¿O no sabéis que vuestro cuerpo y templo del en vosotros Santo Espíritu es; a quien tenéis de Dios; y que no sois vuestros? Pues comprados habéis sido por precio. Glorificad ya (y llevad) a Dios en vuestro cuerpo.
Tema general Exhórtoos; pues, hermanos, por las piedades de Dios, que presentéis vuestros cuerpos hostia viviente, santa, bien placiente a Dios; el espiritual culto vuestro;
No ¿sabéis que templo de Dios sois y el Espíritu de Dios en vosotros habita? Si alguno el templo de Dios violare, violará a este Dios; que el templo de Dios sagrado es; los que sois vosotros.
Pues el corporal ejercicio para poco es provechoso; pero la piedad para todo provechosa es, promesa teniendo de vida de la de ahora y de la venidera.
(138:12) Que tú te has posesionado de mis riñones(g), Señor, acogídome del vientre de mi madre. (138:13) Te confesaré que terriblemente te has enmaravillado; maravillosas tus obras, y mi alma conoce sobremanera.
pues nadie alguna vez su carne ha aborrecido, sino que cría y caliéntala, como también el Cristo a la iglesia;
Y el mismo Dios de la paz santifíqueos todo perfectos; e íntegro el espíritu vuestro, y el alma, y el cuerpo irreprensiblemente en la parusia de nuestro Señor Jesucristo se conserven.
No seas prudente ante ti mismo; teme, empero, a Dios, y declina de todo lo malo; entonces sanidad tendrá tu cuerpo, y cuidado, tus huesos.
Sea, pues, que comáis, sea que bebáis, sea que algo hagáis, todo a gloria de Dios haced.
sino que según el que os ha llamado Santo, también vosotros mismos santos en toda conversación haceos; por esto: porque está escrito: (Lv. 11,44.) Santos seréis; porque yo santo soy.
Hijo, a mi decir atiende; y a mis palabras presta tu oreja; para que no se te agoten tus fuentes, guárdalas en el corazón; que vida son para los que la hallan, y para toda carne, sanidad.
Pues he aquí los que se alejan de ti, perecerán; has exterminado a todo el que fornicaba de ti.
No reine, pues, ya el pecado en el mortal cuerpo vuestro para obedecer a sus concupiscencias; ni presentéis vuestros miembros armas(e) de iniquidad al pecado, sino presentaos a Dios, cual si de entre muertos viviendo, y vuestros miembros armas de justicia a Dios.
sino que acardenalo mi cuerpo y esclavizo; no sea que, habiendo a otros predicado, yo mismo réprobo me haga.
dando a los hambrientos fuerza; y a los no doloridos tristeza. Pues hambrearán jóvenes, y trabajarán adolescentes; y elegidos flacos serán; pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g); alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
De las cuales sea, no el exterior, de ensortijamiento y atavíos áureos o uso de vestes, ornato; sino el oculto del corazón hombre(b), en la incorruptibilidad del sosegado y manso espíritu; que es, a faz de Dios, muy precioso.
Mas tú, oh hombre de Dios, esto huye, y corre en pos de justicia, piedad, fe, caridad, paciencia, mansedumbre.
Pues, si según carne viviereis, habéis de morir; mas, si con espíritu los hechos del cuerpo matareis, viviréis.
Así que, hermanos míos amados, estables hacéos, inamovibles, abundando en la obra del Señor siempre; sabiendo que vuestra fatiga no es vana en el Señor.
Y digo: en espíritu caminad, y concupiscencia de carne no satisfagáis, no. Pues la carne codicia contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; pues éstos entre sí se oponen; para que, no lo que queráis, esto hagáis.
Hermanos, yo mismo no pienso haber(g) aprehendido; una cosa empero:(h) ya a lo de atrás olvidando, ya a lo de adelante tendiendo: tras la meta lánzome al premio de la suprema vocación de Dios, en Cristo Jesús.
y será Dios contigo por siempre; y te llenarás según que desea tu alma; y tus huesos se empingüecerán, y serán como huerto embriagado, y como fuente a que no ha faltado agua;
De la paciencia, a ejemplo de Cristo Excelencia de la nueva alianza Por lo tanto; también nosotros, tanta teniendo, que nos cerca, nube de testigos, carga deponiendo toda y el cautivador pecado, por paciencia corramos la que se nos propone, lid, mirando al de la fe autor y consumador, Jesús; quien en vez del que se le proponía gozo, soportó cruz, vergüenza menospreciando; y a la diestra del trono de Dios está sentado.
(13:13) sino revestíos del Señor Jesucristo; y de la carne, el cuidado no hagáis en concupiscencia.
a que depongáis, según(f) la primera conversación, el viejo hombre, el que se corrompe según los apetitos del engaño(g); y a que os renovéis en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis al nuevo hombre, al, según Dios, creado en justicia y santidad de la verdad(h).
