Que bueno es saber que a pesar de los golpes que nos puede dar la vida, tenemos y contamos con el poder de Dios en nuestras vidas. Los hijos de Dios nunca estamos solos ante ninguna circunstancia, Dios está presente siempre, el Señor va delante de ti peleando tus batallas y llenándote de su poder para que obtengas la victoria en esa situación que estás atravesando. En (2 Corintios 12:9-10) Dios te dice que te bastes en su gracia porque su poder se perfecciona en tu debilidad, es hermoso saber que en medio de eso que vives, tus problemas, tu debilidad, Dios está allí perfeccionando su poder en tu vida. Dios nos reviste de su poder (Lucas 24:49) Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto. Contamos con un Dios todo poderoso, para Dios no hay nada imposible él puede hacer lo que sea, confía en él y Dios obrará en tu vida.
Cuando llegó el día de Pentecostés, todos ellos estaban juntos y en el mismo lugar.Están los de Frigia y Panfilia, los de Egipto y los de las regiones de África que están más allá de Cirene. También están los romanos que viven aquí, tanto judíos como prosélitos,y cretenses y árabes, ¡y todos los escuchamos hablar en nuestra lengua acerca de las maravillas de Dios!»Todos ellos estaban atónitos y perplejos, y se decían unos a otros: «¿Y esto qué significa?»Pero otros se burlaban, y decían: «¡Están borrachos!»Entonces Pedro se puso de pie, junto con los otros once, y con potente voz dijo: «Varones judíos, y ustedes, habitantes todos de Jerusalén, sepan esto, y entiendan bien mis palabras.Contra lo que ustedes suponen, estos hombres no están borrachos, pues apenas son las nueve de la mañana.Más bien, esto es lo que dijo el profeta Joel:»Dios ha dicho: En los últimos días derramaré de mi Espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán; sus jóvenes tendrán visiones y sus ancianos tendrán sueños.En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán.Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo.De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y fueron a posarse sobre cada uno de ellos.David era profeta, y sabía que Dios le había jurado que de su linaje humano saldría el Cristo, que se sentaría en su trono.Esto lo vio antes de que sucediera, y habló de la resurrección de Cristo y de que su alma no se quedaría en el Hades, ni su cuerpo se corrompería.Pues a este Jesús Dios lo resucitó, y de eso todos nosotros somos testigos.Y como él fue exaltado por la diestra de Dios, recibió del Padre la promesa del Espíritu Santo, y ha derramado esto que ahora están viendo y oyendo.David mismo no subió a los cielos, pero sí dice: »Dijo el Señor a mi señor: Siéntate a mi derecha,hasta que yo ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.»Sépalo bien todo el pueblo de Israel, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo.»Al oír esto, todos sintieron un profundo remordimiento en su corazón, y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?»Y Pedro les dijo: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, para todos los que están lejos, y para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame.»Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los llevaba a expresarse.
Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban congregados se sacudió, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin ningún temor.
Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»
»Varones israelitas, escuchen mis palabras: Jesús nazareno, que fue el varón que Dios aprobó entre ustedes por las maravillas, prodigios y señales que hizo por medio de él, como ustedes mismos lo saben,fue entregado conforme al plan determinado y el conocimiento anticipado de Dios, y ustedes lo aprehendieron y lo mataron por medio de hombres inicuos, crucificándolo.Pero Dios lo levantó, liberándolo de los lazos de la muerte, porque era imposible que la muerte lo venciera.
Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Apenas había comenzado a hablar cuando el Espíritu Santo se manifestó sobre ellos, como al principio se manifestó en nosotros.
De él dice David: »Siempre veía al Señor ante mí. Él está a mi derecha, y nada me perturbará.Por eso mi corazón se alegró, y mi lengua cantó llena de gozo. Mi cuerpo descansará en la esperanza,porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo se corrompa.Me hiciste conocer los caminos de la vida, y me llenarás de gozo con tu presencia.
Y Pedro les dijo: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.
Al oír esto, todos sintieron un profundo remordimiento en su corazón, y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?»Y Pedro les dijo: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos, para todos los que están lejos, y para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame.»
hasta que venga sobre nosotros el espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil será visto como bosque.
Y como él fue exaltado por la diestra de Dios, recibió del Padre la promesa del Espíritu Santo, y ha derramado esto que ahora están viendo y oyendo.
De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban.
Mientras estaban juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que les dijo: «Esperen la promesa del Padre, la cual ustedes oyeron de mí.Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de algunos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.»
De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los llevaba a expresarse.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Entonces aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y fueron a posarse sobre cada uno de ellos.
Yo voy a enviar sobre ustedes la promesa de mi Padre; pero ustedes, quédense en la ciudad de Jerusalén hasta que desde lo alto sean investidos de poder.»
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre:es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes, y estará en ustedes.
Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de algunos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.»
Fue así como los que recibieron su palabra fueron bautizados, y ese día se añadieron como tres mil personas,
De esto somos testigos nosotros, y también el Espíritu Santo, que Dios ha dado a quienes lo obedecen.»
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley.
»Dios ha dicho: En los últimos días derramaré de mi Espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán; sus jóvenes tendrán visiones y sus ancianos tendrán sueños.
En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán.
Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo.De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban.El sol se oscurecerá, la luna se pondrá roja como sangre, antes de que llegue el día del Señor y se muestre en toda su grandeza.Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
»Después de esto, derramaré mi espíritu sobre la humanidad entera, y los hijos y las hijas de ustedes profetizarán; los ancianos tendrán sueños, y los jóvenes recibirán visiones.»En aquellos días, también sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu.
Y voy a derramar aguas sobre el desierto y ríos sobre la tierra seca, y también voy a derramar mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.
Al ver las muchas maravillas y señales que los apóstoles hacían, todos se llenaban de temor,
Por lo tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sus pecados les sean perdonadosy vieron allí a un hombre cojo de nacimiento. Todos los días era puesto a la entrada del templo, en la puerta llamada «la Hermosa», para pedirles limosna a los que entraban en el templo.y Dios haga venir sobre ustedes tiempos de alivio y les envíe a Cristo Jesús, que ya les fue anunciado.
Mientras Pedro les hablaba así, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que lo escuchaban.Los judíos circuncidados que habían acompañado a Pedro estaban atónitos de que también los no judíos recibieran el don del Espíritu Santo,pues los oían hablar en lenguas y magnificar a Dios.
Apenas había comenzado a hablar cuando el Espíritu Santo se manifestó sobre ellos, como al principio se manifestó en nosotros.Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: “Ciertamente, Juan bautizó con agua; pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.”
Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo estuvo recorriendo las regiones altas. Y sucedió que, cuando llegó a Éfeso, se encontró con algunos discípulosEsto se prolongó durante dos años, así que muchos de los judíos y griegos que vivían en la provincia de Asia llegaron a oír la palabra del Señor.Dios, por medio de Pablo, hacía milagros tan extraordinariosque muchos le llevaban los paños o delantales de los enfermos, y las enfermedades desaparecían y la gente quedaba libre de espíritus malignos.Andaban por ahí algunos judíos exorcistas, que intentaban invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malignos. Les decían: «En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordenamos salir.»Los que hacían esto eran los siete hijos de un judío llamado Esceva, que era jefe de los sacerdotes;pero el espíritu maligno les respondió: «Yo sé quién es Jesús, y sé también quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?»Dicho esto, el hombre que tenía el espíritu malo se arrojó sobre ellos; y los derribó con tanta fuerza que los hizo huir desnudos y heridos.Esto lo supieron todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos, y les entró mucho temor, pero magnificaban el nombre del Señor Jesús.Muchos de los que habían creído venían y confesaban sus malas prácticas.De igual manera, muchos de los que practicaban la magia llevaron sus libros y los quemaron delante de todos. ¡Y el precio de esos libros era de cincuenta mil monedas de plata!y les preguntó: «¿Ustedes recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron en el Señor Jesús?» Y ellos respondieron: «No, ¡ni siquiera habíamos oído hablar del Espíritu Santo!»Y fue así como la palabra del Señor fue extendiéndose y difundiéndose con mucha fuerza.Cuando Pablo vio esto, le pareció que luego de visitar Macedonia y Acaya debía ir a Jerusalén. Decía: «Después de estar allí, tengo que ir a Roma y ver qué pasa allá.»Envió entonces a Macedonia a Timoteo y Erasto, que eran dos de sus ayudantes, pero él se quedó por algún tiempo en Asia.Por esos días hubo un gran disturbio por causa de las enseñanzas del Camino.Resulta que un platero llamado Demetrio hacía réplicas en plata del templo de la diosa Diana, con lo cual ganaban mucho dinero los artífices.Demetrio reunió a los obreros y les dijo: «Amigos míos, ustedes saben que este oficio es para nosotros una buena fuente de ingresos.Pero como han visto y sabido, Pablo ha persuadido a mucha gente de que no son dioses los que hacemos con nuestras manos. De esto ha convencido a mucha gente, no solo en Éfeso sino en casi toda Asia.Esto no solo desacredita y pone en peligro nuestro negocio, sino también al templo de la gran diosa Diana, que es venerada en toda la provincia de Asia y en el mundo entero. ¡Esto la despoja de su divinidad y majestad!»Cuando los artesanos oyeron esto, se llenaron de ira y gritaron: «¡Grande es Diana de los efesios!»La ciudad entera se llenó de confusión, así que todos se fueron al teatro y se llevaron a rastras a Gayo y Aristarco, los compañeros macedonios de Pablo.Pablo les preguntó entonces: «¿Pues qué enseñanza recibieron al ser bautizados?» Y ellos respondieron: «La del bautismo de Juan.»Pablo intentó enfrentarse al pueblo, pero los discípulos no lo dejaron.También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron un mensaje, en el que le rogaban que no se presentara en el teatro.Era tal la confusión entre la concurrencia que unos gritaban una cosa, y otros, otra; aunque la mayoría no sabía para qué se habían reunido.De entre la multitud, los judíos sacaron a empujones a un tal Alejandro, que a señas pidió silencio, pues quería presentar su defensa ante el pueblo;pero cuando supieron que era judío, todos a una voz gritaron durante casi dos horas: «¡Grande es Diana de los efesios!»Una vez que la multitud se apaciguó, el escribano dijo: «Varones efesios, ¿quién no sabe que la ciudad de Éfeso es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen que cayó del cielo?Esto nadie lo puede contradecir. Lo que ustedes deben hacer es calmarse y no actuar con precipitación.Han traído ustedes a estos hombres, que no han profanado ni ofendido a nuestra diosa.Si Demetrio y sus artífices tienen motivo de queja contra alguno, tenemos tribunales, y también procónsules. Ante ellos pueden presentar su acusación.Y si tienen alguna otra demanda, eso puede resolverse en una asamblea legalmente constituida.Pablo les dijo: «El bautismo de Juan enseñaba el arrepentimiento. Le decía al pueblo que tenía que creer en el que vendría después de él, es decir, en Jesús.»Por sucesos como el de hoy, corremos el riesgo de que se nos acuse de sedición, ya que nada justifica una reunión como esta.»Dicho esto, el escribano disolvió la asamblea.Al oír esto, pidieron ser bautizados en el nombre del Señor Jesús.Cuando Pablo les impuso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.
De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.Pero el que examina los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado,
¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!»
También ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa,que es la garantía de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
para que por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, los fortalezca interiormente con poder;
No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención.
Yo sé que por la oración de ustedes, y con el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto redundará en mi liberación,
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los no judíos, y que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
El que desecha esto, no desecha a un hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
Además, Dios la ha confirmado con señales y prodigios, y con diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo, según su voluntad.
De esto nos da testimonio el Espíritu Santo, pues primero dice:«El Señor ha dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente.»Y luego añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.»
El que obedece sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. En esto sabemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que él nos ha dado.
Y es Dios el que nos confirma con ustedes en Cristo, y es Dios el que nos ha ungido,y es Dios el que también nos ha marcado con su sello, y el que, como garantía, ha puesto al Espíritu en nuestros corazones.
Pero Dios es quien nos hizo para este fin, y quien nos dio su Espíritu en garantía de lo que habremos de recibir.
para que en Cristo Jesús la bendición de Abrahán alcanzara a los no judíos, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.
en Cristo, también ustedes son edificados en unión con él, para que allí habite Dios en el Espíritu.
Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,
Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
En esto sabemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que él nos ha dado de su Espíritu.
Todos ellos oraban y rogaban a Dios continuamente, en unión de las mujeres, de María la madre de Jesús, y de sus hermanos.
mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos.
pero Pedro le dijo: «No tengo oro ni plata, pero de lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!»Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó, ¡y al momento se le afirmaron los pies y los tobillos!El cojo se puso en pie de un salto, y se echó a andar; luego entró con ellos en el templo, mientras saltaba y alababa a Dios.
y por la fe en su nombre, a este hombre que ustedes ven y conocen, Dios lo ha restablecido; por la fe en Jesús, Dios lo ha sanado completamente en presencia de ustedes.
Los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que en Samaria se había recibido la palabra de Dios, y enviaron a Pedro y a Juan.Cuando estos llegaron, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos, ya que solo habían sido bautizados en el nombre de Jesús.En cuanto les impusieron las manos, recibieron el Espíritu Santo.
Los judíos circuncidados que habían acompañado a Pedro estaban atónitos de que también los no judíos recibieran el don del Espíritu Santo,
Entonces Pedro dijo: «¿Hay algún impedimento para que no sean bautizadas en agua estas personas, que también han recibido el Espíritu Santo, como nosotros?»
y les preguntó: «¿Ustedes recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron en el Señor Jesús?» Y ellos respondieron: «No, ¡ni siquiera habíamos oído hablar del Espíritu Santo!»
Sobre él reposará el espíritu del Señor; el espíritu de sabiduría y de inteligencia; el espíritu de consejo y de poder, el espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
El Señor ha dicho: «Este será el pacto que haré con ellos: Mi espíritu está sobre ti, y desde ahora y para siempre las palabras que puse en tu boca nunca se apartarán de tus labios, ni de los labios de tus hijos, ni de los labios de tus nietos.»
«Este es mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él, y a las naciones anunciará juicio.
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.De pronto, hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, removió la piedra, y se sentó sobre ella.Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén.
Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,tomarán en sus manos serpientes, y si beben algo venenoso, no les hará daño. Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y estos sanarán.»
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!»
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.»Jesús se refería al Espíritu que recibirían los que creyeran en él. El Espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir.
las cuales se mantenían fieles a las enseñanzas de los apóstoles y en el mutuo compañerismo, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Cuando estos llegaron, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos, ya que solo habían sido bautizados en el nombre de Jesús.En cuanto les impusieron las manos, recibieron el Espíritu Santo.
Ananías fue y, una vez dentro de la casa, le impuso las manos y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.»
Ese mensaje dice que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, y que él anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Bernabé era un hombre bueno, lleno de fe y del Espíritu Santo, así que una gran multitud se agregó para seguir al Señor.
y allí infundían ánimo a los discípulos y los alentaban a mantener la fe. Les decían: «Para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones.»
Y Dios, que conoce los corazones, los confirmó y les dio el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.
Cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu tampoco se lo permitió.
a no ser lo que el Espíritu Santo me ha confirmado en todas las ciudades, de que me esperan cárceles y tribulaciones.
Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Pero el que examina los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo examina todo, aun las profundidades de Dios.Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado,
Ustedes vayan en pos del amor, y procuren alcanzar los dones espirituales, sobre todo el de profecía,
No es posible que los que alguna vez fueron iluminados y saborearon el don celestial, y tuvieron parte en el Espíritu Santo,
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se perfecciona en nosotros.En esto sabemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que él nos ha dado de su Espíritu.
El espíritu de Dios el Señor está sobre mí. Sí, el Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros;
Pero ellos fueron rebeldes y provocaron el enojo de su santo espíritu. Por eso él se volvió su enemigo y luchó contra ellos.
Juan les dijo a todos: «A decir verdad, yo los bautizo en agua, pero después de mí viene uno que es más poderoso que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. Él los bautizará en Espíritu Santo y fuego.
»A decir verdad, yo los bautizo en agua en señal de arrepentimiento, pero el que viene después de mí, de quien no soy digno de llevar su calzado, es más poderoso que yo. Él los bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Contra lo que ustedes suponen, estos hombres no están borrachos, pues apenas son las nueve de la mañana.Más bien, esto es lo que dijo el profeta Joel:»Dios ha dicho: En los últimos días derramaré de mi Espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán; sus jóvenes tendrán visiones y sus ancianos tendrán sueños.En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán.Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo.De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban.El sol se oscurecerá, la luna se pondrá roja como sangre, antes de que llegue el día del Señor y se muestre en toda su grandeza.Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
Y los apóstoles daban un testimonio poderoso de la resurrección del Señor Jesús, y la gracia de Dios sobreabundaba en todos ellos.
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, levantó los ojos al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús a su derecha.
Y al ver Simón que el Espíritu Santo se recibía por la imposición de manos de los apóstoles, les ofreció dinero
Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás.Si algo demanda diligencia, no seamos perezosos; sirvamos al Señor con espíritu ferviente.Gocémonos en la esperanza, soportemos el sufrimiento, seamos constantes en la oración.Ayudemos a los hermanos necesitados. Practiquemos la hospitalidad.Bendigamos a los que nos persiguen; bendigamos y no maldigamos.Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran.Vivamos como si fuéramos uno solo. No seamos altivos, sino juntémonos con los humildes. No debemos creernos más sabios que los demás.No paguemos a nadie mal por mal. Procuremos hacer lo bueno a los ojos de todo el mundo.Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos.No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos?¿Acaso no saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si son ustedes quienes han de juzgar al mundo, ¿acaso les es poca cosa juzgar casos muy pequeños?Porque ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.
y es Dios el que también nos ha marcado con su sello, y el que, como garantía, ha puesto al Espíritu en nuestros corazones.
Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne.Porque el deseo de la carne se opone al Espíritu, y el del Espíritu se opone a la carne; y estos se oponen entre sí para que ustedes no hagan lo que quisieran hacer.
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.
A la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, mientras los presos los escuchaban.De pronto hubo un terremoto, tan violento que los cimientos de la cárcel se estremecieron. Al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
Por tanto, no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu,Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está en verdad muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia.Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús vive en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes.Así que, hermanos, tenemos una deuda pendiente, pero no es la de vivir en conformidad con la carne,porque si ustedes viven en conformidad con la carne, morirán; pero si dan muerte a las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.Porque los hijos de Dios son todos aquellos que son guiados por el Espíritu de Dios.Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros.Porque la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios.porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!
Hijo mío, si recibes mis palabras y en tu mente guardas mis mandamientos,Cuando la sabiduría entre en tu corazón, y te deleites con el conocimiento,la discreción te protegerá y la inteligencia cuidará de ti.Te librará del mal camino y de los que dicen cosas perversas,de los que dejan el camino recto para andar por senderos tenebrosos;de los que gozan haciendo el mal, y se alegran de sus actos perversos.Sus senderos son torcidos; sus caminos han perdido el rumbo.Te librarás de la mujer ajena, de esa extraña que con sus palabras te halagapero abandona al compañero de su juventud y se olvida de su pacto con Dios.Por eso su casa conduce a la muerte y sus sendas terminan entre los muertos.Quien a ella se allega, no vuelve jamás; ¡ya no reencuentra los senderos de la vida!si tu oído está atento a la sabiduría e inclinas tu corazón a la prudencia,Por eso, sigue el camino de los buenos y ve por las veredas de los justos,porque los hombres rectos habitarán la tierra; los perfectos permanecerán en ella.Pero los impíos serán eliminados de la tierra; los pecadores serán expulsados de ella.si pides la ayuda de la inteligencia y llamas a gritos a la prudencia,si la buscas como a la plata, y la rebuscas como a un tesoro,entonces sabrás lo que es temer al Señor, y hallarás el conocimiento de Dios.
¡Vean a Dios, mi salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el Señor es mi fortaleza y mi canción; ¡él es mi salvador!»
Jesús le respondió: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”Este es el primero y más importante mandamiento.
«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos
Juan también dio testimonio y dijo: «Vi al Espíritu descender del cielo como paloma, y permanecer sobre él.Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende, y que permanece sobre él, es el que bautiza con el Espíritu Santo.”
¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!
No es posible que los que alguna vez fueron iluminados y saborearon el don celestial, y tuvieron parte en el Espíritu Santo,y saborearon además la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero,pero volvieron a caer, vuelvan también a ser renovados para arrepentimiento. ¡Eso sería volver a crucificar al Hijo de Dios para ellos mismos, y exponerlo a la vergüenza pública!
Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.Por medio de ellas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, puesto que han huido de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos.
Pero ustedes tienen la unción del Santo, y conocen todas las cosas.No les he escrito porque no conozcan la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
en que una cosa le he pedido al Señor, y es lo único que busco: habitar en su casa todos los días de mi vida, para contemplar su hermosura y solazarme en su templo.
Cuando Pablo les impuso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: