Que bueno es saber que a pesar de los golpes que nos puede dar la vida, tenemos y contamos con el poder de Dios en nuestras vidas. Los hijos de Dios nunca estamos solos ante ninguna circunstancia, Dios está presente siempre, el Señor va delante de ti peleando tus batallas y llenándote de su poder para que obtengas la victoria en esa situación que estás atravesando. En (2 Corintios 12:9-10) Dios te dice que te bastes en su gracia porque su poder se perfecciona en tu debilidad, es hermoso saber que en medio de eso que vives, tus problemas, tu debilidad, Dios está allí perfeccionando su poder en tu vida. Dios nos reviste de su poder (Lucas 24:49) Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto. Contamos con un Dios todo poderoso, para Dios no hay nada imposible él puede hacer lo que sea, confía en él y Dios obrará en tu vida.
El día de la fiesta de Pentecostés, los seguidores de Jesús estaban reunidos en un mismo lugar. De pronto, oyeron un ruido muy fuerte que venía del cielo. Parecía el estruendo de una tormenta, y llenó todo el salón.
Luego vieron que algo parecido a llamas de fuego, se colocaba sobre cada uno de ellos. Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y en seguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos hablaban acerca de Jesús sin ningún temor. La vida de los seguidores de Jesús
Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y hasta en los lugares más lejanos del mundo. Jesús sube al cielo
'Escúchenme bien, porque voy a hablarles de Jesús, el que vivía en Nazaret. Todos nosotros sabemos que Dios envió a Jesús. También sabemos que Dios le dio grandes poderes porque lo vimos hacer grandes maravillas y señales. 'Desde el principio, Dios ya había decidido que Jesús sufriera y fuera entregado a sus enemigos. Ustedes lo ataron y lo entregaron a los romanos para que lo mataran. ¡Pero Dios hizo que Jesús volviera a vivir! ¡Y es que la muerte no tenía ningún poder sobre él!
El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado.
'Yo empecé a hablarles, y de pronto el Espíritu Santo vino sobre todos ellos, así como nos ocurrió a nosotros al principio.
Hace mucho tiempo el rey David dijo lo siguiente, refiriéndose a Jesús: 'Veo siempre a Dios delante de mí; con él a mi derecha no tengo nada qué temer. Por eso estoy contento y canto de alegría. Por eso estoy tranquilo: porque siempre confío en Dios. Dios no me dejará en la tumba; Dios no dejará que me muera, pues soy su fiel servidor. Él me ha enseñado a vivir. Con él a mi lado soy verdaderamente feliz'.
Pedro les contestó: --Pídanle perdón a Dios, vuelvan a obedecerlo, y dejen que nosotros los bauticemos en el nombre de Jesucristo. Así Dios los perdonará y les dará el Espíritu Santo.
Todos los que oyeron estas palabras se pusieron muy tristes y preocupados. Entonces les preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: --Amigos israelitas, ¿y qué debemos hacer? Pedro les contestó: --Pídanle perdón a Dios, vuelvan a obedecerlo, y dejen que nosotros los bauticemos en el nombre de Jesucristo. Así Dios los perdonará y les dará el Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que nuestro Dios quiera salvar en otras partes del mundo. Los primeros cristianos
y de que luego lo llevó al cielo y lo sentó a su derecha. 'Dios le dio a Jesús el Espíritu Santo. Y ahora Jesús nos ha dado ese mismo Espíritu, pues nos lo había prometido. ¡Y esto es lo que ustedes están viendo y oyendo!
De pronto, oyeron un ruido muy fuerte que venía del cielo. Parecía el estruendo de una tormenta, y llenó todo el salón.
Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo'.
Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras para expresarlo.
Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y en seguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Ahora quédense en la ciudad, porque muy pronto les enviaré a quien mi Padre prometió. No se vayan a ningún otro lado hasta que reciban el poder que Dios les enviará'. Jesús sube al cielo
Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes. Él les enseñará lo que es la verdad. 'Los que no creen en Dios y sólo se preocupan por lo que pasa en este mundo, no pueden recibir al Espíritu, porque no lo ven ni lo conocen. Pero ustedes sí lo conocen, porque está con ustedes, y siempre estará en medio de ustedes.
Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo'.
Ese día, unas tres mil personas creyeron en el mensaje de Pedro. Tan pronto como los apóstoles los bautizaron, todas esas personas se unieron al grupo de los seguidores de Jesús
Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo. Porque Dios da su Espíritu Santo a todos los que le obedecen. Un buen consejo
Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Por culpa del pecado, sus cuerpos tienen que morir. Pero si Cristo vive en ustedes, también el espíritu de ustedes vivirá, porque Dios los habrá declarado inocentes. Dios resucitó a Jesús, y él también hará que los cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si el Espíritu de Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.
'En los últimos tiempos, les daré de mi Espíritu a hombres y mujeres. Y muchachos y muchachas hablarán en el nombre de Dios. Los niños tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños.
También en esos tiempos les daré de mi Espíritu a quienes estén a mi servicio, hombres y mujeres, para que hablen en mi nombre.
En el cielo y en la tierra haré grandes maravillas. Y habrá sangre, fuego y humo. El sol dejará de alumbrar, y la luna se pondrá roja como la sangre. Esto pasará antes de que llegue el maravilloso día en que mi Hijo juzgue al mundo. Pero yo salvaré a todos los que me obedezcan y a todos los que me pidan ayuda'.
Al ver los milagros y las maravillas que hacían los apóstoles, la gente se quedaba asombrada.
Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas y les enviará a Jesús, que es el Mesías que desde un principio Dios había decidido enviarles.
Todavía estaba hablándoles Pedro cuando, de repente, el Espíritu Santo vino sobre todos los que estaban escuchando el mensaje. Los que habían venido de Jope con Pedro se quedaron sorprendidos al ver que el Espíritu Santo había venido también sobre los que no eran judíos. Y los oían hablar y alabar a Dios en idiomas desconocidos.
'Yo empecé a hablarles, y de pronto el Espíritu Santo vino sobre todos ellos, así como nos ocurrió a nosotros al principio. Y me acordé de que el Señor nos había dicho: 'Juan bautizó con agua, pero a ustedes Dios los va a bautizar con el Espíritu Santo'.
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo cruzó la región montañosa y llegó a la ciudad de Éfeso. Allí encontró a algunos que habían creído en el Mesías, y les preguntó: --¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron? Ellos contestaron: --No. Ni siquiera sabemos nada acerca del Espíritu Santo. Pablo les dijo: --¿Por qué se bautizaron ustedes? Ellos contestaron: --Nos bautizamos por lo que Juan el Bautista nos enseñó. Pablo les dijo: --Juan bautizaba a la gente que le pedía perdón a Dios. Pero también le dijo a la gente que tenía que creer en Jesús, quien vendría después de él. Cuando ellos oyeron eso, se bautizaron aceptando a Jesús como su Señor. Pablo puso sus manos sobre la cabeza de esos doce hombres y, en ese momento, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces comenzaron a hablar en idiomas extraños y dieron mensajes de parte de Dios.
Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras para expresarlo. Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.
Pero como Dios nos dio su Espíritu, nosotros podemos darnos cuenta de lo que Dios, en su bondad, ha hecho por nosotros.
¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?
Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: 'Papá, querido Papá'.
Ustedes oyeron y creyeron la buena noticia de su salvación, que es un mensaje verdadero, y gracias a Cristo pasaron a formar parte del pueblo de Dios y recibieron el Espíritu Santo que nos había prometido. Lo recibieron como prueba de que Dios cumplirá su promesa cuando haya liberado totalmente a los que formamos su pueblo. Por eso, alabamos la grandeza de Dios. Pablo ora por la iglesia en Éfeso
Por medio de lo que Jesucristo hizo, judíos y no judíos tenemos un mismo Espíritu y podemos acercarnos a Dios el Padre.
Por la inmensa riqueza de su gloria, pido a Dios que por medio de su Espíritu los haga cristianos fuertes de ánimo.
No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado.
al saber que por medio de las oraciones de ustedes, y con la ayuda del Espíritu de Jesucristo, pronto saldré de la cárcel.
Él decidió darles a conocer este plan tan grande y maravilloso para todas las naciones, y que es el siguiente: Dios envió a Cristo para que habite en ustedes y les dé la seguridad de que van a compartir el poder y la gloria de Dios.
Por eso, el que rechaza esta enseñanza no nos está rechazando a nosotros, sino a Dios mismo, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.
Dios también nos lo demostró por medio de muchas señales, y de acciones maravillosas, y también con milagros. Además, cuando lo hizo, les dio el Espíritu Santo a quienes él se lo quiso dar. Jesús nos salva
Así lo asegura el Espíritu Santo cuando dice: 'Pero este será el pacto que haré con los israelitas cuando llegue el día indicado: Mis leyes estarán escritas en sus corazones; se las escribiré en sus mentes. Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades'.
Cristo, el Hijo de Dios, los ha separado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad.
Si obedecemos a Dios, viviremos unidos a Dios y él vivirá unido a nosotros. Eso lo sabemos por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Entonces Pedro, lleno del poder del Espíritu Santo, les dijo a los líderes y a sus consejeros: --Señores,
Dios nos enseña que, cuando el Espíritu Santo nos da alguna capacidad especial, lo hace para que procuremos el bien de los demás.
Tanto a mí como a ustedes, Dios nos mantiene firmemente unidos a Cristo. Él nos eligió y, para mostrar que somos suyos, nos puso una marca: Nos dio su Espíritu Santo.
Dios nos preparó para ese cambio, y como prueba de que así lo hará nos dio el Espíritu Santo.
Por eso, la bendición que Dios prometió darle a Abraham es también para los que no son judíos. Así que si confiamos en Cristo, recibiremos el Espíritu que Dios nos ha prometido. La ley y la promesa
Por su unión con Jesucristo, ustedes también forman parte de ese edificio, donde Dios habita por medio de su Espíritu.
Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginarnos lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!
Estoy seguro de que Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás. El amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y sé que todos tienen el mismo Espíritu y son compasivos.
Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos.
Después de esto, los apóstoles vieron cómo Jesús era llevado al cielo, hasta que una nube lo cubrió y ya no volvieron a verlo. Mientras tanto, dos hombres se aparecieron junto a los apóstoles. Estaban vestidos con ropas muy blancas, pero los apóstoles no los vieron porque estaban asombrados mirando al cielo. Entonces aquellos dos les dijeron: 'Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí, de pie y mirando al cielo? ¡Alégrense! Acaban de ver que Jesús fue llevado al cielo, pero así como se ha ido, un día volverá'. Matías ocupa el lugar de Judas
Estos seguidores de Jesús eran un grupo muy unido, y siempre oraban juntos. Con ellos se reunían los hermanos de Jesús y algunas mujeres, entre las que se encontraba María, la madre de Jesús. Todos los de este grupo eran como ciento veinte personas. Un día en que todos ellos estaban juntos, Pedro se levantó de pronto y les dijo:
Juntos alababan a Dios, y todos en la ciudad los querían. Cada día el Señor hacía que muchos creyeran en él y se salvaran. De ese modo el grupo de sus seguidores se iba haciendo cada vez más grande.
Sin embargo, Pedro le dijo: 'No tengo oro ni plata, pero te voy a dar lo que sí tengo: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, te ordeno que te levantes y camines'. En seguida, Pedro lo tomó de la mano derecha y lo levantó. En ese mismo instante, las piernas y los pies de aquel hombre se hicieron fuertes, y de un salto, se puso en pie y empezó a caminar. Alegremente, y sin pensarlo dos veces, entró al templo con Pedro y Juan, caminando y saltando y alabando a Dios.
'Nosotros confiamos en el poder de Jesús, y como todos ustedes vieron, esa confianza es la que ha sanado completamente a este hombre.
Los apóstoles estaban en Jerusalén. En cuanto supieron que la gente de Samaria había aceptado el mensaje de Dios, mandaron allá a Pedro y a Juan. Cuando estos llegaron, oraron para que los nuevos seguidores recibieran el Espíritu Santo, porque todavía no lo habían recibido. Y es que sólo los habían bautizado en el nombre de Jesús. Entonces Pedro y Juan pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno, y todos recibieron el Espíritu Santo.
Los que habían venido de Jope con Pedro se quedaron sorprendidos al ver que el Espíritu Santo había venido también sobre los que no eran judíos.
Pedro les dijo a sus compañeros: 'Dios ha enviado el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países, así como nos lo envió a nosotros, los judíos. Ahora nadie puede impedir que también los bauticemos'.
y les preguntó: --¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron? Ellos contestaron: --No. Ni siquiera sabemos nada acerca del Espíritu Santo.
'Aquí está mi servidor, yo lo elegí. Lo amo mucho y estoy muy contento con él. Yo le daré mi Espíritu, y él hablará de la justicia a todo el mundo.
Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo'.
Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar fdemonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños; podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán'. Jesús sube al cielo
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan'. Jesús y el jefe de los demonios
El último día de la fiesta de las Enramadas era el más importante. Ese día, Jesús se puso en pie y dijo con voz fuerte: 'El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí. Así lo dice la Biblia'. ¿Realmente quién es Jesús? Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios que recibirían los que creyeran en él. Es que mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no se haría presente. ¿Realmente quién es Jesús?
Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará para que siempre vivan en la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que van a pasar.
El día de la fiesta de Pentecostés, los seguidores de Jesús estaban reunidos en un mismo lugar.
y decidieron vivir como una gran familia. Y cada día los apóstoles compartían con ellos las enseñanzas acerca de Dios y de Jesús. También celebraban la Cena del Señor y oraban juntos.
Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas
Cuando estos llegaron, oraron para que los nuevos seguidores recibieran el Espíritu Santo, porque todavía no lo habían recibido. Y es que sólo los habían bautizado en el nombre de Jesús. Entonces Pedro y Juan pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno, y todos recibieron el Espíritu Santo.
Ananías fue y entró en la casa donde estaba Saulo. Al llegar, le puso las manos sobre la cabeza y le dijo: 'Amigo Saulo, el Señor Jesús se te apareció cuando venías hacia Damasco. Él mismo me mandó que viniera aquí, para que puedas ver de nuevo y para que recibas al Espíritu Santo'.
Jesús de Nazaret y Dios le dio el poder del Espíritu Santo. Como Dios estaba con él, Jesús hizo siempre lo bueno y sanó a todos los que vivían bajo el poder del diablo.
Los seguidores de Jesús que quedaron en Antioquía estaban muy alegres, y recibieron todo el poder del Espíritu Santo.
Allí visitaron a los que habían creído en Jesús, y les recomendaron que siguieran confiando en él. También les dijeron: 'Debemos sufrir mucho antes de entrar en el reino de Dios'.
Y Dios, que conoce nuestros pensamientos, ha demostrado que también ama a los que no son judíos, pues les ha dado el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros.
y llegaron a la frontera con la región de Misia. Luego intentaron pasar a la región de Bitinia, pero el Espíritu de Jesús tampoco les permitió hacerlo.
A donde quiera que voy, el Espíritu Santo me dice que en Jerusalén van a meterme a la cárcel, y que van a maltratarme mucho.
Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite decirle a Dios: '¡Papá!'
Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.
Dios nos dio a conocer todo esto por medio de su Espíritu, porque el Espíritu de Dios lo examina todo, hasta los secretos más profundos de Dios. Nadie puede saber lo que piensa otra persona. Sólo el espíritu de esa persona sabe lo que ella está pensando. De la misma manera, sólo el Espíritu de Dios sabe lo que piensa Dios. Pero como Dios nos dio su Espíritu, nosotros podemos darnos cuenta de lo que Dios, en su bondad, ha hecho por nosotros.
Procuren amar con sinceridad, y pídanle al Espíritu Santo que los capacite de manera especial para hablar de parte de Dios.
Cristo es completamente igual a Dios, y reina sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad. A ustedes no les falta nada, pues están unidos a Cristo.
Pero los que dejan de creer en Cristo ya no pueden volver a ser amigos de Dios. Aunque alguna vez hayan creído que el mensaje de Dios es la verdad, y con gusto lo hayan recibido como un regalo de Dios, ya no es posible hacerlos cambiar. Aunque hayan recibido el Espíritu Santo junto con los demás, y hayan sabido lo bueno que es el mensaje de Dios y lo poderoso que Dios será en el nuevo mundo, no podrán volver a él si dejan de creer. En realidad, lo que ellos hacen es volver a clavar a Cristo en la cruz y burlarse de él ante todo el mundo.
Nadie ha visto nunca a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también su amor estará en nosotros. Sabemos que estamos íntimamente unidos a Dios porque él nos ha dado su Espíritu.
Pero Juan les respondió: --Yo los bautizo a ustedes con agua. Pero hay alguien que viene después de mí, y que es más poderoso que yo. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. ¡Yo ni siquiera merezco ser su esclavo!
'Yo los bautizo a ustedes con agua para que muestren a los demás que han cambiado su forma de vivir. Pero hay alguien que viene después de mí, y que es más poderoso que yo. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. ¡Yo ni siquiera merezco ser su esclavo!
Se equivocan si creen que estamos borrachos. ¡Apenas son las nueve de la mañana! Lo que pasa es que hoy Dios ha cumplido lo que nos prometió por medio del profeta Joel, cuando dijo: 'En los últimos tiempos, les daré de mi Espíritu a hombres y mujeres. Y muchachos y muchachas hablarán en el nombre de Dios. Los niños tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños. También en esos tiempos les daré de mi Espíritu a quienes estén a mi servicio, hombres y mujeres, para que hablen en mi nombre. En el cielo y en la tierra haré grandes maravillas. Y habrá sangre, fuego y humo. El sol dejará de alumbrar, y la luna se pondrá roja como la sangre. Esto pasará antes de que llegue el maravilloso día en que mi Hijo juzgue al mundo. Pero yo salvaré a todos los que me obedezcan y a todos los que me pidan ayuda'.
Llenos de gran poder, los apóstoles enseñaban que Jesús había resucitado. Dios los bendecía mucho,
Pero como tenía el poder del Espíritu Santo, Esteban miró al cielo y vio a Dios en todo su poder. Al lado derecho de Dios estaba Jesús, de pie.
Al ver Simón que la gente recibía el Espíritu Santo cuando los apóstoles les ponían las manos sobre la cabeza, les ofreció dinero a los apóstoles y les dijo:
Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: 'Mira, unos hombres te buscan.
Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se debe adorarlo. Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.
Por eso les digo: Obedezcan al Espíritu de Dios y así no desearán hacer lo malo. Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje.
Pues ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha dado la verdadera vida. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él y compartirán su gloriosa presencia. Cómo deben vivir ahora
Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no podamos verlo.
Cerca de la media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios, mientras los otros prisioneros escuchaban. De repente, un fuerte temblor sacudió con violencia las paredes y los cimientos de la cárcel. En ese mismo instante, todas las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron.
Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados. Ahora, por estar unidos a él, el Espíritu Santo nos controla y nos da vida, y nos ha librado del pecado y de la muerte.
Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.
Jesús le respondió: --El primer mandamiento y el más importante es el que dice así: 'Ama a tu Dios con todo tu corazón; es decir, con todo lo que piensas y con todo lo que eres'.
'El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió para dar buenas noticias a los pobres. 'Dios me envió para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados
'Yo vi cuando el Espíritu de Dios bajó del cielo en forma de paloma y se colocó sobre él. No sabía quién era él, pero Dios me dijo: 'Conocerás al que bautiza con el Espíritu Santo cuando veas que mi Espíritu baja y se coloca sobre él'.
Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza. El trabajo de Pablo como apóstol
Pero los que dejan de creer en Cristo ya no pueden volver a ser amigos de Dios. Aunque alguna vez hayan creído que el mensaje de Dios es la verdad, y con gusto lo hayan recibido como un regalo de Dios, ya no es posible hacerlos cambiar. Aunque hayan recibido el Espíritu Santo junto con los demás, y hayan sabido lo bueno que es el mensaje de Dios y lo poderoso que Dios será en el nuevo mundo, no podrán volver a él si dejan de creer. En realidad, lo que ellos hacen es volver a clavar a Cristo en la cruz y burlarse de él ante todo el mundo.
Dios utilizó su poder para darnos todo lo que necesitamos, y para que vivamos como él quiere. Dios nos dio todo eso cuando nos hizo conocer a Jesucristo. Por medio de él nos eligió para que seamos parte de su reino maravilloso. Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. Por medio de ellas, ustedes podrán ser como Dios y no como la gente pecadora de este mundo, porque los malos deseos de esa gente destruyen a los demás.
Cristo, el Hijo de Dios, los ha separado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad. Por eso les escribo, porque sé que ustedes conocen la verdad y saben que quien la conoce no puede mentir.
Pablo puso sus manos sobre la cabeza de esos doce hombres y, en ese momento, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces comenzaron a hablar en idiomas extraños y dieron mensajes de parte de Dios.
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