Porque ustedes han sido salvos por gracia, por la fe en él, y esto no por ustedes mismos, ¡es el regalo de Dios!La salvación no depende del esfuerzo humano, así que no se enorgullezcan.
Pero él me dijo: “Mi gracia te bastará, pues mi poder se hace eficaz en la debilidad”. Por eso me jacto felizmente de mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
Todos hemos pecado y hemos fallado en alcanzar el ideal glorioso de Dios.Sin embargo, por medio del regalo de su gracia, Dios nos hace justos, a través de Jesucristo, quien nos hace libres.
El pecado no gobernará sobre ustedes, porque ustedes no están bajo la ley sino bajo la gracia.
Así que deberíamos acercarnos confiados a Dios, en su trono de gracia, para recibir misericordia, y descubrir la gracia que nos ayuda cuando realmente la necesitamos.
A través de él obtenemos la salvación mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, como resultado de su preciosa gracia
Pues cuando se introdujo la ley, el pecado se hizo más evidente. ¡Pero aunque el pecado se volvió más evidente, la gracia se volvió más evidente aun!
Él es el que nos ha salvado y nos ha llamado para vivir una vida santa, no por medio de lo que hacemos, sino por medio del propio plan de Dios y por medio de su gracia.
Pero después de que hayan sufrido un poco, el Dios de toda gracia, que los llamó a su gloria eterna en Cristo, él mismo los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y les dará un fundamento sólido.
Nosotros todos hemos sido receptores de su generosidad, de un don gratuito tras otro.La ley fue dada por medio de Moisés; pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia por mí no fue desperdiciada. Por el contrario, he trabajado con más esfuerzo que todos ellos, aunque no fui yo, sino la gracia de Dios obrando en mí.
Porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Que aunque era rico, se volvió pobre por ustedes, a fin de que a través de su pobreza ustedes pudieran llegar a ser ricos.
No se distraigan con distintas clases de enseñanzas extrañas. Es mejor que la mente esté convencida por gracia y no por leyes en lo que concierne a los alimentos. Los que seguían tales leyes no lograron nada.
Ahora que hemos sido justificados por Dios, por nuestra confianza en él, tenemos paz con él a través de nuestro Señor Jesucristo.Aunque éramos sus enemigos, Dios nos convirtió en sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, y así podemos estar totalmente seguros de que él nos salvará por la vida de su Hijo.Además de esto celebramos ahora lo que Dios ha hecho por medio de nuestro Señor Jesucristo para reconciliarnos y convertirnos en sus amigos.Porque a través de un hombre el pecado entró al mundo, y el pecado condujo a la muerte. Y de esta manera la muerte llegó a todos, porque todos eran pecadores.Incluso antes de que se diera la ley, el pecado ya estaba en el mundo, pero no era considerado pecado porque no había ley.Pero la muerte gobernaba desde Adán hasta Moisés, incluso sobre aquellos que no pecaron de la misma manera que lo hizo Adán. Pues Adán prefiguraba a Aquél que vendría.Pero el don de Jesús no es como el pecado de Adán. Aunque mucha gente murió por culpa del pecado de un hombre, la gracia de Dios es mucho más grande y ha sido dada a muchos a través de su don gratuito en la persona de Jesucristo.El resultado de este don no es como el resultado del pecado. El resultado del pecado de Adán fue juicio y condenación, pero este don nos justifica con Dios, a pesar de nuestros muchos pecados.Como resultado del pecado de un hombre, la muerte gobernó por su culpa. Pero la gracia de Dios es mucho más grande y su don nos justifica, porque todo el que lo recibe gobernará en vida a través de la persona de Jesucristo.Del mismo modo que un pecado trajo condenación a todos, un acto de justicia nos dio a todos la oportunidad de vivir en justicia.Así como por la desobediencia de un hombre muchos se convirtieron en pecadores, de la misma manera, a través de la obediencia de un hombre, muchos son justificados delante de Dios.Porque es por medio de Jesús, y por nuestra fe en él, que hemos recibido acceso a esta posición de gracia en la que estamos, esperando con alegría y confianza que podamos participar de la gloria de Dios.
Cualquiera sea el don que hayan recibido, compártanlo con otros entre ustedes, como un pueblo que demuestra sabiamente la gracia de Dios, en todas sus formas.
Ahora que estamos justificados por su gracia, nos hemos convertido en herederos por la esperanza de la vida eterna.
¿Cómo podría rechazar la gracia de Dios? ¡Pues si podemos ser justificados por guardar la ley, entonces la muerte de Cristo fue en vano!
que vino a ustedes, así como a todo el mundo, esparciéndose ampliamente y dando resultados. Del mismo modo ha dado resultados en ustedes, desde que lo oyeron y comprendieron la naturaleza de la gracia de Dios.
Quiera nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios el Padre (quien por medio de su gracia nos dio seguridad eterna y fiel esperanza),animarlos y fortalecerlos para que puedan decir y hacer todo lo que es bueno.
Pero Dios nos da todavía más gracia, como dice la Escritura: “Dios está en contra de los arrogantes, pero da gracia a los humildes”.
Y como es por medio de la gracia, entonces claramente no se basa en lo que la gente hace, ¡de otro modo no sería gracia!
Asegúrense de que no les falte la gracia de Dios, en caso de que surja alguna causa de amargura y tribulación y termine corrompiendo a muchos entre ustedes.
Deseo que crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y por siempre! Amén.
Pero Dios, en su gran misericordia, por el maravilloso amor que tuvo por nosotrosincluso cuando estábamos muertos en nuestros pecados, nos ha resucitado junto a Cristo. ¡Creer en él los ha salvado!
Así que ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.Sin embargo, si Cristo está en ustedes, aunque su cuerpo vaya a morir por causa del pecado, el Espíritu les da vida porque ahora ustedes están justificados delante de Dios.El Espíritu de Dios que levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes. Él, que levantó a Jesús de los muertos, dará vida a sus cuerpos muertos a través de su Espíritu que vive en ustedes.Así que, hermanos y hermanas, no tenemos que seguir nuestra naturaleza pecaminosa que obra conforme a nuestros deseos humanos.Porque si ustedes viven bajo el control de su naturaleza pecaminosa, van a morir. Pero si siguen el camino del Espíritu, dando muerte a las cosas malas que hacen, entonces vivirán.Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.No se les ha dado un espíritu de esclavitud ni de temor una vez más. No, lo que recibieron fue el espíritu que los convierte en hijos, para que estén dentro de la familia de Dios. Ahora podemos decir a viva voz: “¡Dios es nuestro Padre!”El Espíritu mismo está de acuerdo con nosotros en que somos hijos de Dios.Y si somos sus hijos, entonces somos sus herederos. Somos herederos de Dios, y herederos junto con Cristo. Pero si queremos participar de su gloria, debemos participar de sus sufrimientos.Sin embargo, estoy convencido de que lo que sufrimos en el presente no es nada si lo comparamos con la gloria futura que se nos revelará.Toda la creación espera con paciencia, anhelando que Dios se revele a sus hijos.La ley del Espíritu de vida en Jesucristo me ha libertado de la ley del pecado y muerte.
Yo enviaré un espíritu de gracia y oración en la casa de David y sobe los habitantes de Jerusalén. Ellos mirarán al que han atravesado, y se lamentarán sobre él, como quien guarda luto por su único hijo, llorando amargamente por su romogénito.
Pero Dios demuestra su amor en que Cristo murió por nosotros aunque todavía éramos pecadores.
Asegúrense de que sus mentes estén alerta. Tengan un pensamiento claro. Fijen su esperanza exclusivamente en la gracia que les será dada cuando Jesús sea revelado.
¿Cuánto más merecedores de castigo creen que serán quienes hayan pisoteado al Hijo de Dios, siendo que han menospreciado la sangre que selló el pacto que nos santificaba, considerándolo como ordinario y trivial, y que han abusado del Espíritu de gracia?
