Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo.
Yo haré que corra agua en el desierto y que broten arroyos en tierras secas. A tus descendientes les daré vida nueva y les enviaré mi bendición.
6 (7) Estamos como muertos; ¡devuélvenos la vida! Nosotros somos tu pueblo; de ti esperamos alegría.
Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Porque yo soy el Dios eterno y mi nombre es santo. Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con los pobres y animo a los afligidos.
Pero a ti te curaré las heridas. No importa que todos te desprecien y te llamen “Ciudad abandonada”».
El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.
Por eso alguien ha escrito: «¡Despiértate, tú que duermes! Levántate de entre los muertos, y Cristo te alumbrará.»
Cumple tu promesa y dame ánimo, pues estoy muy decaído y el dolor me está matando. Yo te conté mi vida, y tú me respondiste. ¡Enséñame a cumplir tus mandatos y a pensar solo en tus maravillas!
Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
El pueblo de Israel continuó su oración: «¡Dios nuestro, cómo quisiéramos que abrieras el cielo y bajaras, haciendo temblar las montañas con tu presencia! Así tus enemigos te reconocerían como el único Dios. »¡Cómo quisiéramos que bajaras como el fuego que hace hervir el agua y quema la paja! Así las naciones temblarían ante ti.
28 (3.1) »Cuando esto haya pasado, les daré a todos mi espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los ancianos les hablaré en sueños y a los jóvenes, en visiones.29 (3.2) »También en esos tiempos daré mi espíritu a los esclavos y a las esclavas.
Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas
Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.
Cuando me encuentro en problemas, tú me das nuevas fuerzas. Muestras tu gran poder y me salvas de mis enemigos.Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer. Tu amor por mí no cambia, pues tú mismo me hiciste. ¡No me abandones!
Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.
“En los últimos tiempos les daré a todos de mi Espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los jóvenes les hablaré en visiones y a los ancianos, en sueños.
Dios, devuélvenos el bienestar, como le devuelves al desierto sus arroyos.Las lágrimas que derramamos cuando sembramos la semilla se volverán cantos de alegría cuando cosechemos el trigo.
El fiel servidor de Dios dijo: «El espíritu de Dios está sobre mí, porque Dios me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para consolar a los afligidos, y para anunciarles a los prisioneros que pronto van a quedar en libertad.
Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias.Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.»
Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza.
No me dejes seguir a dioses falsos, pues quiero adorarte solo a ti. ¡Cumple tu promesa y dame ánimo!
3 (4) Me enseñó un nuevo himno para cantarle alabanzas. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y confiaron en mi Dios.
Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno.No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios, y más aún cuando ya vemos que se acerca el día en que el Señor juzgará a todo el mundo.
Estén siempre contentos.Oren en todo momento.Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.
Dios mío, tú eres un Dios justo; ¡acaba con mis enemigos! ¡Destruye a los que me persiguen! Tú eres un Dios de amor y yo estoy a tu servicio; ¡demuestra tu poder y dame vida! ¡Sácame de este aprieto!
Tú me hiciste pasar por muchos aprietos y problemas, pero volverás a darme vida: ¡de lo profundo de la tumba volverás a levantarme!Me darás mayor poder, y volverás a consolarme.
Dios resucitó a Jesús, y él también hará que los cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza.Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!
¡Todas esas personas están a nuestro alrededor como testigos! Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia.Cuando éramos niños, nuestros padres nos corregían porque pensaban que eso era lo mejor para nosotros. Pero Dios nos corrige para nuestro verdadero bien, para hacernos santos como él.Desde luego que ningún castigo nos gusta en el momento de recibirlo, pues nos duele. Pero si aprendemos la lección que Dios nos quiere dar, viviremos en paz y haremos el bien.Por todo eso, no debemos dejar de confiar totalmente en Dios. Si la vida es como una carrera, y ustedes tienen ya cansadas las manos y débiles las rodillas, cobren nuevas fuerzas.Corran por un camino recto y parejo, para que el pie que esté cojo se sane y no se tuerza más.Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen, jamás lo verán cara a cara.No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les haría daño; ¡sería como una planta amarga, que los envenenaría!Ninguno debe tener relaciones sexuales prohibidas ni despreciar a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú, pues cambió sus derechos de hijo mayor por un plato de comida,y cuando quiso que su padre le reconociera esos derechos, él no se los reconoció. Esaú lloró mucho, pero ya no había nada que hacer.Ustedes no se acercaron al monte Sinaí, el cual se podía ver y tocar, y en el que había fuego, oscuridad, tinieblas y tormenta.Tampoco oyeron el sonido de una trompeta, ni la voz de Dios dándoles mandamientos. Los que oyeron esa voz en el monte Sinaí pedían que se callara,Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.
Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo.
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.»
Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca.
Dios continuó diciendo: «Yo soy el Dios de Israel. Pídanme lluvia en época de sequía y yo haré que llueva en abundancia. Yo soy quien forma las tormentas y quien hace que los campos produzcan.
Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos, y todos ellos quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos hablaban sin temor acerca de Jesús.
Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer.Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.
14 (15) ¡Tú eres mi Dios y mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe, pues, con agrado lo que digo y lo que pienso!
1 (3) Dios mío, ven a salvarme, ven a defenderme; haz uso de tu poder, ¡muestra quién eres!
»Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar.—¿Eres tú el Mesías que Dios prometió enviarnos, o debemos esperar a otro?Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.»
Dios mío, solo una cosa te pido, solo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.
Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.
Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.y ahora viven de manera diferente. En realidad, ustedes son personas nuevas, que cada vez se parecen más a Dios, su creador, y cada vez lo conocen mejor.Por eso, ya no importa si alguien es judío o no lo es, o si está circuncidado o no lo está. Tampoco tiene importancia si pertenece a un pueblo muy desarrollado o poco desarrollado, o si es esclavo o libre. Lo que importa es que Cristo lo es todo, y está en todos.Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes.Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes.Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión.Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos.No se olviden nunca de las maravillosas enseñanzas de Cristo. Y cuando se enseñen unos a otros, o se corrijan, háganlo de manera inteligente. Canten salmos, himnos y cantos espirituales, dando gracias a Dios de todo corazón.Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes.Ustedes, las esposas, deben sujetarse a sus esposos, pues es lo que se espera de ustedes como cristianas.Y ustedes los esposos deben amar a sus esposas y no ser groseros ni duros con ellas.
Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.
5 (6) Solo Dios me da tranquilidad; solo él me da confianza.6 (7) Solo él me da su protección, solo él puede salvarme; ¡jamás seré derrotado!
Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él.
Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes.Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo.
Isaías dijo: «Ahora es el momento oportuno: ¡busquen a Dios!; ¡llámenlo ahora que está cerca!Arrepiéntanse, porque Dios está siempre dispuesto a perdonar; él tiene compasión de ustedes. »Que cambien los malvados su manera de pensar, y que dejen su mala conducta».
Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre lo resucitó con gran poder.
No dejaré pasar más tiempo: me he puesto a pensar en mi conducta, y he decidido seguir tus mandamientos.
»Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá.
1 (1b) Cuando Dios nos hizo volver de Babilonia a Jerusalén, creíamos estar soñando.De los labios nos brotaban risas y cánticos alegres. Hasta decían las demás naciones: «Realmente es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos».¡Lo que Dios hizo por nosotros fue realmente maravilloso, y nos llenó de alegría!
»De la misma manera, hay más alegría allá en el cielo por una de estas personas que se vuelve a Dios, que por noventa y nueve personas buenas que no necesitan volverse a él.»
Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar.Ámense unos a otros como hermanos, y respétense siempre.Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos. Trabajen para Dios con mucho entusiasmo.Mientras esperan al Señor, muéstrense alegres; cuando sufran por el Señor, muéstrense pacientes; cuando oren al Señor, muéstrense constantes.Compartan lo que tengan con los pobres de la iglesia. Reciban en sus hogares a los que vengan de otras ciudades y países.No maldigan a sus perseguidores; más bien, pídanle a Dios que los bendiga.Si alguno está alegre, alégrense con él; si alguno está triste, acompáñenlo en su tristeza.Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos.Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo.Queridos hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: «A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido.»Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.
1 (2) Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca de ti.10 (11) Sus burlas me hieren profundamente, pues no dejan de decirme: «¡Ahora sí, tu Dios te abandonó!»11 (12) ¡Pero no hay razón para que me inquiete! ¡No hay razón para que me preocupe! ¡Pondré mi confianza en Dios mi salvador! ¡Solo a él alabaré!2 (3) Tú eres el Dios de la vida, y anhelo estar contigo. Quiero ir a tu templo y cara a cara adorarte solo a ti.
»Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré fuerzas a su cuerpo, y serán como un jardín bien regado, como una corriente de agua.
5 (6) Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.
Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir.Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.
No es que Dios sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Lo que pasa es que Dios tiene paciencia con ustedes, porque él no quiere que nadie muera, sino que todos vuelvan a obedecerle.
1 (1b) Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda?Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra.
Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros.
para cambiar su derrota en victoria, y su tristeza en un canto de alabanza. »Entonces los llamarán: “Robles victoriosos, plantados por Dios para manifestar su poder”.
Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes.Pondré mi espíritu en ustedes, y así haré que obedezcan todos mis mandamientos.
1 (2) Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto.
Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Hijos míos, ustedes son de Dios, y ya han vencido a esos falsos profetas, pues él permanece unido a ustedes y es más poderoso que su Enemigo.
pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse».
Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.
Y todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo. Por eso, cuando alabamos a Dios por medio de Jesucristo, decimos «Amén».
No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.
Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho nacer de nuevo, y nos ha dado una vida con esperanza. Esto lo ha hecho Dios por su gran amor hacia nosotros y por el poder que mostró cuando resucitó a Jesucristo de entre los muertos
¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los pecadores de este mundo no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.
»Nación de Israel, agranda tu tienda de campaña, extiende las cuerdas y clava bien las estacas, porque te vas a extender de un extremo al otro. Tus hijos conquistarán muchas naciones y ocuparán las ciudades que ahora están deshabitadas.
»Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió.
5 (6) ¡Qué felices son los que de ti reciben fuerzas, y de todo corazón desean venir hasta tu templo!
Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta.
Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.De pronto, hubo un gran temblor. Un ángel de Dios bajó del cielo, movió la piedra que cerraba la tumba, y se sentó sobre ella.Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
22-23 (23-24) Dios mío, ¡tú echarás a los malvados hasta el fondo de la tumba! ¡Esos asesinos mentirosos no vivirán ni la mitad de su vida! Mi amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso siempre confío en él!
En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios,ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.
Pero Dios respondió: «Jerusalén, ¿acaso puede una madre olvidar o dejar de amar a su hijo? Y aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaré de ti.Yo te llevo grabada como un tatuaje en mis manos, siempre tengo presentes tus murallas.
Por ahora, Jesús tiene que quedarse en el cielo, hasta que Dios vuelva a hacer nuevas todas las cosas. Esto también lo anunciaron hace mucho los profetas que Dios eligió.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de allí vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.
Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido.Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad.
Cuando me encuentro en problemas, tú me das nuevas fuerzas. Muestras tu gran poder y me salvas de mis enemigos.
32 (33) Cuando vean esto los pobres que te buscan, se pondrán muy alegres, y recobrarán el ánimo.33 (34) Tú, Dios mío, atiendes a los pobres; ¡no te olvidas de tu pueblo que se encuentra cautivo!
10 (11) Y dijo: «¡Todas las naciones del mundo reconocen mi grandeza! ¡Reconózcanme como su Dios y ya no se peleen!»
4 (5) ¡Qué bendición reciben los que viven cerca de ti, los que viven en tu mismo templo! Quedamos satisfechos con el alimento que de ti recibimos.
Como dice la Biblia: «Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.»
¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Démosle gracias porque él es bueno! ¡Él nunca deja de amarnos!
Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.
Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.
En primer lugar, recomiendo orar por todo el mundo, dando gracias a Dios por todos y pidiéndole que les muestre su bondad y los ayude.Más bien, que se preocupen por hacer lo bueno, como se espera de las mujeres que aman y respetan a Dios.Quiero que las mujeres aprendan en silencio lo que se les enseñe, y que sean obedientes.Y no permito que las mujeres enseñen en las reuniones de la iglesia, ni que les den órdenes a los hombres.Porque Dios creó primero a Adán, y después a Eva.Además, Adán no fue el engañado por Satanás, sino Eva. Y cuando Eva fue engañada, pecó.Sin embargo, las mujeres se salvarán si tienen hijos, si confían en Jesucristo, y si aman a los demás y viven con modestia y santidad.Recomiendo que se ore por los gobernantes y por todas las autoridades, para que podamos vivir en paz y tranquilos, obedeciendo a Dios y llevándonos bien con los demás.
Por eso oramos siempre por ustedes. Le pedimos a nuestro Dios que los haga merecedores de haber sido elegidos para formar parte de su pueblo. También le pedimos que, con su poder, cumpla todo lo bueno que ustedes desean, y complete lo que ustedes han empezado a hacer gracias a su confianza en él.
A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena.
Cuando tengan dificultades, ayúdense unos a otros. Esa es la manera de obedecer la ley de Cristo.
Confiamos en Dios, pues sabemos que él nos oye, si le pedimos algo que a él le agrada.Y así como sabemos que él oye nuestras oraciones, también sabemos que ya nos ha dado lo que le hemos pedido.
5 (6) La ciudad de Dios jamás caerá porque Dios habita en ella; Dios mismo vendrá en su ayuda al comenzar el día.
1 (1b) Los que confían en Dios son como el monte Sión, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre!Las montañas protegen a Jerusalén, y Dios protege a Israel ahora y siempre.
Isaías continuó diciendo: «Sálvanos, Dios nuestro; ¡ten compasión de nosotros! Danos fuerzas cada mañana; ¡ayúdanos en momentos difíciles!
Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva.
El hombre digno de confianza siempre será alabado; el que solo quiere hacerse rico no quedará sin castigo.
9-10 (10-11) Tú, Dios mío, proteges a los que son maltratados y los libras de la angustia. Los que te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan.
Préstenme atención ustedes, los que adoran a Dios; vengan, que voy a contarles lo que Dios ha hecho por mí.
¡Demos gracias a nuestro Dios! ¡Demos a conocer entre las naciones todo lo que él ha hecho!Con Israel lo estableció como un pacto para toda la vida,y le dijo: «Yo te daré Canaán. Es la tierra que te ha tocado».Nosotros no éramos muchos; ¡éramos gente sin patria!¡Todo el tiempo andábamos de país en país y de reino en reino!Pero Dios jamás permitió que nadie nos molestara, y les advirtió a los reyes:«No se metan con mi pueblo elegido; no les hagan daño a mis profetas».En Canaán hubo mucha hambre, pues Dios destruyó todos los trigales.Pero él ya había dispuesto que nos salvara José, a quien antes sus hermanos habían vendido como esclavo.Los egipcios humillaron a José y lo tuvieron encarcelado,hasta el día en que se cumplió lo que él ya había anunciado: ¡ese día Dios dejó en claro que José había dicho la verdad!¡Cantémosle himnos! ¡Demos a conocer sus grandes milagros!
y les dio esta bendición: «Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio. Que dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los seres vivos que se arrastran por el suelo».
¡Viene con todo su poder! Dios es un rey poderoso, y trae con él a su pueblo, el pueblo que ha liberado.Viene cuidando a su pueblo, como cuida un pastor a su rebaño: lleva en brazos a los corderos y guía con cuidado a las ovejas que acaban de tener su cría”».
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