¡Pero no! Mesias resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron. Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Mesias.
y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte,
Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Mesias fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.
Yeshúa le respondió: 'Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?'
Bendito sea el Di-s y Padre de nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Yeshúa HaMashiaj de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva,
Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Yeshúa de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Mesias de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros si me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
Así pues, si habéis resucitado con Mesias, buscad las cosas de arriba, donde está Mesias sentado a la diestra de Di-s.
Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Yeshúa. Y gozaban todos de gran simpatía.
=¿Dónde está, oh muerte,=tu victoria?=¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?=El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la Ley. Pero ¡gracias sean dadas a Di-s, que nos da la victoria por nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj!
Y Di-s, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.
a éste, pues, Di-s le resucitó librándole de los dolores del Sepulcro, pues no era posible que quedase bajo su dominio;
El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: 'Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Yeshúa, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba.
Porque, si confiesas con tu boca que Yeshúa es Señor y crees en tu corazón que Di-s le resucitó de entre los muertos, serás salvo.
porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos.'
Acuérdate de Yeshúa HaMashiaj, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi Buena Noticia;
Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Di-s, que resucitó de entre los muertos.
que desplegó en Mesias, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos,
Pero él les dice: 'No os asustéis. Buscáis a Yeshúa de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.
No está aquí, ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. ''
y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. Pero Di-s le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Sepulcro.
constituido Hijo de Di-s con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Yeshúa HaMashiaj Señor nuestro,
Pero Di-s le resucitó de entre los muertos. El se apareció durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Yerushalaim y que ahora son testigos suyos ante el pueblo.
Porque si creemos que Yeshúa murió y que resucitó, de la misma manera Di-s llevará consigo a quienes murieron en Yeshúa.
sabiendo que quien resucitó al Señor Yeshúa, también nos resucitará con Yeshúa y nos presentará ante él juntamente con vosotros.
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Yeshúa quería y les dice: 'Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.' Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Yeshúa debía resucitar de entre los muertos. Los discípulos, entonces, volvieron a casa. Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Yeshúa, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: 'Mujer, ¿por qué lloras?' Ella les respondió: 'Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.' Dicho esto, se volvió y vio a Yeshúa, de pie, pero no sabía que era Yeshúa. Le dice Yeshúa: 'Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?' Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: 'Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.' Yeshúa le dice: 'María.' Ella se vuelve y le dice en hebreo: 'Rabbuní' - que quiere decir: 'Maestro' -. Dícele Yeshúa: 'No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Di-s y vuestro Di-s.' Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.
a éste, Di-s le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a los testigos que Di-s había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
Y el Di-s de la paz que=suscitó=de entre los muertos a nuestro Señor Yeshúa, el gran=Pastor de la ovejas en virtud de la sangre de una Alianza eterna,=os disponga con toda clase de bienes para cumplir su voluntad, realizando él en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por mediación de Yeshúa HaMashiaj, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Mesias murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras;
y les dijo: 'Así está escrito que el Mesias padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día
Queridos, ahora somos hijos de Di-s y aún no se ha manifestado lo que seremos.Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.
Por tanto, el que está en Mesias, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
Y si hemos muerto con Mesias, creemos que también viviremos con él, sabiendo que Mesias, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él.
Pues también Mesias, para llevarnos a Di-s, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu.
las mujeres recobraban resucitados a sus muertos. Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor;
y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Di-s le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
consumirá a la Muerte definitivamente.Enjugará el Señor Adonai las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra, porque Adonai ha hablado.
Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes de Di-s y de Mesias y reinarán con él mil años.
Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Di-s por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Mesias, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos,
Pues, ciertamente, fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivo por la fuerza de Di-s. Así también nosotros: somos débiles en él, pero viviremos con él por la fuerza de Di-s sobre vosotros.
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.'
y esperar así a su Hijo Yeshúa que ha de venir de los cielos, a quien resucitó de entre los muertos y que nos salva de la Cólera venidera.
que el Mesias había de padecer y que, después de resucitar el primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.'
=¿Quién condenará?=¿Acaso Mesias Yeshúa, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Di-s, y que intercede por nosotros?
Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Pues si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.'
Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Di-s.
Revivirán tus muertos, tus cadáveres resurgirán, despertarán y darán gritos de júbilo los moradores del polvo; porque rocío luminoso es tu rocío, y la tierra echará de su seno las sombras.
Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno.
No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.
Yeshúa les respondió: 'Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.' Los judíos le contestaron: 'Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?' Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo.
Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: 'Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; por esperar la resurrección de los muertos se me juzga.'
Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente.Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.'
los que por medio de él creéis en Di-s, que le ha resucitado de entre los muertos y le ha dado la gloria, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza estén en Di-s.
Porque si hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante;
Ahora bien, si se predica que Mesias ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Mesias resucitó.
Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos.
Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: 'Así está escrito que el Mesias padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Yerushalaim.
Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Mesias Yeshúa, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Buena Noticia
a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.'
Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo.
El Di-s de nuestros padres resucitó a Yeshúa a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero. A éste le ha exaltado Di-s con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado Di-s a los que le obedecen.'
Dícele Yeshúa: 'Porque me has visto has creído.Dichosos los que no han visto y han creído.'
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Mesias resucitó. Y si Mesias no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados.
Por eso yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Di-s y ante los hombres.
Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído aquellas palabras de Di-s cuando os dice:=Yo soy el Di-s de Abraham, el Di-s de Isaac y el Di-s de Jacob?=No es un Di-s de muertos, sino de vivos.'
El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Di-s, bajará del cielo, y los que murieron en Mesias resucitarán en primer lugar.
Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad.
el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del celeste.
Dicho esto, gritó con fuerte voz: '¡Lázaro, sal fuera!' Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Yeshúa les dice: 'Desatadlo y dejadle andar.'
En efecto, así es como dice la Escritura:=Fue hecho el primer hombre,=Adán,=alma viviente;=el último Adán, espíritu que da vida.
de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
Desde entonces comenzó Yeshúa a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Yerushalaim y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día.
Esta fue ya la tercera vez que Yeshúa se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
'Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Di-s ha constituido Señor y Mesias a este Yeshúa a quien vosotros habéis crucificado.'
Y a su vez Isaías dice:=Aparecerá el retoño de Jesé, el que se levanta para imperar sobre los gentiles. En él pondrán los gentiles su esperanza.=El Di-s de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo.
Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano el Señor.
El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio,=se sentó a la diestra de Di-s para siempre,=esperando desde entonces=hasta que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies.=
En esto se manifestó el amor que Di-s nos tiene; en que Di-s envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.
=Mira, vengo=pronto=y traigo mi recompensa=conmigo=para pagar a cada uno según su trabajo.=
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Yeshúa en medio estando las puertas cerradas, y dijo: 'La paz con vosotros.' Luego dice a Tomás: 'Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.' Tomás le contestó: 'Señor mío y Di-s mío.' Dícele Yeshúa: 'Porque me has visto has creído.Dichosos los que no han visto y han creído.'
Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Di-s y a Yeshúa que estaba en pie a la diestra de Di-s; y dijo: 'Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Di-s.'
Yeshúa se acercó a ellos y les habló así: 'Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.
y de parte de Yeshúa HaMashiaj,=el Testigo fiel, el Primogénito=de entre los muertos,=el Príncipe de los reyes de la tierra.=Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados
En cambio aquel a quien Di-s resucitó,=no experimentó la corrupción.='Tened, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste os es anunciado el perdón de los pecados; y la total justificación que no pudisteis obtener por la Ley de Moisés la obtiene por él todo el que cree.
El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia:El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo,
Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Mesias, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria.
Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Mesias.
así, la mismo que el pecado reinó en la muerte, así también reinaría la gracia en virtud de la justicia para vida eterna por Yeshúa HaMashiaj nuestro Señor.
Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación.
Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Di-s.
estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Mesias - por gracia habéis sido salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Mesias Yeshúa,
=Y enjugará toda lágrima de sus ojos,=y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.'
Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.'
y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.'
Y a aquel que=fue hecho inferior a los ángeles por un poco,=a Yeshúa, le vemos=coronado de gloria y honor=por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Di-s gustó la muerte para bien de todos.
En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Yeshúa HaMashiaj!
Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Yeshúa, a fin de que también la vida de Yeshúa se manifieste en nuestro cuerpo.
y no vivo yo, sino que es Mesias quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Di-s que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Cuando hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Di-s sea todo en todo.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré a comer=del árbol de la vida, que está en el Paraíso=de Di-s.
Y este es el testimonio: que Di-s nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
Luego, el fin, cuando entregue a Di-s Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad.
El Di-s de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Mesias, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará.
A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Di-s.
En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad.
Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación.
sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Yerushalaim, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.'
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Yeshúa en medio de ellos y les dijo: 'La paz con vosotros.' Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
Di-s no nos ha destinado para la cólera, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj, que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos juntos con él.
Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: '¿No paga vuestro Maestro el didracma?'
y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Yeshúa. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Como ellas temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: '¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. '' Y ellas recordaron sus palabras.
Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.
Y somos convictos de falsos testigos de Di-s porque hemos atestiguado contra Di-s que resucitó a Mesias, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan.
Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;
Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Mesias en Di-s. Cuando aparezca Mesias, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él.
Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros.
Me dijo también: 'Hecho está: yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la vida gratis.
Pues no me avergüenzo del Buena Noticia, que es una fuerza de Di-s para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego.
A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros, a él la gloria en la Iglesia y en Mesias Yeshúa por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.
que conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la Manifestación de nuestro Señor Yeshúa HaMashiaj, Manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver.A él el honor y el poder por siempre. Amén.
Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte por causa de Yeshúa, a fin de que también la vida de Yeshúa se manifieste en nuestra carne mortal.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará guardándome para su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Por eso, nosotros que recibimos un reino inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a Di-s un culto que le sea grato, con religiosa piedad y reverencia,
Al que es capaz de guardaros inmunes de caída y de presentaros sin tacha ante su gloria con alegría, al Di-s único, nuestro Salvador, por medio de Yeshúa HaMashiaj, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén.
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