Ellos lo derrotaron con la sangre del Cordero y con su testimonio, porque despreciaron la vida hasta morir.
Ustedes son mis testigos -oráculo del Señor- y mis siervos, a quienes escogí, para que conocieran y me creyeran, para que comprendieran quién soy yo. Antes de mí no habían fabricado ningún dios y después de mí ninguno habrá:
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, por ella lo declararon justo y Dios aprobó sus dones; por ella, aunque muerto, sigue hablando.
Perdón y castigo: programa Yo no me avergüenzo de la Buena Noticia, que es una fuerza divina de salvación para todo el que cree -primero para el judío, después para el griego-.
Que nadie te desprecie por ser joven; procura ser modelo de los creyentes en la palabra, la conducta, el amor, la fe, la pureza.
Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
Quien cree en el Hijo de Dios posee el testimonio; quien no cree a Dios lo deja por mentiroso al no creer el testimonio que Dios ha dejado acerca de su Hijo.
sino honren a Cristo como Señor de sus corazones. Estén siempre dispuestos a defenderse si alguien les pide explicaciones de su esperanza,
Mi boca anunciará tu justicia y tu salvación todo el día, aunque no sepa contarla. Entraré en tu fortaleza, Señor mío, recordaré tu justicia, Señor, sólo tuya.
Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre ustedes, y serán testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.
Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres, de modo que cuando ellos vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre de ustedes que está en el cielo.
No te avergüences de dar testimonio de Dios, ni de mí, su prisionero; al contrario con la fuerza que Dios te da comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por la Buena Noticia.
Durante una temporada se quedaron allí, y predicaban sin miedo confiados en el Señor que confirmaba su mensaje de gracia con milagros y señales que realizaba por medio de ellos.
No entreguen sus miembros a disposición del pecado como instrumentos de injusticia, sino pónganse a disposición de Dios, como resucitados de la muerte, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
En conclusión, queridos hermanos, permanezcan firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, convencidos de que sus esfuerzos por el Señor no serán inútiles.
A los responsables A los ancianos que están entre ustedes les ruego como colega, testigo de la pasión de Cristo y partícipe de la gloria que se ha de revelar:
también por mí, para que cuando yo abra la boca, se me conceda el don de la palabra y pueda exponer libremente el misterio de la Buena Noticia,
así será mi Palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.
Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos a la presencia de los magistrados. Y gritaron: -Éstos, que han revolucionado el mundo, se han presentado también aquí y
Por eso también nosotros damos siempre gracias a Dios, porque, cuando escucharon la Palabra de Dios que les predicamos, la recibieron, no como palabra humana, sino como realmente es, Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los creyentes.
Nos encargó predicar al pueblo y atestiguar que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos.
Visión de Jesucristo Yo Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las pruebas, el reino y la paciencia por Jesús, me encontraba exilado en la isla de Patmos a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
Por esa causa padezco estas cosas, pero no me siento fracasado, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que puede custodiar el bien que me ha encomendado hasta el último día.
Anunciar la Buena Noticia no es para mí motivo de orgullo, sino una obligación a la que no puedo renunciar. ¡Ay de mí si no anuncio la Buena Noticia!
[Pero] lo que para mí era ganancia lo consideré, por Cristo, pérdida. Más aún, todo lo considero pérdida comparado con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús mi Señor; por él doy todo por perdido y lo considero basura con tal de ganarme a Cristo
Ponte en pie; que para esto me he aparecido a ti, para nombrarte servidor y testigo de que me has visto y de lo que te haré ver.
Pero si padece por ser cristiano, no se avergüence, antes dé gloria a Dios por tal título.
si confiesas con la boca que Jesús es Señor, si crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás. Con el corazón creemos para ser justos, con la boca confesamos para obtener la salvación.
A mí, el último de los consagrados, me han concedido esta gracia: anunciar a los paganos la Buena Noticia, la riqueza inimaginable de Cristo
El mensajero de paz 40,1-10; Nah 2,1-3 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: Ya reina tu Dios!
La vida se manifestó: la vimos, damos testimonio y les anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó.
Los harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y los paganos.
Simón Pedro le contestó: -Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído y reconocemos que tú eres el Consagrado de Dios.
Porque no somos dueños de su fe -ya que en la fe se mantienen firmes-sino colaboradores que queremos aumentarles la alegría.
Jesús, el testigo supremo de la fe Por lo tanto, nosotros, rodeados de una nube tan densa de testigos, desprendámonos de cualquier carga y del pecado que nos acorrala; corramos con constancia la carrera que nos espera,
A partir de ustedes la Palabra del Señor, no sólo se difundió en Macedonia y Acaya, sino que a todas partes llegó la fama de su fe en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto.
Sana a dos mujeres Mt 9,18-26; Mc 5,21-43 Cuando volvió Jesús, lo recibió la gente, porque todos lo estaban esperando.
Pero ustedes son raza elegida, sacerdocio real, nación santa y pueblo adquirido para que proclame las maravillas del que los llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.
Nosotros lo hemos contemplado y atestiguamos que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo.
Así nos lo ha ordenado el Señor: Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Una cosa importa, que su conducta sea digna de la Buena Noticia de Cristo; de modo que, sea que vaya a verlos o que siga ausente, sepa que se mantienen unidos en espíritu y corazón, luchando juntos por la fe en la Buena Noticia;
Somos embajadores de Cristo y es como si Dios hablase por nosotros. Por Cristo les suplicamos: Déjense reconciliar con Dios.
En aquel pueblo muchos creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: Me ha dicho todo lo que hice.
que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él.
Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo, que él redactó por intermedio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en corazones de carne.
Lo que vimos y oímos se lo anunciamos también a ustedes para que compartan nuestra vida, como nosotros la compartimos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
El Defensor, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, les enseñará todo y les recordará todo lo que [yo] les he dicho.
De estos hechos, nosotros somos testigos con el Espíritu Santo que Dios concede a los que creen en él.
No he escondido en el pecho tu justicia, he anunciado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.
Sabiduría superior Cuando llegué a ustedes, hermanos, para anunciarles el misterio de Dios no me presenté con gran elocuencia y sabiduría; al contrario decidí no saber de otra cosa que de Jesucristo, y éste crucificado.
Te lo aseguro: nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Aquel día, recitarán: Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su Nombre es sublime.
Cambio de planes Nuestro orgullo se apoya en el testimonio de nuestra conciencia: ella me asegura que por la gracia de Dios y no por prudencia humana, me he comportado con todo el mundo, y en particular con ustedes, con la sencillez y sinceridad que Dios pide.
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no sufrirán la muerte antes de ver el reino de Dios.
En una visión nocturna el Señor dijo a Pablo: -No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño, porque en esta ciudad tengo yo un pueblo numeroso.
Juan grita dando testimonio de él: Éste es aquél del que yo decía: El que viene detrás de mí, es más importante que yo, porque existía antes que yo.
sino que, Dios nos encontró dignos de confiarnos la Buena Noticia y nosotros la predicamos, buscando agradar no a hombres, sino a Dios, que examina nuestros corazones.
así serán íntegros e intachables, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación perversa y depravada, ante la cual brillan como estrellas en el mundo,
Por medio de él, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que confiesan su nombre.
Porque si en un tiempo eran tinieblas, ahora son luz por el Señor: vivan como hijos de la luz
pero háganlo con modestia y respeto, con buena conciencia; de modo que los que hablan mal de su buena conducta cristiana queden avergonzados de sus propias palabras.
Unidad del cuerpo Yo, el prisionero por el Señor, los exhorto a vivir de acuerdo con la vocación que han recibido.
Confesar a Jesús Mt 10,32s Les aseguro que a quien me reconozca abiertamente ante los hombres, el Hijo del Hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Pero poco me importa la vida, con tal de completar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús: anunciar la Buena Noticia de la gracia de Dios.
Somos del Señor Ninguno vive para sí, ninguno muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor.
La Buena Noticia del reino se proclamará a todas las naciones, y entonces llegará el final.
proclama la palabra, insiste a tiempo y destiempo, convence, reprende, exhorta con toda paciencia y pedagogía.
Estoy seguro que ni muerte ni vida, ni ángeles ni potestades, ni presente ni futuro, ni poderes ni altura ni hondura, ni criatura alguna nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
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