Como resultado del pecado de un hombre, la muerte gobernó por su culpa. Pero la gracia de Dios es mucho más grande y su don nos justifica, porque todo el que lo recibe gobernará en vida a través de la persona de Jesucristo.
Nos enorgullecemos en el hecho—y nuestra conciencia lo confirma—de que hemos actuado de manera apropiada con las personas, especialmente con ustedes. Hemos seguido los principios de Dios de santidad y sinceridad, no conforme a la sabiduría mundanal, sino por la gracia de Dios.
Dios puede proveerles todo para que nunca les falte nada; con abundancia, para que ayuden a otros también.
Siempre le doy gracias a Dios por ustedes, y por la gracia que Dios les ha dado en Jesucristo.
La Palabra se volvió humana y vivió entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, la gloria del único hijo del Padre, lleno de gracia y verdad.
Los que entre ustedes creen que pueden ser justificados por la ley, están separados de Cristo y han abandonado la gracia.
Todo el que trabaja recibe su pago, no como un regalo, sino porque se ha ganado su salario.Pero Dios, quien hace justos a los pecadores, los considera justos no porque hayan trabajado por ello, sino porque confían en él.
“Porque Dios amó al mundo, y lo hizo de esta manera: entregó a su único Hijo, a fin de que todos los que crean en él no mueran, sino que tengan vida eterna.
Pero considero que mi vida no tiene ya valor para mí mismo. Solo quiero terminar mi misión y el ministerio que el Señor Jesús me dio de ser testigo de la buena noticia de la gracia de Dios.
Reciban todavía más gracia y paz a medida que crecen en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
El Señor es amable y lleno de gracia, y no rápido para la ira. Lleno de amor y justicia.
no porque hubiésemos hecho algo bueno, sino por su misericordia. Lo hizo por medio de la limpieza del nuevo nacimiento y renovación del Espíritu Santo,
Sin embargo, por medio del regalo de su gracia, Dios nos hace justos, a través de Jesucristo, quien nos hace libres.
Estamos convencidos de que somos salvos mediante la gracia del Señor Jesús, así como ellos”.
Nuestro Señor, en su gracia, me llenó hasta la saciedad con la fe y el amor que provienen de Cristo Jesús.
Me convertí en ministro de esta buena noticia por medio del regalo de la gracia de Dios que se me dio por su poder que obraba en mí.
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes.
No experimentarán ninguna tentación más grande que la de ningún otro, y Dios es fiel. Él no permitirá que sean tentados más allá de lo que pueden soportar. Y cuando sean tentados, él les proporcionará una salida, a fin de que puedan mantenerse fuertes.
Porque el Señor nuestros es nuestro sol y nuestro escudo, y nos da gracia y honor. El señor no retira nada bueno de aquellos que viven con rectitud.
Dios, quien no retuvo a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará gratuitamente todas las cosas?
Todo lo que es bueno, todo don perfecto, viene de arriba, y desciende del Padre que hizo las luces del cielo. A diferencia de ellas, él no cambia, él no varía ni arroja sombras.
Pero si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de todo lo malo que hay dentro de nosotros.
Somos el resultado de la obra de Dios, creados en Cristo para hacer el bien que Dios ya planeó para nosotros.
¿Acaso tenemos algo de qué jactarnos? Por supuesto que no, ¡no hay lugar para ello! ¿Por qué? ¿Acaso es porque seguimos la ley de guardar los requisitos? No, nosotros seguimos la ley de la fe en Dios.Entonces concluimos que somos hechos justos por Dios por medio de nuestra fe en él, y no por la observancia de la ley.
Pero en el momento que Dios (quien me había separado desde mi nacimiento) me llamó por su gracia, y se complació
Por eso lo alabamos, por su gloriosa gracia que con tanta bondad nos dio en su Hijo amado.
por medio del cual todos somos santificados a través de Jesucristo, quien ofrece su cuerpo una vez y para siempre.
