquías, segundo entre sus hermanos, y Abda, hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún.El total de los levitas en la ciudad santa era 284.Los porteros Acub, Talmón y sus hermanos, guardianes de las puertas: 172.El pueblo bendijo a todas las personas que voluntariamente se ofrecieron a vivir en Jerusalén.
Oh ʼAdonay, aparta tu ira y furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu Montaña Santa, según todas tus obras justas. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros antepasados, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de los que nos rodean.
¡Alégrense con Jerusalén! ¡Gócense con ella todos los que la aman! Regocíjense todos los que están de duelo por ella,
Porque desde el día cuando edificaron esta ciudad hasta hoy, fueron para Mí causa de ira y furor, para que la quite de mi Presencia
Nuestros pies están plantados dentro de tus puertas, Oh Jerusalén.Jerusalén está edificada Como una ciudad compacta,
Muchas naciones irán allí y dirán: Vengan, subamos a la Montaña de Yavé, a la Casa del ʼElohim de Jacob. Él nos enseñará sus caminos, y nosotros andaremos en sus sendas. Porque la Ley saldrá de Sion, y de Jerusalén, la Palabra de Yavé.
Muchos pueblos llegarán y dirán: ¡Vengan, subamos a la Montaña de Yavé, a la Casa del ʼElohim de Jacob! Para que nos enseñe con respecto a sus caminos, y nosotros caminemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la Ley y de Jerusalén la Palabra de Yavé.
Porque saldrá un remanente de Jerusalén, y de la montaña Sion saldrán los que se salven. ¡El celo de Yavé de las huestes hará esto!
Sucederá que todo el que invoque el nombre de Yavé será salvo, porque en la Montaña Sion y en Jerusalén quedará un remanente, según dijo Yavé. Y entre los supervivientes estarán los que Yavé llamó.
Yavé dice: En verdad, Yo restauro de la cautividad las tiendas de Jacob. De sus tiendas tendré misericordia. La ciudad será edificada sobre su colina, y el palacio estará en el lugar que le corresponde.
ʼAdonay Yavé sobre Jerusalén dice: Tu origen, tu nacimiento fue cananeo. Tu padre fue amorreo y tu madre hetea.
Al que vence lo estableceré como columna en el Santuario de mi Dios, y que ya nunca jamás salga afuera. Y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi Nombre nuevo.
¡Alégrate mucho, hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira a tu Rey que viene a ti, justo y victorioso, humilde, montado en un pollino de asna.
Convertiré a Jerusalén en una pila de escombros y una guarida de chacales, y a las ciudades de Judá en una desolación sin habitante.
Ciertamente vienen días, dice Yavé, en los cuales será edificada la ciudad de Yavé, desde la torre de Hananeel hasta la Puerta del Ángulo.El cordel de medir saldrá derecho hasta la colina de Gareb, y doblará hasta Goa.Otra vez te edificaré, y quedarás edificada, oh virgen de Israel. Otra vez serás adornada con tus panderos y saldrás en alegres danzas.Todo el valle de los cadáveres y las cenizas, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón hasta la esquina de la Puerta de los Caballos hacia el oriente, estarán consagrados a Yavé. Nunca jamás serán devastados ni destruidos.
Yo soy Quien confirma la Palabra a su esclavo y cumple el plan de sus mensajeros, Quien dice: ¡Jerusalén, serás habitada! Ciudades de Judá, serán reconstruidas. Ruinas, Yo las levantaré.
si en la tierra de sus enemigos, a donde los llevaron cautivos, ellos se vuelven a Ti con todo su corazón y toda su alma, y oran a Ti en dirección a la tierra que diste a sus antepasados, hacia la ciudad que Tú elegiste y a la Casa que edifiqué a tu Nombre,
Como Jerusalén tiene montañas alrededor de ella, Así Yavé está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.
en ese primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí por los rollos que, según la Palabra de Yavé dada al profeta Jeremías, el número de los años que debía durar la desolación de Jerusalén sería 70 años.
Hermosa elevación, el gozo de toda la tierra Es la Montaña Sion en el lejano norte, la ciudad del gran Rey.
Pero por amor a David, Yavé su ʼElohim le dio una lámpara en Jerusalén, al levantar después de él a un hijo suyo, y mantener en pie a Jerusalén,
Yavé dice: Restauraré a Sion, y viviré en Jerusalén. Será llamada Ciudad de la Verdad, la Montaña de Yavé de las huestes, Montaña de Santidad.
Porque Yo te restauraré la salud y sanaré tus heridas, dice Yavé, porque te llamaron la repudiada y dijeron: Ésta es Sion. Nadie la cuida.
En aquel tiempo Jerusalén será llamada Trono de Yavé. Serán reunidas todas las naciones en ella, pues el Nombre de Yavé estará en Jerusalén. Ya no andarán en la terquedad de su perverso corazón.
y que, al comenzar desde Jerusalén, sería predicado en su Nombre el cambio de mente para perdón de pecados a todas las naciones.
Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus solemnidades, las ciudades asoladas estarán llenas de rebaños de hombres. Entonces sabrán que Yo soy Yavé.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: