La ira es utilizada por el maligno para inducir a las personas a pecar contra Dios. Cuando nos dejamos llevar por la ira de manera descontrolada, inevitablemente enfrentaremos consecuencias. Aunque incluso Dios se ha enojado con la humanidad, siempre nos brinda la oportunidad de reconciliarnos con Él. La ira no solo nos lleva a perder las bendiciones divinas en nuestras vidas, sino que también nos ocasiona dolor emocional. Ya sea que experimentemos enojo por motivos justos o injustos, la escritura nos advierte en Efesios 4:26-27 que es válido enojarnos, pero no permitir que este sentimiento nos induzca al pecado. "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo". Es apropiado enfadarse ante la injusticia o las blasfemias contra Dios, sin embargo, el Señor nos instruye: "Mía es la venganza; yo pagaré" (Romanos 12). Mantener una relación continua con el Espíritu Santo es fundamental para poder controlar nuestras emociones y pedirle que los frutos de su espíritu dominen nuestro corazón, fortaleciendo así nuestro ser interior.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.