El sacrificio de los impíos [es] abominación al SEÑOR; mas la oración de los rectos es su gozo.
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, [que] todo cuanto pidiereis a mi Padre en mi nombre, os lo dará.
claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones. Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan. Se alegran [luego] porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.
Al Vencedor: Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.
Y tornó el SEÑOR la aflicción de Job, orando él por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen;
Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice el SEÑOR, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la Casa del SEÑOR.
[cuando] tuve angustia, invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; y desde su santo templo él oyó mi voz; cuando mi clamor [llegó] a sus oídos.
Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han sido estimadas en la presencia de Dios.
Así que, Pedro era guardado en la cárcel; y la Iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Sea enderezada mi oración delante de ti [como] incienso, el don de mis manos [como el] sacrificio de la tarde.
Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad:
Si permaneces en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os será hecho.
ayudándonos también vosotros, con oración por nosotros, para que por el don [hecho] a nosotros por respeto de muchos, por muchos [también] sean dadas gracias por nosotros.
Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas. Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.
Salmo de David. SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.
Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años.
Y el Dios de esperanza os llena de todo gozo y paz creyendo; para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
No me elegisteis vosotros [a mí], mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, [él] os lo dé.
Y Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá; y se pasará; y nada os será imposible.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios [está] en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos pedido.
[Así que], lejos sea de mí que peque yo contra el SEÑOR cesando de rogar por vosotros; antes yo os enseñaré por el camino bueno y derecho.
Así que, ofrezcamos por [medio de] él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre.
No temas, que yo [soy] contigo; no desmayes, que yo [soy] tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
[yo] los llevaré al monte de mi santidad; y los recrearé en la Casa de mi oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi Casa, Casa de oración será llamada de todos los pueblos.
Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar (otra vez) en temor; mas habéis recibido el Espíritu de adopción (de hijos), por el cual clamamos, ¡Abba, Padre!
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con júbilo; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío [eres] tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros,
Velad pues, orando a todo tiempo, que seáis tenidos [por] dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.
De día mandará el SEÑOR su misericordia, y de noche su canción [será] conmigo, oración al Dios de mi vida.
Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, [es] muy poderoso.
Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna.
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. [El] oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
habrá mirado a la oración de los solitarios y [menesterosos], y no habrá desechado el ruego de ellos.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos [atentos] a sus oraciones; [pero] el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen males.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está presto, mas la carne debil.
Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.
Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos pedido.
Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
[Cof] Cercano [está] el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan con verdad.
Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.
y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me dieras bendición, y ensancharas mi término, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras de mal, que no me dañe! E hizo Dios que le viniese lo que pidió.
Pero os ruego, hermanos, por el Señor nuestro Jesús, el Cristo, y por la caridad del Espíritu, que me ayudéis con oraciones por mí a Dios,
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios [es] nuestro amparo. (Selah.)
Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, [oh] SEÑOR Dios mío, oyendo el clamor y oración que tu siervo hace hoy delante de ti;
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Me invocará, y [yo] le responderé; con él [estaré] yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
Y asimismo también el Espíritu [nos] ayuda [en] nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no [lo] sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.
Amonesto pues, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por todos los hombres;
Mas a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos [a Dios]; y los que estaban presos los oían.
Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cenadero que estaban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia.
Porque sé que esto se me tornará en salud, por vuestra oración, y por la alimentación del Espíritu de Jesús el Cristo;
lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia
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