Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciaron algunos, se descarriaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni la esposa de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni alguna cosa de tu prójimo.
Y les dijo: Tengan cuidado y guárdense de toda avaricia, porque aunque alguno tenga más que suficiente, su vida no depende de las cosas que posee.
Los deseos del perezoso lo matan, Pues sus manos no quieren trabajar.Todo el día desea y desea más, Pero el justo da y no escatima.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.
Quemarás con fuego las esculturas de sus ʼelohim. No codiciarás la plata ni el oro que las recubre, ni te lo apropiarás, no sea que tropieces en ello, porque es repugnancia para Yavé tu ʼElohim.
Pero la inmoralidad sexual, toda impureza o avaricia, no se nombren entre ustedes, como conviene a santos;
¡Ay de los que planean maldades y traman iniquidad en sus camas! ¡Cuando llega la mañana las ejecutan con el poder que tienen en su mano!Levántense y caminen, porque éste no es lugar de reposo, pues está contaminado a causa de la impureza que trae una penosa destrucción.Si viene un hombre con espíritu de falsedad, miente y dice: Profetizo que tendrán vino y mosto fermentado de manzana, ¡Ése será el profeta de este pueblo!¡Ciertamente reuniré a todos, oh Jacob! Ciertamente congregaré al remanente de Israel. Los reuniré como ovejas en el redil, como un rebaño en medio del pastizal. Harán mucho ruido por causa de la multitud de gente.El que abre caminos va delante de ellos, irrumpen, pasan por la puerta y salen. Su rey va delante de ellos, y a la cabeza está Yavé.Codician campos y los roban. Codician casas y se las llevan. Roban al hombre, su familia y su heredad.
Pero Yo les digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
El pecado aprovechó el Mandamiento y produjo en mí la codicia. Porque sin la Ley el pecado está muerto.
Por tanto hagan morir lo terrenal en ustedes: inmoralidad sexual, impureza, pasión desordenada, deseo malo y la avaricia, que es idolatría.
Porque: No adulterarás, no asesinarás, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro Mandamiento se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni difamadores, ni estafadores heredarán el reino de Dios.
Todas esas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como las que ellos codiciaron.
Ninguno puede servir a dos señores, porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir a Dios y a la riqueza.
Codician y no tienen. Asesinan y arden de envidia. Nada pueden obtener. Combaten y luchan. Pero no tienen porque no piden.
El que aspira a ganancias deshonestas arruina su casa, Pero el que aborrece el soborno vivirá.
Porque desde el menor de ellos hasta el mayor, cada uno persigue ganancias deshonestas. Desde el profeta hasta el sacerdote, todos ellos actúan con engaño.
Por tanto, daré sus esposas a otros, y sus campos a los conquistadores, porque cada uno, desde el más pequeño hasta el más grande, persigue la avaricia. Todos practican el engaño desde el profeta hasta el sacerdote.
Ningún esclavo doméstico puede servir como esclavo a dos señores, porque despreciará al uno y apreciará al otro, o estimará al uno y desestimará al otro. No pueden servir como esclavos a Dios y a la riqueza injusta.
Porque saben que ningún inmoral, ni impuro, ni avaro, el cual es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Además, escoge tú mismo entre todo el pueblo a hombres capaces, temerosos de ʼElohim, hombres veraces, aborrecedores del lucro, y desígnalos como jefes de miles, jefes de cientos, jefes de cincuenta y jefes de diez.
Estuve airado y lo herí a causa de la iniquidad de su codicia. Me oculté y estuve airado, y él continuó apartado por el camino de su corazón.
Por tanto creí necesario exhortar a los hermanos para que fueran ante ustedes a preparar con anticipación su ofrenda prometida, y que ésta fuera preparada como una bendición y no como una exigencia.
Otra vez les digo: Es más fácil que pase un camello por un ojo de aguja que un rico entre en el reino de Dios.
De nada sirven las riquezas en el día de la ira, Pero la justicia librará de la muerte.
No te afanes por hacer riquezas. Sé prudente y desiste.Si les diriges una mirada, ya no están. Les salieron alas como un águila que vuela a los cielos.
El que ama la plata nunca se saciará de la plata, Ni el que ama la riqueza con la ganancia. Esto también es vanidad.
Codician campos y los roban. Codician casas y se las llevan. Roban al hombre, su familia y su heredad.
Pero Dios le dijo: ¡Insensato! Esta noche piden tu alma, y lo que guardaste, ¿para quién será?Así es el que atesora para él y no es rico para Dios.
Porque todo lo que hay en el mundo: el deseo ardiente del cuerpo, el deseo ardiente de los ojos y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.
Pero los que quieren enriquecer caen en tentación y trampa, en muchas codicias insensatas y dañinas, las cuales hunden a los humanos en destrucción y ruina.
