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147 Versículos sobre la Protección de Dios en Momentos de Peligro
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros?
y yo les doy vida eterna. Jamás perecerán y nadie las arrebatará de mi mano, porque mi Padre que me las ha dado es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
de modo que podemos decir confiadamente: MI SEÑOR ES MI AYUDADOR, NO TENDRÉ TEMOR; ¿QUÉ PUEDE HACERME EL HOMBRE?
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para recibir misericordia y hallar gracia para ser auxiliados en tiempo de aflicción.
Y nosotros sabemos que a los que aman a Dios, Él los ayuda en todo para bien, a los que designó anticipadamente para que fueran llamados,
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se las doy como la da el mundo. No se turbe su corazón ni tengan miedo.
En todo somos afligidos, pero no estamos agobiados; fatigados, pero no vencidos; perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruídos;
Que su mente no se complazca en el dinero, sino que lo que tengan les sea suficiente, porque Yahweh mismo dice: 'NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ',
Por lo cual, no estén preocupados por el futuro, porque el futuro se preocupará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.
En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera al temor, porque el temor proviene de la desconfianza, y al que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
que nos ha librado de grandes peligros de muerte, y confiamos en que todavía nos librará,
en tanto son preservados mediante el poder de Dios y mediante la fe, para la vida que está preparada para ser manifestada en los últimos tiempos,
Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero tengan ánimo, yo he vencido al mundo.
porque ustedes no recibieron espíritu de esclavitud para volver a estar en temor, sino que han recibido el espíritu de adopción, por medio del cual exclamamos: ¡Padre, Padre nuestro[5]!
Y el mismo Dios de paz los santifique por completo a todos ustedes, y mantenga irreprensible todo su espíritu, alma y cuerpo, hasta la venida de nuestro Señor Jesucriso. Fiel es el que los llamó, y Él lo hará.
Y el Dios de paz, que por medio de la sangre del pacto eterno levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran Pastor del rebaño, los haga madurar en toda buena obra, para que hagan su voluntad, haciendo Él en nosotros lo que es agradable en su presencia por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria eternemente y para siempre. Amén.
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros, y la paciencia produce experiencia, y la experiencia, confianza;
Ésta es la confianza que tenemos en Él: que en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha.
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