¿Y qué convenio a templo de Dios con ídolos? Pues nosotros templo de Dios somos vivientes; según dijo Dios: que habitaré en ellos e iréme caminando en ellos; y seré su Dios; y ellos serán mi pueblo.
Me has manifestado caminos de vida; me llenarás de alegría con tu rostro; deleites en tu diestra hasta el fin.
Los alimentos para el vientre, y el vientre para los alimentos; mas Dios, y a éste y éstos destruirá . Y el cuerpo no para la ramería, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
pues de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para obras buenas, que previno Dios, para que en ellas caminásemos.
La candela de tu cuerpo es el ojo. Si, pues, tu ojo fuere sencillo(f), todo tu cuerpo luminoso será; pero, si tu ojo estuviere malo, todo tu cuerpo tenebroso será. Si pues la luz, la en ti, tinieblas fuere, las tinieblas ¡cuántas(g)!
porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; y el que siembra en el espíritu, del espíritu segará vida eterna.
Luego, pues, no durmamos, cual también los demás, sino velemos y temperémonos. Pues, los que duermen, de noche duermen; y, los que se embriagan, de noche se embriagan; mas nosotros, de día siendo, temperémonos, vistiendo coraza de fe y caridad, y yelmo: esperanza de salvación;
Esto dice el Altísimo en alturas, habitando el siglo, Santo en santo(b), su nombre; Altísimo, en santos reposando; y a pusilánimes dando longanimidad, y dando vida a los del corazón quebrantados.
Continúa la exhortación a la sabiduría Hijo, mis leyes no olvides; y mis palabras observe tu corazón; que largura de edad, y años de vida, y la paz te conciliarán.
lleguémonos con verdadero(k) corazón, en plenitud de fe, rociados(l) los corazones de conciencia mala, y lavados el cuerpo(m) con agua pura;
Explanaciones de la epístola 1ª Estas, pues, teniendo promesas, amados, purifiquémonos de toda mancha de carne y espíritu, consumando santificación en temor de Dios.
Exhórtoos, pues, yo el prisionero en Señor, a que dignamente(a) caminéis del llamamiento con que habéis sido llamados,
Contra la embriaguez, rebelión, injusticia, ociosidad. Casa desenfrenada el vino, y contumeliosa, la ebriedad; y todo insensato en ellos se enreda.
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
La caridad longánima es, bondadosa es; la caridad no cela, no se jacta, no se infla; no avergüenza; no busca lo suyo; no se irrita; no piensa lo malo;
pues sea que vivamos, para el Señor vivimos; sea que muramos, para el Señor morimos. Luego sea que vivamos, sea que muramos, del Señor somos.
Por esto os digo, no os solicitéis de vuestra alma(i), qué comáis o qué bebáis, ni de vuestro cuerpo qué os vistáis ¿Acaso el alma no es más que la comida y el cuerpo que el vestido?
Y todo lo que hiciereis en palabra o en obra, todo, en nombre de Señor Jesucristo; agradeciendo al Dios y Padre, mediante él.
(Ya no agua(i) bebas, sino de vino módico usa por tu estómago y tus frecuentes enfermedades).
Venid a mí, todos los trabajados y recargados, y yo os refrigeraré. Alzad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque suave soy y humilde del corazón, y hallaréis alivio para vuestras almas; que mi yugo es bueno; y mi carga, ligera es.»
De doctrinas varias y peregrinas no seáis llevados; porque hermoso, con gracia afianzarse el corazón; no con viandas, que no aprovecharon a los observantes.
nada por emulación, nada por vanagloria; sino con humildad, el uno al otro considerando superior a sí; no a lo suyo cada cual mirando; sino también a lo de los demás cada cual.
El ejemplo de Cristo enseña tolerancia Pero debemos nosotros los potentes las flaquezas de los impotentes llevar, y no a nosotros mismos placer. Cada uno de nosotros al prójimo plazca para lo bueno, a edificación;
¿No sabéis que los que en estadio corren, todos por cierto corren, pero uno coge el premio? Así corred, para coger. Pero todo el que lucha, de todo se abstiene; aquéllos, a la verdad, para corruptible corona coger; pero nosotros, incorruptible.
Amados, exhorto a que, como advenedizos y peregrinos os abstengáis de los carnales apetitos; los cuales militan contra el alma;
Y los juveniles apetitos huye, y corre en pos de justicia, fe, caridad, paz con los que aman al Señor, de puro corazón.
Por lo demás, hermanos, cuanto es verdadero; cuanto, honesto; cuanto, justo; cuanto, casto; cuanto, amable; cuanto, bien afamado; si alguna virtud y si alguna alabanza —esto pensad.
Principio de sabiduría: «Adquiere sabiduría, y en toda tu adquisición(a) adquiere prudencia(b).
Y por esto mismo también, solicitud toda empleando añadid a vuestra fe la virtud; y, a la virtud, la ciencia; y, a la ciencia, la templanza, y, a la templanza, la paciencia: y, a la paciencia, la piedad;
pero, por gracia de Dios, soy lo que soy; y su gracia, la para conmigo, no vana se hizo; sino que más que ellos todos heme fatigado; aunque no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Como, pues, recibisteis a Cristo Jesús, el Señor, en él caminad, radicándoos y sobreedificándoos en él, y afianzándoos por la fe, según habéis aprendido, abundando, en él, en agradecimiento.
Pues Is. 40,13. ¿quién ha conocido mente del Señor, que le arguya? Y nosotros mente del Señor tenemos.
Y me ha dicho: «Bástate mi gracia; que el poder en flaqueza se perfecciona». Muy a placer, pues, más bien me gloriaré en mis flaquezas, para que se empabellone en mí el poder del Cristo. Por lo cual me complazco en flaquezas, en ultrajes, en necesidades, en persecuciones, y angustias por Cristo; pues, cuando flaqueo, entonces potente soy.
Y no sólo(a), sino que nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación paciencia obra; y la paciencia, probación, y la probación, esperanza; y la esperanza no confunde; porque el amor de Dios difundido está en nuestros corazones por Espíritu Santo el dado a nosotros.
(Salmo 45) La paz mesiánica. (Para el fin; para los hijos de Coré, para los arcanos, salmo) Dios nuestro, refugio y fuerza, ayudador en tribulaciones, las que nos han hallado sobremanera. Por esto no temeremos al conturbarse la tierra y traspor-tarse montes a los corazones de la mar.
Por lo demás, hermanos, confortaos en Señor, y en el poder de su fortaleza. Vestíos la armadura toda de Dios para que podáis afrontar las asechanzas del diablo;
Mentidas las gracias, y vana la hermosura de la mujer; pues mujer discreta es bendecida; y temor del Señor ésta loe.
Vuestras almas habiendo vosotros purificado en la obediencia de la verdad, en fraternidad infingida; de corazón amaos entrañablemente;
(Salmo 62) Deseo del santuario y de Dios. (Salmo para David, cuando estaba en el desierto de Idumea) Dios, Dios mío, a ti madrugo:
Redención gratuita Y ahora así dice el Señor, el Dios que te ha hecho, Jacob; y el que te ha plasmado, Israel: «No temas; que te he redimido; llamádote por tu nombre; mío eres tú. Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
Así luzca vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre el de los cielos.»
Si confesáremos nuestros pecados, fiel es y justo para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.
Pues estimo no dignos los padecimientos del presente tiempo para la gloria que se ha de revelar en nosotros.
Mirad, pues, cómo exactamente caminéis, no como insipientes, sino como sapientes; redimiendo(f) el tiempo; que los días malos son.
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
¿No sabéis que vuestros cuerpos miembros de Cristo son? Quitando, pues, los miembros del Cristo, ¿haré(h) de ramera miembros? ¡No sea!
Cosa humana(f) digo, por la flaqueza de vuestra carne; pues, así como presentasteis vuestros miembros siervos a la inmundicia y a la iniquidad para la iniquidad; así ahora presentad vuestros miembros siervos a la justicia para santificación.
Con Cristo he sido crucificado; y vivo, no ya yo, pero vive en mí Cristo; y lo que ahora vivo en carne, en fe vivo la de Dios y Cristo; el que me amó y se entregó por mí.
para que dé a vosotros, según la riqueza de su gloria, que con potencia seáis corroborados, por su Espíritu en el interior hombre; para que inhabite el Cristo, por la fe, en vuestros corazones;
Y así mismo también el espíritu socorre a nuestra flaqueza; pues, lo que oremos, cual se debe, no sabemos; pero el mismo espíritu intercede con gemidos inefables;
y mirémonos(o) unos a otros, en estímulo de caridad y hermosas obras; no abandonando nuestra congregación, según costumbre de algunos, sino exhortando, y tanto más, cuanto veis acercarse el día(p).
De fruto de justicia, nace árbol de vida; y arrebatadas serán intempestivas las almas de los inicuos.
Y él respondiendo dijo: «Escrito está»: No de pan sólo vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios. Y la paz de Dios, la que supera a todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
Por lo cual no desmayamos, sino que, aunque nuestro exterior hombre se corrompe, empero el interior es renovado día a día. Pues lo, por hoy, leve de la tribulación; va, de demasía en demasía, un eterno peso de gloria obrándonos;
Y el Dios de la esperanza llenaráos de todo gozo y paz en el creer; para que abundéis en la esperanza, en virtud de Espíritu Santo.
porque no es para nosotros la lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los mundipotentes de estas tinieblas, contra lo espiritual(e) de la malicia, en lo celeste.
Tentación no os ha tomado sino humana(c); y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.
¿Por qué compráis por dinero, y vuestro trabajo(a) no para hartura? y comed bienes; y se regalará en bienes vuestra alma.
Mas tú, oh hombre de Dios, esto huye, y corre en pos de justicia, piedad, fe, caridad, paciencia, mansedumbre. Combate el bello combate de la fe; aprehende la eterna vida, para la cual has sido llamado, y has confesado la bella confesión a faz de muchos testigos.
Mortificad, pues, los miembros vuestros, los sobre la tierra: ramería, impureza, pasión(a), apetito malo y la avaricia; la que es idolatría;
Amados, ahora hijos de Dios somos, y aún no ha parecido lo que seremos. Sabemos que, si él pareciere, semejantes a él seremos; porque le veremos, así como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, santifícase, así como aquél santo es.
(Salmo 90) Al amparo divino, seguros estamos. (Loor de cantar, para David) Quien habita en la ayuda del Altísimo, en el amparo del Dios del cielo se albergará. Dirá a Dios: «Acogedor mío eres, y refugio mío, Dios mío», esperaré en él.
Expurgad la vieja levadura, para que seáis nueva masa, así como sois ázimos; pues también pascua nuestra fue inmolado Cristo.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo; quien, según la muchedumbre de su misericordia, nos ha regenerado en esperanza viva, por resurrección de Jesucristo de entre muertos;
Toda escritura, por Dios inspirada, también provechosa para enseñanza, para reprensión, para corrección, para amaestramiento el en justicia; para que perfecto sea el de Dios hombre, para toda obra buena perfeccionado.
Los justificados exentos están de la servidumbre del pecado; ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado, para que la gracia abunde? ¡No sea! Los que hemos muerto al pecado ¿cómo aún viviremos en él?
No seas bebedor de vino; ni te extiendas a festines de contribución, y de carnes compras; pues todo crapuloso y ramerero mendigará; y vestirá roturas y harapos todo soñoliento.
Pues viviente, el verbo de Dios y eficaz, y cortante sobre toda cuchilla bifauce(e); y, pasando hasta la división del alma y espíritu, así de articulaciones como de médulas, y discernidor de intentos y pensamientos de corazón;
Dicha de los buenos Bienaventurado el varón el que no anduvo en consejo de impíos; y en camino de pecadores no paró; y en asiento de pestes(a) no se sentó; sino que en la ley del Señor, su voluntad; y en su ley meditará día y noche.
Por lo cual, deponiendo la mentira, hablad verdad cada cual con su prójimo, pues somos unos de otros miembros.
para caminar dignos del Señor, para toda complacencia, en toda obra buena fructificando
Todo, pues, cuanto quisiereis que a vosotros hagan los hombres, así también vosotros hacedles; que ésta es la ley y los profetas.»
No semejante ayuno yo he elegido, dice el Señor; sino suelta todo lazo de injusticia; disuelve ligaduras de violentos contratos; envía heridos en perdón; y toda escritura injusta desgarra. Parte al hambriento tu pan; y menesterosos vagos introduce en tu casa; si vieres un desnudo, cubre; y a los domésticos de tu simiente no menosprecies.
Cuando yo era párvulo, hablaba, como párvulo; sentía, como párvulo; pensaba, como párvulo; cuando me he hecho hombre, he anulado lo del párvulo.
cada uno, según ha recibido carisma, entre vosotros ministrándolo, como buenos dispensadores de varia gracia de Dios. Si alguno habla, como dichos de Dios; si alguno ministra, como con fuerza que suministra Dios; para que en todo glorificado sea Dios por Jesucristo; a quien es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos; amén.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
Por el siglo no olvidaré, no, tus determinaciones; que en ellas me has vivificado, Señor.
Airaos(i), y no pequéis; el sol no se ponga sobre vuestro airamiento(j); ni deis lugar al diablo.
(Salmo 138) Omnipresencia divina. (Para el fin; salmo para David) Señor, me has probado y conocídome; (138:1) tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; (138:2) tú, entendido todos mis pensamientos, desde lejos; mi senda y mi norma(a) has escudriñado (138:3) y todos mis caminos previstos;
Templaos, velad: vuestro enemigo diablo, como león bramante ronda, buscando a quien devorar; al que resistid, firmes en la fe; sabiendo que las mismas tribulaciones están a vuestros en el mundo hermanos reservadas.
Pues vosotros a libertad habéis sido llamados, hermanos; sólo que no(c) la libertad en ocasión a la carne; empero por la caridad servíos unos a otros.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: