Toda la Escritura inspirada por Dios es útil para enseñar, para confrontar lo que está mal, para enderezar nuestro camino, y para enseñarnos lo recto.Así es como Dios provee una preparación completa para aquellos que trabajan para él, para lograr todo lo que es bueno.
Tu palabra es una lámpara que me muestra por dónde caminar. Y es una luz en mi camino.
Te humilló y, cuando tuviste hambre, te dio a comer maná, que nadie, ni siquiera tú y tus antepasados, había tenido antes. Esto fue para dejarte claro que los seres humanos no viven sólo de comer pan, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor.
No traten estas palabras como triviales porque son su vida, y por ellas tendrán larga vida en el país que posean después de cruzar el Jordán”.
Sigue recordándole al pueblo la ley. Mediten en ella de día y de noche, para estés seguro de hacer lo que es debido. Entonces tendrás éxito y prosperarás en lo que hagas.
La palabra del Señor es fiel, y es tan pura como la plata refinada siete veces en un horno.
La ley de Dios es buena, reafirma la vida espiritual. Las enseñanzas de Dios son confiables; convierten a los inexpertos en sabios. Las instrucciones de Dios son buenas, y traen alegría a las personas. Los mandamientos de Dios son sinceros, y ayudan a la gente a ver lo que está realmente bien.
Hagan, más bien, lo que dice la palabra. No escuchen solamente ni se engañen ustedes mismos.
Pero Jesús dijo: “Más benditos aún son los que oyen la palabra de Dios y siguen sus enseñanzas”.
Sin embargo, aunque la hierba se marchite y la flor se desvanezca, la palabra de nuestro Dios perdurará para siempre”.
Los caminos de Dios son perfectos. La palabra de Dios es fiel. Es un refugio y un escudo para todos aquellos que vienen en busca de protección.
Todo aquél que escucha las palabras que yo digo, y las sigue, es como el hombre sabio que construyó su casa sobre la roca sólida.
El Señor es la fuente de la sabiduría. Su palabra proporciona el conocimiento y la razón.
Jesús respondió: “Como dicen las Escrituras, ‘los seres humanos no viven solo de comer pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios’”.
Hijo mío, presta atención a lo que te digo y escucha mis palabras.No las pierdas de vista y reflexiona sobre ellas,porque son vida para quien las encuentra, y traen sanidad a todo el cuerpo.
Tus palabras tienen el poder de traer vida o muerte; aquellos que disfrutan hablar mucho tendrán que vivir con las consecuencias.
Agradezco a Dios por sus promesas. Confío en Dios, así que, ¿Por qué debería temer? ¿Qué pueden hacerme los simples seres humanos?
De la misma manera, las palabras que digo no vuelven a mí sin cumplirse, sino que logran lo que yo quiero: alcanzan con éxito mi propósito.
He jurado por mí mismo, he dicho lo que es justo y no me retractaré jamás. Todos se inclinarán ante mí; todos me reconocerán.
Esto es lo que dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel, yo soy el Señor, tu Dios. Yo soy el que te enseña lo que es bueno para ti, el que te guía por el camino que debes seguir.
Si ustedes permanecen en mí, y mis palabras en ustedes, entonces pueden pedir cualquier cosa que quieran, y les será dada.
Es como la lluvia y la nieve que caen del cielo. No vuelven allí hasta que han regado la tierra, haciendo que las plantas crezcan y florezcan, proporcionando semillas para el sembrador y alimentos para comer.De la misma manera, las palabras que digo no vuelven a mí sin cumplirse, sino que logran lo que yo quiero: alcanzan con éxito mi propósito.
Dejen que el mensaje de Cristo habite completamente en ustedes. De las maneras más sabias instrúyanse unos a otros por medio de salmos e himnos y cantos espirituales, alabando a Dios con sus corazones.
El Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo “Mira, he puesto mis palabras en tu boca.
El camino de Dios es absolutamente correcto. La palabra del Señor es digna de confianza. Es un escudo para todos los que acuden a él en busca de protección.
Esta es la respuesta del Señor Dios Todopoderoso: Por lo que has dicho, haré que mis palabras sean como un fuego en tu boca y que tú seas como la leña que quema.
¿No arde mi palabra como el fuego? pregunta el Señor. ¿No es como un martillo que rompe una roca?
Simón Pedro respondió, “Señor, ¿a quién seguiremos? Tú eres el único que tiene palabras de vida eterna.
“Pues diles que esto es lo que dice el Señor Dios: Todo lo que he dicho está a punto de suceder. No habrá más demora, declara el Señor Dios”.
Cada palabra que Dios dice ha resultado ser verdadera. Él defiende a todos los que lo buscan pidiendo protección.
El centurión respondió: “Señor, no merezco una visita a mi casa. Solo di la palabra y mi siervo quedará sano.
Yo les digo, ustedes tendrán que dar cuenta en el Día del Juicio de cada cosa que hayan dicho de manera descuidada.Porque lo que ustedes digan los vindicará o los condenará”.
Así que vayan y hagan discípulos entre la gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.De repente, hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, rodó la piedra, y se sentó sobre ella.Enséñenles a seguir todos los mandamientos que yo les he dado a ustedes. Recuerden, yo estoy siempre con ustedes hasta el fin del mundo”.
Les digo la verdad: aquellos que siguen lo que yo digo y creen en Aquél que me envió, tienen vida eterna. Ellos no serán condenados, sino que habrán pasado de la muerte a la vida.
El Espíritu da vida; el cuerpo físico no sirve para nada. ¡Las palabras que les he dicho son Espíritu y son vida!
Entonces Jesús le dijo a los judíos que creyeron en él: “Si siguen mi enseñanza, entonces ustedes son realmente mis discípulos.Conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.
Cuando terminaron de orar, la edificación donde estaban reunidos tembló. Y todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y predicaban con valor la palabra de Dios.
La palabra de Dios seguía siendo esparcida, y el número de discípulos en Jerusalén aumentó grandemente, incluyendo a un gran número de sacerdotes que se comprometieron a creer en Jesús.
Sin lugar a dudas, no me avergüenzo de la buena noticia, porque es poder de Dios para salvar a todos los que creen en él, primero a los judíos, y luego a todos los demás también.
Lo que la Escritura realmente dice es: “Este mensaje está muy cerca de ti, es lo que hablas y lo que está en tu mente”. De hecho, lo que estamos mostrando es este mensaje, basado en la fe.
Estas Escrituras fueron escritas en el pasado para ayudarnos a entender, y para animarnos a fin de que pudiéramos esperar pacientemente en esperanza.
Porque el mensaje de la cruz no tiene sentido para los que están perdidos, pero es poder de Dios para nosotros, los que somos salvos.
Yo no les hablé persuadiéndolos con palabras de sabiduría para convencerlos. Solo les expliqué todo mediante la evidencia y el poder del Espíritu.De este modo su confianza en Dios no estaría fundada en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.
Por medio de esta buena noticia es que ustedes son salvos, si se aferran al mensaje que les di. ¡De lo contrario, habrán creído sin propósito alguno!
No somos como la mayoría, que hacen negocios con la palabra de Dios por conveniencia. Muy por el contrario: somos sinceros al predicar la palabra de Dios en Cristo, sabiendo que él nos ve.
Pero sí hemos renunciado a los actos secretos y vergonzosos. No actuamos con engaño ni distorsionamos la Palabra de Dios. Nosotros demostramos lo que somos al revelar la verdad ante Dios, a fin de que todos puedan decidirse a conciencia.
En Él ustedes también han escuchado la palabra de verdad, la buena noticia de su salvación. En Él, puesto que creyeron en él, fueron sellados con el sello de la promesa del Espíritu Santo,
Usen el casco de la salvación, y lleven la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
mostrándoles la palabra de vida. ¡Así tendré algo de qué enorgullecerme cuando Cristo regrese, demostrando que no anduve de aquí para allá trabajando en vano!
por causa de la esperanza preparada para ustedes en el cielo. Ya escucharon sobre esto en la buena noticia, el mensaje de verdad
Hay otra cosa, y es que siempre le damos gracias a Dios porque cuando ustedes escucharon y aceptaron su palabra, no la recibieron como si fueran palabras humanas, sino como lo que realmente es: como la palabra de Dios. Y esto es lo que obra en los que creen en él.
Hasta que yo vaya, asegúrate de leer las Escrituras a la iglesia, y de animarlos con tu predicación y tu enseñanza.
Esfuérzate arduamente en poder presentarte ante Dios y ser aprobado por él. Sé un obrero que no tenga nada de qué avergonzarse, usando correctamente la palabra de verdad.
Desde tu niñez has conocido las Escrituras que pueden darte entendimiento para la salvación por la fe en Cristo Jesús.
y consagrarse al mensaje fiel, tal como se le enseño. De esta manera podrá animar a otros por medio de la enseñanza correcta, y convencer a los que se oponen.
El Hijo es la gloria radiante de Dios, y la expresión visible de su verdadero carácter. Él sostiene todas las cosas con su poderoso mandato. Cuando hizo provisión para limpiar el pecado, se sentó a la diestra de la Majestad del cielo.
Mediante nuestra fe en Dios comprendemos que todo el universo fue creado por su mandato, y que lo que se ve fue hecho a partir de lo que no se puede ver.
Recuerden a los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Miren nuevamente los frutos de sus vidas, e imiten su fe en Dios.
Él eligió darnos una nueva vida por medio de la palabra de verdad, para que de toda su creación nosotros fuésemos muy especiales para él.
Así que despojémonos de todo lo que es sucio y maligno. Acepten humildemente la palabra que ha sido implantada en ustedes, porque esto es lo que puede salvarlos.
Del mismo modo, la lengua es una parte del cuerpo muy pequeña, ¡pero hace grandes alardes! ¡Piensen cuán grande incendio puede provocar una pequeña llama!Y la lengua es una llama. Es una espada del mal en medio de las partes del cuerpo. Puede estropearte por completo como persona, y puede derrumbar toda tu vida, pues la enciende el fuego de Gehena.
Ustedes han nacido de nuevo, no son el producto de una “semilla” mortal, sino inmortal, por la palabra viva y eternal de Dios.Porque: “Todas las personas son como la hierba, y su gloria es como flores del campo. La hierba se seca y las flores se marchitan.Pero la palabra de Dios permanece para siempre”. Esta palabra es la buena noticia de la que les hablaron antes.
Deben volverse como bebés recién nacidos que solo quieren leche espiritual pura, para que puedan crecer en la salvación
Todo el que hable, hágalo como si Dios hablara a través de él. Todo aquél que quiera ayudar a otros, hágalo por medio de la fuerza que Dios le da, para que en todo Dios sea glorificado por medio de Jesucristo. Que la gloria y el poder sean suyos por siempre y para siempre. Amén.
También tenemos la palabra de confirmación de la profecía que es completamente fiel, y será bueno para ustedes que le presten atención. Porque es como una lámpara que brilla en la oscuridad, hasta que el día termina, y se levanta la estrella de la mañana en sus corazones.Reciban todavía más gracia y paz a medida que crecen en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.Sobre todas las cosas, deben reconocer que ninguna profecía de la Escritura está sujeta a una interpretación basada en los caprichos de un individuo,pues ninguna profecía tuvo su origen en las ideas humanas, sino que los profetas hablaron por Dios, siendo movidos por el Espíritu Santo.
Pero ignoran deliberadamente el hecho de que por orden de Dios fueron creados los cielos hace mucho tiempo atrás. La tierra llegó a existir a partir del agua, y estaba toda rodeada de ella.Por el agua, el mundo que existía en ese entonces fue destruido, inundado por ella.Pero por medio de esa misma orden divina, los cielos y la tierra que existen ahora están reservados para la destrucción con fuego en el día del juicio, cuando sean destruidos los malvados.
Esta carta trata sobre la Palabra de vida que existía desde el principio, que hemos escuchado, que hemos visto con nuestros propios ojos y le hemos contemplado, y que hemos tocado con nuestras manos.
Les escribo a ustedes, pequeñitos, porque ustedes conocen al Padre. Les escribo a ustedes, Padres, porque conocen al que ha existido desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque son fuertes. Porque la palabra de Dios vive en ustedes, y han vencido al maligno.
Podemos estar seguros de que él nos escuchará siempre y cuando pidamos conforme a su voluntad.Si sabemos que él oye nuestras peticiones, podemos estar seguros de que recibiremos lo que le pedimos.
Bendito es todo aquél que lee esto, así como los que escuchan estas palabras proféticas y prestan atención a lo que está escrito, porque el tiempo está cerca.
Yo conozco tus logros. Mira, he abierto para ti una puerta que nadie puede cerrar. Sé que tienes apenas poca fuerza, pero hiciste lo que yo te pedí, y no me negaste.
Ellos lo vencieron mediante la sangre del Cordero y por el testimonio de sus vidas, y no amaron sus vidas al punto que estuvieron dispuestos a morir si era necesario.
Hijo mío, no olvides mis instrucciones. Recuerda siempre mis mandamientos.Entonces tus graneros serán llenos de fruto, y tus estanques rebosarán de vino nuevo. Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni te enojes cuando te corrija,porque el Señor corrige a los que ama, así como un padre corrige al hijo que más le agrada. Felices son los que encuentran la sabiduría y obtienen entendimiento,porque la sabiduría vale más que la plata, y ofrece mejor recompensa que el oro.¡La sabiduría vale más que muchos rubíes y no se compara con ninguna cosa que puedas imaginar!Por un lado ella te brinda larga vida, y por el otro riquezas y honra.Te dará verdadera felicidad, y te guiará a una prosperidad llena de paz.La sabiduría es un árbol de vida para todo el que se aferra a ella, y bendice a todos los que la aceptan.Fue gracias a la sabiduría el Señor creó la tierra, y gracias al conocimiento puso los cielos en su lugar.Así vivirás muchos años, y tu vida será plena.
Hijo mío, presta atención a la instrucción de tu padre, y no rechaces la enseñanza de tu madre.Guárdalas siempre en tu mente. Átalas en tu cuello.Ellas te guiarán cuando camines, te cuidarán al dormir, y te hablarán al levantarte.
Yo te he dicho lo que tienes que decir, y te he protegido con mi mano. Yo creé los cielos y fundé la tierra, y le dije a Sión: Tú eres mi pueblo.
Este es mi acuerdo con ellos, dice el Señor. Mi Espíritu, que está sobre ti, no te dejará, y mis palabras que te he dado para que las pronuncies estarán siempre en tus labios, en los de tus hijos y en los de tus descendientes, desde ahora hasta siempre, dice el Señor.
Las semillas sembradas en buen suelo son las personas que escuchan el mensaje, lo entienden, y producen buena cosecha—algunos cien, otros sesenta, y otros treinta veces lo que fue sembrado”.
Los discípulos salieron y predicaron la Buena Noticia en todos lados, y el Señor obraba por medio de ellos, confirmando el mensaje por medio de muchos milagros.
Jesús respondió: “Aquellos que me aman harán lo que yo digo. Mi Padre los amará, y vendremos a crear un hogar con ellos.
Pues la palabra de Dios es viva y eficaz, y más afilada que espada de dos filos, que penetra hasta separar la vida y el aliento, así como los tendones y los tuétanos, juzgando los pensamientos y las intenciones de la mente.
Ustedes han nacido de nuevo, no son el producto de una “semilla” mortal, sino inmortal, por la palabra viva y eternal de Dios.
El Señor habló y los cielos fueron hechos. Su boca sopló, y todas las estrellas existieron.
Cuando recibí tus mensajes, los devoré. Lo que dijiste me hizo muy feliz, me encantó. Te pertenezco, Señor Dios Todopoderoso.
En el principio, la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.Él estuvo en el mundo, y aunque el mundo fue hecho por medio de él, el mundo no supo quién era él.Él vino a su pueblo, pero ellos no lo aceptaron.Pero a aquellos que lo aceptaron, a quienes creyeron en él, les dio el derecho de convertirse en hijos de Dios.Estos son los hijos que no nacieron de forma habitual, o como resultado de los deseos o de la voluntad humana, sino nacidos de Dios.La Palabra se volvió humana y vivió entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, la gloria del único hijo del Padre, lleno de gracia y verdad. Juan dio su testimonio acerca de él, exclamando al pueblo: “Este es del cual yo les hablaba cuando les dije: ‘El que viene después de mi es más importante que yo, porque antes de que yo viviera, ya él existía’”.Nosotros todos hemos sido receptores de su generosidad, de un don gratuito tras otro.La ley fue dada por medio de Moisés; pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.Aunque ninguno ha visto a Dios, Jesucristo, el Único e Incomparable, quien está cerca del Padre, nos ha mostrado cómo es Dios. Esto es lo que Juan afirmó públicamente cuando los líderes judíos enviaron sacerdotes y Levitas desde Jerusalén para preguntarle: “¿Quién eres tú?”En el principio, Jesús —quien era la palabra— estaba con Dios.Juan declaró claramente y sin dudar: “Yo no soy el Mesías”.“Entonces, ¿quién eres?” preguntaron ellos. “¿Elías?” “No, no lo soy”, respondió él. “¿Eres tú el Profeta?” “No”, respondió él.“¿Quién eres tú, entonces?” preguntaron ellos. “Tenemos que dar una respuesta a quienes nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?”“Yo soy ‘una voz que clama en el desierto: “¡Enderecen el camino del Señor!”’” dijo él, usando las palabras del profeta Isaías. Los sacerdotes y los Levitas enviados por los Fariseosle preguntaron: “¿Por qué, entonces, estás bautizando, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?”Juan respondió: “Yo bautizo con agua, pero entre ustedes está alguien a quien ustedes no conocen.Él viene después de mí, pero yo ni siquiera soy digno de desabrochar sus sandalias”.Todo esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!Todo llegó a existir por medio de él; y sin él nada llegó a existir.
La Palabra se volvió humana y vivió entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, la gloria del único hijo del Padre, lleno de gracia y verdad.
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