Así que el Señor espera, queriendo ser bondadoso con ustedes, dispuesto a actuar para mostrarles misericordia, porque el Señor es un Dios que hace lo que es justo. Todos los que esperan en él son bendecidos.
Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de gracia, lento para la ira, lleno de amor y fidelidad.
Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.
Dios hizo que Jesús, quien nunca pecó, experimentara las consecuencias del pecado para que nosotros pudiéramos tener un carácter recto, así como Dios es recto.
¡Ustedes, mis hermanos y hermanas, fueron llamados para ser libres! Simplemente no usen su libertad como excusa para satisfacer su naturaleza pecaminosa. En lugar de ello, sírvanse unos a otros en amor.
Me gusta pensar de esta manera respecto a todos ustedes porque son muy importantes para mí. Aunque esté en prisión o aunque esté allá afuera predicando la buena noticia, todos ustedes comparten conmigo la gracia de Dios.
Vengan a mí todos ustedes que luchan y están cargados. Yo les daré descanso.Acepten mi yugo, y aprendan de mí. Porque yo soy bondadoso y tengo un corazón humilde, y en mí encontrarán el descanso que necesitan.para que preguntaran en su nombre, “¿Eres tú el que estábamos esperando, o debemos seguir esperando a alguien más?”Pues mi yugo es suave, y mi carga es ligera”.
Ustedes fueron elegidos por Dios, el Padre, en su sabiduría, y son un pueblo santo por el Espíritu, que obedece a Jesucristo y que está rociado con su sangre. Tengan gracia y paz cada vez más.
Tengan gracia al hablar. Asegúrense de hablar con buen gusto, y piensen en la mejor manera de responder a todos.
Déjenme explicarles a todos ustedes, por la gracia que se ha dado, que ninguno debería tener un concepto de sí mismo más alto que el que debería tener. Ustedes deben tener un autoconcepto realista, conforme a la medida de fe que Dios les ha dado.
Que sus mentes sean iluminadas a fin de que puedan entender la esperanza a la cual él los ha llamado:las gloriosas riquezas que él promete como heredad a su pueblo fiel. Oro para que también puedan comprender el maravilloso poder de Dios
Pero los que confían en el Señor verán renovadas sus fuerzas. Volarán alto con alas como las águilas. Correrán y no se cansarán. Caminarán y no se agotarán.
¡Que el Dios de esperanza los llene por completo de todo gozo y paz, como sus creyentes, a fin de que puedan rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo!
“Haré pasar toda la bondad de mi carácter delante de ti, gritaré el nombre ‘Yahvé’, mostraré gracia a los que les quiero mostrar gracia, y mostraré misericordia a los que les quiero mostrar misericordia.
Hoy sucede exactamente lo mismo: aún quedan algunas personas fieles, escogidas por la gracia de Dios.
Que conozcan el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento, para que puedan ser llenos y alcancen la plenitud que proviene de Dios.
Dios es fiel, y fue quien los llamó a compartir en hermandad con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Por lo tanto valoro las debilidades, los insultos, los problemas, las persecuciones y las dificultades que sufro por causa de Cristo. ¡Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte!
Los malvados deben cambiar sus costumbres y dejar de pensar en hacer algo malo. Deben volverse al Señor para que él tenga misericordia de ellos. Vuelvan a nuestro Dios, porque él es generoso con su perdón.
“Yo les dejo paz; les estoy dando mi paz. La paz que yo les doy no se asemeja a ninguna cosa que ofrezca el mundo. No dejen que sus mentes estén ansiosas, y no tengan miedo.
Ya que tenemos esta esperanza, nunca seremos defraudados, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones a través del Espíritu Santo que él nos ha dado.
Siendo que estamos recibiendo un reino inconmovible, tengamos una actitud llena de gracia, para que sirvamos a Dios de una manera que le agrade, con reverencia y respeto.
Los apóstoles daban su testimonio respecto a la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y Dios los bendecía a todos en gran manera.
Él quiere que todas las cosas que ha hecho sean recordadas; el Señor es amable y lleno de gracia.
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad que está construida sobre lo alto de una montaña no puede ocultarse.Nadie enciende una lámpara para luego ocultarla bajo una cesta. No, se le coloca sobre un candelero y así da luz a todos los que están en la casa.De la misma manera, ustedes deben dejar que su luz brille delante de todos a fin de que ellos puedan ver las cosas buenas que ustedes hacen y alaben a su Padre celestial.
El Señor tu Dios está en medio de ustedes como un poderoso guerrero que te salvas. Se alegrará en ti. Renovará su amor por ti. Cantará fuertemente celebrando tu existencia.
Como colaboradores de Dios, también les rogamos que no acepten la gracia de Dios en vano.
Israel, deposita tus esperanzas en el Señor, porque el Señor nos ama con su inmenso amor, y su salvación no conoce límites.
El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres. Me ha enviado a curar a los quebrantados de corazón, a anunciar la liberación a los cautivos, a poner en libertad a los prisioneros,
En Él ustedes también han escuchado la palabra de verdad, la buena noticia de su salvación. En Él, puesto que creyeron en él, fueron sellados con el sello de la promesa del Espíritu Santo,
Fue a través de él que recibí el privilegio de convertirme en apóstol para llamar a todas las naciones a creer en él y obedecerle.
No nos cansemos nunca de hacer el bien, pues segaremos en el momento apropiado, si somos perseverantes.
Todo aquél que no muestra misericordia, será juzgado sin misericordia. ¡Sin embargo, la misericordia triunfa sobre el juicio!
¡Eso es amor! No es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó y envió a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.
Hace tiempo, el Señor vino y nos dijo: Mi amor por ustedes durará para siempre. Los mantengo cerca de mí con mi amor infinito.
Porque Cristo no ha entrado al Lugar Santísimo construido por seres humanos y que es apenas un modelo del original. Él entró al cielo mismo, y ahora aparece en representación de nosotros, hablando a nuestro favor en presencia de Dios.Esto no tiene como fin ofrecerse repetidas veces, como un sumo sacerdote que tiene que entrar al Lugar Santísimo después de un año, ofreciendo sangre que no es suya.De otro modo, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Pero no fue así: fue solo una vez al final de la era presente que él vino a eliminar el pecado al sacrificarse a sí mismo.
En cambio, ustedes son una familia elegida de manera especial, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios. Por eso, pueden revelar las cosas maravillosas que él ha hecho, al sacarlos de la oscuridad a su luz admirable.
El ladrón solo viene a robar, matar y destruir. Yo he venido para traerles vida, una vida abundante.
Te la envío a ti, Timoteo, mi querido Hijo. Ten gracia, misericordia, y paz de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor.
¡Todo es por ustedes! Cuantos más alcance la gracia de Dios, mayor será nuestro agradecimiento a él, a su gloria.
Tomó las consecuencias de nuestros pecados sobre sí mismo en su cuerpo en la cruz para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir en justicia. “Por sus heridas, somos sanados”.
Yo soy la vid y ustedes las ramas. Los que permanezcan en mí, y yo en ellos, producirán mucho fruto—porque lejos de mí, ustedes no pueden hacer nada.
¡Yo celebraré felizmente en el Señor! Todo mi ser gritará alabanzas a mi Dios. Porque me ha vestido con ropas de salvación, y me ha envuelto en un manto de bondad. Soy como un novio vestido para la boda, como una novia que lleva sus joyas.
No. En todas las cosas que nos suceden somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.
De allí navegaron de regreso hasta Antioquía donde habían comenzado, pues ahí habían sido dedicados en la gracia de Dios para la obra que ahora habían logrado.
Pero el don de Jesús no es como el pecado de Adán. Aunque mucha gente murió por culpa del pecado de un hombre, la gracia de Dios es mucho más grande y ha sido dada a muchos a través de su don gratuito en la persona de Jesucristo.El resultado de este don no es como el resultado del pecado. El resultado del pecado de Adán fue juicio y condenación, pero este don nos justifica con Dios, a pesar de nuestros muchos pecados.
Vivan en amor, como Cristo los amó. Él se entregó por nosotros, y fue un don y ofrenda de sacrificio para Dios como un perfume con dulce aroma.
De la misma manera, el Hijo del hombre no vino a que le sirvan, sino a servir, y a dar su vida como rescate para muchos”.
Y aunque ustedes estaban muertos por causa de sus pecados y estaban físicamente “incircuncisos”, Dios los trajo de regreso a la vida junto con él. Y además ha perdonado todos nuestros pecados.Él borró el registro de nuestras deudas conforme a la Ley que estaba escrita contra nosotros; él derribó este muro al clavarla en la cruz.
Alzo la vista hacia los montes, pero, ¿Es de allí de donde viene mi ayuda? Mi ayuda viene del Señor, quien hizo los cielos y la tierra.
Vayan y descubran lo que esto significa: ‘quiero misericordia, no sacrificio. Porque no vine a llamar a los que hacen el bien—Vine a llamar a los pecadores’”.
porque el reino de Dios no tiene que ver con la comida o la bebida, sino con vivir bien, tener paz y gozo en el Espíritu Santo.
Porque es Dios quien obra en ustedes, creando la voluntad y la capacidad para hacer lo que él quiere que hagan.
Por su poder divino hemos recibido todas las cosas necesarias para una vida cuyo centro es Dios. Esto sucede al conocerlo a él, quien nos llamó a sí mismo por su propia gloria y bondad. De este modo él nos ha entregado promesas maravillosas y preciosas.
Anhelo estar los atrios del Señor, agonizo de dolor por no estar en ellos. Mi mente y mi cuerpo cantan de alegría por el Dios viviente.
“Ninguno viene a mí a menos que lo atraiga el Padre que me envió, y yo lo levantaré en el día final.
Cuando caminen a la derecha o a la izquierda, oirán detrás de ustedes una voz que les dirá: Este es el camino a seguir.
Así que acéptense unos a otros, así como Cristo los aceptó a ustedes, y denle la gloria a Dios.
Que el mismo Dios de paz los santifique por completo, y que todo su ser—cuerpo, mente y espíritu—permanezca irreprochable para el regreso de nuestro Señor Jesucristo.Aquél que los llama es fiel, y cumplirá.
La paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
“Benditos son los que reconocen que son pobres espiritualmente, porque de ellos es el reino de los cielos.
Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor inagotable estarán conmigo toda mi vida, y viviré para siempre en la casa del Señor.
¡Alabado sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia hemos nacido de nuevo y se nos ha dado una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.Esta herencia es eterna, y nunca se daña ni se desvanece, y está ahí segura para ustedes.
Que Cristo viva en sus corazones a medida que confían en él, a fin de que sembrados profundamente en amoradquieran el poder para comprender, junto a todo el pueblo de Dios, la amplitud, la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo.
He sido justificado con Cristo, de modo que ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí. La vida que ahora vivo en este cuerpo, la vivo confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.
También vino para que los extranjeros pudieran alabar a Dios por su misericordia, como dice la Escritura, “Por lo tanto te alabaré entre los extranjeros; cantaré alabanzas a tu nombre”.
¡Miren el amor que tiene el Padre para con nosotros! Por eso podemos ser llamados hijos de Dios, ¡porque eso es lo que somos! La razón por la que el mundo no nos reconoce como hijos de Dios es porque no lo reconocen a él.
Les he dicho todo esto a fin de que tengan paz porque ustedes son uno conmigo. Ustedes sufrirán en este mundo, pero sean valientes— ¡Yo he derrotado al mundo!”
Porque el Señor es bueno. Su gran amor dura para siempre; y su fidelidad permanecerá por todas las generaciones.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: