si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra seca. Mi espíritu derramaré sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus renuevos;
Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: «Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor, porque «Desechada» te llamaron, y decían: «Esta es Sion, de la que nadie se acuerda».
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones. Entonces vendrá el fin.
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
No os amoldéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Después de esto derramaré mi espíritu sobre todo ser humano, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días.
De modo que el que está en Cristo, es una nueva criatura: las cosas viejas pasaron, y ahora todo es hecho nuevo.
Cuando ando en medio de la angustia, tú me vivificas; contra la ira de mis enemigos extiendes tu mano y me salva tu diestra.El Señor cumplirá su propósito en mí. Tu misericordia, Señor, es para siempre; ¡no desampares la obra de tus manos!
Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
En los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños.
¡Haz volver nuestra cautividad, Señor, como los arroyos del Neguev! Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido el Señor. Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel;
Entonces dijo a sus discípulos: —Ciertamente, la mies es mucha, pero los obreros pocos.Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que reboséis de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Puso luego en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán, y confiarán en el Señor.
Y tengámonos en cuenta unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; al contrario, animémonos unos a otros, y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Estad siempre gozosos.Orad sin cesar.Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida y de nuevo me levantarás desde los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza y volverás a consolarme.
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús habita en vosotros, el que levantó a Cristo de los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
Por eso te aconsejo que despiertes el don de Dios que está en ti, por la imposición de mis manos.Pues no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de buen juicio.
Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Por lo tanto, nosotros también, que tenemos a nuestro alrededor tan grande nube de testigos, deshagámonos de todo lastre, y del pecado que nos embauca, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.Nuestro padres terrenales nos disciplinaban por poco tiempo, según a ellos les parecía; pero Dios nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad.Es verdad que ninguna disciplina, al momento de recibirla, resulta ser causa de alegría, sino de tristeza. Pero después produce frutos de paz y de justicia para aquellos que han sido instruidos por ella. Por eso, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas,y haced sendas derechas para vuestros pies, para que el pie cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.Estad atentos para que ninguno sea privado de la gracia de Dios, y para que ninguna raíz de amargura, capaz de perturbar y contaminar a muchos, crezca entre vosotros.Que entre vosotros no haya ningún inmoral o sacrílego, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.Ya sabéis que aun después, cuando deseó heredar la bendición, fue desechado, y por más que la imploró con lágrimas, ya no pudo arrepentirse de lo que había hecho. No os habéis acercado al monte que se podía tocar, y que ardía en fuego, ni a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad;tampoco al sonido de la trompeta y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no les siguiera hablando,Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual para alcanzar el gozo que le era propuesto sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza que debía pasar, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más no hará vuestro Padre celestial? Él dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan.
Yo hago algo nuevo; pronto saldrá a luz, ¿no lo conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la tierra estéril.
Pedid al Señor lluvia en la estación tardía. El Señor enviará relámpagos, y os dará lluvia abundante y hierba verde en el campo a cada uno.
Cuando terminaron de orar, el lugar en que estaban congregados tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con valentía la palabra de Dios.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: me olvido ciertamente lo que queda atrás y me extiendo a lo que está delante,es decir, prosigo al blanco, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Señor, roca mía y redentor mío!
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar.Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas,para preguntarle: —¿Eres tú aquel que había de venir o esperaremos a otro?porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.
Una cosa he demandado al Señor, esta buscaré: que esté yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y para buscarlo en su templo.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.y os habéis revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del hombre nuevo, que por el conocimiento se va renovando a imagen del que lo creó.Por eso, ya no hay distinción entre el griego y el judío, entre el que está circuncidado y el que no lo está; ya no importa ser extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y está en todos. Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.Y sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.Que en vuestros corazones reine la paz de Dios, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con corazones agradecidos.Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, y dad gracias a Dios Padre por medio de él. Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis duros con ellas.Poned la mira en las cosas del cielo, no en las de la tierra.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
En Dios solamente reposa mi alma, porque de él viene mi esperanza. Solo él es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas.
¡Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano! Deje el impío su camino y el perverso sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, porque nuestro Dios sabe perdonar con generosidad.
Porque por el bautismo somos sepultados juntamente con él en su muerte, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.
Cuando el Señor hizo volver de la cautividad a Sion, fuimos como los que sueñan.Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: «¡Grandes cosas ha hecho el Señor con estos!».¡Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros! ¡Estamos alegres!
Os digo que igualmente habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Por lo tanto, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios que os presentéis vosotros mismos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Ese es vuestro auténtico culto.Amaos fraternalmente los unos a los otros, con respeto, estimando como superiores a los demás.En lo que requiere diligencia, no seáis perezosos; sed fervientes en espíritu; servid al Señor;alegres en la esperanza, pacientes en el sufrimiento, constantes en la oración.Ayudad a los hermanos necesitados y practicad la hospitalidad.Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis.Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran.Vivid en armonía entre vosotros. No seáis altivos, sino identificaos con los humildes. No os creáis más sabios que los demás. No paguéis a nadie mal por mal; procurad hacer lo bueno delante de todos.Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todo el mundo.No os venguéis vosotros mismos, amados míos, mejor dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. No os amoldéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, mi Dios, el alma mía.Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan cuando me dicen cada día: «¿Dónde está tu Dios?».¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos. Serás como un huerto de riego, como un manantial cuyas aguas nunca se agotan.
porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos de la vieja naturaleza, que está corrompida por los deseos engañosos,renovad espiritualmente vuestra mente,y revestíos de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios en la justicia y santidad de la verdad.
El Señor no retarda su promesa, tal como algunos piensan, sino que es paciente con nosotros, pues no quiere que ninguno perezca, sino que todos se arrepientan.
Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro?Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.
¿Entonces, qué diremos a esto? Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará contra nosotros?
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé esplendor en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Serán llamados «Árboles de justicia», «Plantío del Señor», para gloria suya.
Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.
¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay agua,
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu Santo les hacía expresarse.
Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
mas los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiaos las manos; y vosotros los indecisos, purificad vuestros corazones.
Porque todas las promesas de Dios en él son «sí», y por medio de él nosotros decimos «Amén», para la gloria de Dios.
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree: en primer lugar para los judíos y también para los griegos.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia y por la resurrección de Jesucristo de los muertos, nos hizo renacer a una esperanza viva,
Mirad cuánto nos ama el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo ha conocido a él.
Amplía el espacio de tu tienda, y despliega las cortinas de tus habitaciones; no escatimes; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la esperanza que profesamos, porque fiel es el que ha hecho la promesa.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Jesús se acercó y les dijo: —Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, se acercó, removió la piedra y se sentó sobre ella.y enseñadles a guardar todas las cosas que os he mandado. Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza. Contra estas cosas no hay ley.
¿Se olvidará la mujer de lo que ha dado a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? ¡Aunque ella lo olvide, yo nunca me olvidaré de ti! En las palmas de las manos te tengo esculpida; tus muros están siempre delante de mí.
y tu corazón se conmovió, te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus habitantes, y te humillaste delante de mí, rasgaste tus vestiduras y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice el Señor.
Ciertamente, es necesario que el cielo reciba a Jesús hasta el momento en que todas las cosas sean restauradas, lo cual Dios ya ha anunciado desde los tiempos antiguos por medio de sus santos profetas.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.
si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista;si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios,
Cuando ando en medio de la angustia, tú me vivificas; contra la ira de mis enemigos extiendes tu mano y me salva tu diestra.
y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Lo verán los oprimidos y se gozarán. Buscad a Dios y vivirá vuestro corazón, porque el Señor oye a los menesterosos y no menosprecia a sus prisioneros.
«Estad quietos y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra».
¡Qué dichoso es aquel a quien tú escojas y atraigas a ti para que habite en tus atrios! Seremos saciados del bien de tu Casa, de tu santo templo.
Como los ojos de los siervos miran la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva miran la mano de su señora, así nuestros ojos miran al Señor, nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
Sino, más bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman.
pues no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre a través de vosotros.
Pues estoy convencido de que lo que padecemos en este tiempo no es comparable con la gloria venidera que se ha de manifestar en nosotros.
Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual para alcanzar el gozo que le era propuesto sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza que debía pasar, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Ante todo recomiendo que se hagan súplicas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todas las personas;sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que practican la piedad.Que la mujer aprenda en silencio con plena sumisión.Porque no permito a la mujer enseñar, ni tener autoridad sobre el hombre, sino que debe permanecer callada;pues Adán fue formado primero, después Eva.Además, Adán no fue engañado, sino que la mujer fue engañada e incurrió en transgresión.Pero se salvará al engendrar hijos, si permanece con modestia en la fe, el amor y la santidad.por los reyes y por todos los que ocupan cargos relevantes, para que disfrutemos de una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y honestidad.
Por eso siempre oramos por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos de su llamamiento y que, por su poder, cumpla todo deseo de bondad y toda obra que realizáis por fe.
El Señor aborrece las ofrendas de los impíos; pero recibe con agrado la oración de los rectos.
Aflicción y angustia se han apoderado de mí, pero tus mandamientos han sido mi delicia.
Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.Y si sabemos que él oye todas nuestras peticiones, también sabemos que recibiremos lo que le hayamos pedido.
Los que confían en el Señor son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así el Señor está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
Señor, ten misericordia de nosotros, pues en ti esperamos; sé nuestra fuerza cada mañana, nuestra victoria en tiempos de tribulación.
Estoy seguro de que Dios, que comenzó en vosotros la buena obra la irá llevando a término hasta el día de Jesucristo.
El hombre fiel recibirá muchas bendiciones, pero el que quiere enriquecerse de prisa no estará libre de culpa.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino y acrisolada la palabra del Señor; escudo es a todos los que en él esperan.
¡Alabad al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos! La estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto sempiterno,y dijo: «A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad». Cuando ellos eran pocos en número y forasteros en ella, y andaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo,no consintió que nadie los agraviara, y por causa de ellos castigó a los reyes. «No toquéis —dijo— a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas». Trajo hambre sobre la tierra y cortó todo sustento de pan. Envió a un hombre delante de ellos: a José, que fue vendido como esclavo. Afligieron sus pies con grillos; con hierro aprisionaron su cuello.Hasta la hora en que se cumplió su palabra, el dicho del Señor lo probó. ¡Cantadle, cantadle salmos! Hablad de todas sus maravillas.
Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla; señoread sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra».
El Señor vendrá con poder, y su brazo dominará; su recompensa viene con él y su recompensa lo precede. Como pastor apacentará su rebaño. En su brazo llevará los corderos, junto a su pecho los llevará; y pastoreará con ternura a las recién paridas.
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