y ellos le vencieron a causa de la sangre del Cordero y a causa de la palabra de su testimonio, y no amaron su vida hasta la muerte (Juan 12:25).
Por fe ofreció Abel a Dios mayor sacrificio que Caín, y por ella fué aprobado que era justo, dando testimonio Dios a sus ofrendas, y por ella, difunto, aun habla (12:24 Gen. 4:10).
porque no me avergüenzo del evangelio porque es potencia de Dios para salvación a todo el que cree, a judío primeramente y a griego,
Ninguno menosprecie tu juventud, mas hazte modelo de los fieles en palabra, en conducta, en amor, en fe, en castidad.
Id pues, haced discípulos a todas las gentes, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Santo Espíritu,
El que cree en el hijo de Dios tiene en sí mismo el testimonio. El que no confía a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado de su hijo:
santificad en vuestros corazones al Señor Dios, siempre prontos para defensa a todo hombre que os demanda razón de la esperanza que hay en vos otros, con mansedumbre y temor;
mas recibiréis fuerza, al venir sobre vosotros el santo Espíritu, y me seréis testigos en Jerusalem, en toda la Judea y en Samaria y hasta lo último de la tierra.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, el preso de él; mas padece conmigo por el evangelio, según la fuerza de Dios
Todo pues el que se declarare por mí delante de los hombres, yo también me declararé por él delante de mi Padre que está en los cielos,
Bastante tiempo pues pasaron, hablando con confianza en el Señor, quien confirmaba la palabra de su gracia, dando que señales y prodigios se hicieran por las manos de ellos.
tampoco prestéis vuestros miembros al pecado por armas de injusticia, mas prestaos a vosotros mismos a Dios, como vivientes de muertos que erais, y vuestros miembros a Dios por armas de justicia,
Así que, mis hermanos queridos, sed firmes, inconmovibles, abundando en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo no es vano en el Señor.
A ancianos, pues, entre vosotros, exhorto yo que soy anciano como ellos, y testigo de los padecimientos del Cristo, y que soy también participante de la gloria que debe ser revelada,
y por mí, para que me sea dada palabra al abrir la boca con libertad para hacer conocer el misterio del evangelio
Soy yo el que doy testimonio de mí mismo, también da testimonio de mí el Padre que me envió.
mas no hallándolos arrastraban a Jason y a algunos hermanos ante los jefes de la ciudad, vociferando que los que trastornaron al mundo también aquí están,
por eso también nosotros damos incesantemente gracias a Dios, porque habiendo recibido la palabra de Dios, oída de nosotros, la aceptasteis, no por palabra de hombres, sino como lo es verdaderamente, por palabra de Dios, que también obra en vosotros los creyentes.
!Escudriñáis las Escrituras, porque vosotros pensáis tener en ellas vida eterna y aquéllas son las que dan testimonio de mí,
y nos mandó predicar al pueblo, y testificar que él es el instituido por Dios, juez de vivos y muertos.
Yo, Juan el hermano vuestro y copartícipe en la tribulación y reino y paciencia de Jesu-Cristo, estuve en la isla llamada Patmos, por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesu-Cristo.
por cuya causa padezco también estas cosas, mas no me avergüenzo, porque sé a quien he creído y estoy persuadido que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Porque si evangelizo no hay para mí motivo de alabarme, porque necesidad me es impuesta; en efecto, ¡ay de mí! si no evangelizase.
Mas estas cosas que me eran ganancias las tengo por pérdida a causa del Cristo; mas luego también reputo todo por pérdida a causa de lo excelente que es el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual fui despojado de todas las cosas, y las tengo por basura a fin de ganar a Cristo,
mas levántate, y ponte sobre tus pies, porque para esto te aparecí para ponerte ministro y testigo de lo que viste y en lo que te apareceré,
Porque si confesares con tu boca Señor a Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios lo despertó de entre los muertos, serás salvado, porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación.
A mí, el menor de todos los santos, me fué dada esta gracia de anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza del Cristo
y la vida fué manifestada, y hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba cerca del Padre y nos fué manifestada;
y ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, en testimonio a ellos y a los gentiles.
Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron: Es menester obedecer a Dios, más bien que a hombres.
Respondióle Simón Pedro: Señor, ¿A quién iremos? Tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el santo de Dios .
no que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que somos cooperadores de vuestro gozo; porque en la fe, estáis firmes.
Por tanto nosotros también, teniendo tan grande nube de testigos que nos envuelve, dejando toda carga y el pecado ambiente, con paciencia corramos la carrera, que nos es propuesta,
En efecto, desde vosotros resonó la palabra del Señor no sólo en la Macedonia y en la Acaya, sino que en todo lugar la fe que tenéis en Dios se ha divulgado, de suerte que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;
Vuelve a tu casa, y cuenta todo lo que te hizo Dios. Y él se fué publicando por toda la ciudad todo lo que le hizo Jesús.
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo en adquisición, para que anunciéis las virtudes de aquel que de las tinieblas os llamó a su admirable luz,
Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado al hijo por salvador del mundo.
Así pues nos ha mandado el Señor: Te he puesto por la luz de los gentiles para que seas para salvación hasta lo último de la tierra.
Solamente de modo digno del evangelio del Cristo os conduzcáis, para que sea que vaya a veros, sea que esté ausente, oiga por lo que os toca que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes, luchando juntamente por la fe del evangelio,
Por Cristo pues somos embajadores, como si Dios exhortase por medio de nosotros. Os rogamos por Cristo: Sed reconciliados con Dios.
De aquella ciudad muchos de los samaritanos creyeron en él, a causa de la mujer que testificaba: Me dijo todo cuanto hice.
Este vino para testimonio, a fin de que diese testimonio de la luz para que todos creyesen por él.
siendo manifiesto que sois carta de Cristo, redactada por nosotros, escrita no con tinta sino con espíritu de Dios viviente, no en tablas de piedra sino en tablas de carne, del corazón.
lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos también a vosotros para que también vosotros tengáis comunión con nosotros, y nuestra comunión es con el Padre y con su hijo, Jesu-Cristo.
pero el consolador, el Espíritu santo, que enviará el Padre en mi nombre, él os enseñará todas las cosas. Y os recordará todas las que os dije.
Y nosotros somos testigos de estos asuntos y el santo Espíritu que Dios dio a los que le obedecen.
Y yo al venir a vosotros, hermanos, no vine con excelencia de palabra o de sabiduría, anunciándoos el secreto de Dios; porque juzgué no saber otra cosa entre vosotros sino a Jesucristo y a éste crucificado.
En verdad, en verdad os digo que lo que sabemos hablamos y lo que hemos visto testificamos, y no recibís nuestro testimonio.
Porque nuestra alabanza ésta es: el testimonio de nuestra conciencia que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino con gracia de Dios, nos hemos portado en el mundo, y particularmente con vosotros.
El, pues, que se avergonzare de mis palabras, de éste se avergonzará el hijo del hombre, cuando viniere en la gloria de él y del Padre y de los santos ángeles.
Y el Señor dijo de noche en visión a Pablo: No temas, sino habla y no calles porque yo estoy contigo, y nadie pondrá la mano sobre ti, para maltratarte, porque mucho pueblo hay para mí en esta ciudad.
Juan da testimonio de él, y ha dado voces, diciendo: Este era de quien dije: El que en pos de mí viene antes de mí ha sido, porque era primero que yo.
sino que, como hemos sido aprobados por Dios para que nos fuese confiado el evangelio, así hablamos, como agradando no a hombres, sino a Dios que prueba nuestros corazones.
para que seáis irreprensibles y puros, hijos intachables de Dios en medio de una generación tuerta y perversa entre los cuales resplandecéis como lumbreras en el mundo,
Por medio de él pues ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, esto es, fruto de labios que confiesen su nombre (Lev. 7:12).
porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; como hijos de luz andad,
teniendo buena conciencia para que en lo que os calumnian sean confundidos los que difaman vuestra buena conducta en Cristo,
Os exhorto pues yo, el prisionero en el Señor, a caminar de modo digno de la vocación con que fuisteis llamados,
Os digo pues: todo el que me confesare delante de los hombres, también el hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios,
Mas de nada hago caso, ni tengo la vida por preciosa para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo y el ministerio que recibí del Señor Jesús, el de testificar (1 evangelio de la gracia de Dios.
porque ninguno de nosotros para sí vive y ninguno para sí muere. Que si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; sea, pues, que vivamos, sea que muramos, del Señor somos.
Y será predicado este mensaje del reino en toda la tierra habitada, en testimonio a todos los gentiles y entonces vendrá el fin.
predica la palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo, convence, exhorta, reprende, con toda longanimidad y enseñanza,
Estoy bien persuadido que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni potencias, ni cosas presentes, ni futuras, ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá apartarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
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