El hombre de mirada desleal se afana por enriquecer, Y no sabe que lo alcanzará la miseria.
Los fariseos, quienes eran amigos del dinero, oían todo esto y se burlaban de Él.Entonces les dijo: Ustedes se declaran justos delante de los hombres, pero Dios conoce sus corazones, porque lo sublime entre hombres, delante de Dios es repugnancia.
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones penetran y roban.Cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las congregaciones y en las calles para ser alabados por los hombres. En verdad les digo que ya reciben su recompensa.Pero acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen y donde los ladrones no penetran ni roban.Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Vendan sus posesiones y den limosna. Háganse carteras que no envejecen, tesoro inagotable en los cielos, donde ladrón no se acerca ni polilla destruye,porque donde está tu tesoro, allí también está tu corazón.
Esos falsos maestros los explotarán con palabras fingidas por avaricia. La sentencia pronunciada sobre ellos desde tiempo antiguo no está ociosa. Su perdición no se duerme.
Hay cierto hombre solo, Sin alguien que lo acompañe, sin hijos ni hermanos. Pero aun así su afán no tiene fin. Su ojo no se llena de riquezas y no se pregunta: ¿Para quién me afano y me privo de lo bueno? También esto es vanidad y tarea angustiosa.
Tales son los senderos del que es dado a codicia, La cual quita la vida a los que la tienen.
Codician y no tienen. Asesinan y arden de envidia. Nada pueden obtener. Combaten y luchan. Pero no tienen porque no piden.Piden y no reciben, porque piden mal, para gastar en sus placeres.
Jesús lo miró y dijo: ¡Cuán difícilmente entran los ricos en el reino de Dios!Es más fácil pasar un camello por un ojo de aguja que entrar un rico en el reino de Dios.
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, Y el ser apreciado más que la plata y el oro.
No lo digo por necesidad, porque yo aprendí a estar satisfecho con lo que tengo.Aprendí tanto a ser disciplinado como a ser más que suficiente. En todo y por todo aprendí el secreto, tanto para ser más que suficiente como para estar necesitado.
No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.
Digo, pues: Vivan en el Espíritu y no satisfagan los deseos apasionados de la naturaleza humana.Porque la naturaleza humana desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la naturaleza humana, porque éstos se oponen entre sí para que no hagan las cosas que quieran.
Le preguntaron también unos soldados: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les respondió: A nadie extorsionen ni denuncien falsamente, y estén satisfechos con sus salarios.
Porque se compadecieron de los presos y sufrieron con gozo el despojo de sus bienes, pues saben que tienen una herencia mejor y perdurable en los cielos.
Aparta de mí la vanidad y la mentira, Y no me des pobreza ni riqueza. Mantenme con el pan necesario,No sea que me sacie y te niegue, o diga: ¿Quién es Yavé? O que, por ser pobre robe Y blasfeme el Nombre de mi ʼElohim.
cuando Giezi, esclavo de Eliseo, varón de ʼElohim, pensó: Ciertamente mi ʼadón se inclinó a perdonar a este sirio Naamán al no recibir de su mano lo que traía. Pero, ¡vive Yavé, que de seguro correré tras él para tomar algo de él!Giezi siguió a Naamán. Cuando Naamán vio que corría tras él, se bajó del carruaje para recibirlo y preguntó: ¿Está todo bien?Y él dijo: Todo bien. Mi ʼadón me envió y dijo: Mira, en este momento llegaron a mí de la región montañosa de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas: Te ruego que les des 33 kilogramos de plata y dos mudas de ropa.Naamán dijo: Toma, por favor, 66 kilogramos. Le insistió, y ató los 66 kilogramos de plata en dos bolsas con dos mudas de ropa. Las entregó a dos de sus esclavos, quienes las llevaron delante de él.Cuando llegaron a la colina las tomó de las manos de ellos y las puso en la casa, despachó a los hombres, quienes regresaron.Y él entró y se detuvo ante su ʼadón. Entonces Eliseo le preguntó: ¿De dónde vienes, Giezi? Y éste respondió: Tu esclavo no fue a alguna parte.Pero él le dijo: ¿No iba mi corazón contigo cuando el hombre se volvió de su carruaje a encontrarte? ¿Es tiempo de recibir plata, de tomar ropas, olivares, viñas, ovejas, bueyes, esclavos y esclavas?Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu descendencia para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.
Porque esto es como un hombre que, al salir de viaje, llama a sus esclavos y les encarga sus bienes.A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, a cada uno según su capacidad. Y salió de viaje.El que recibió los cinco talentos negoció con ellos y ganó otros cinco.Asimismo el que recibió los dos ganó otros dos.Pero el que recibió uno excavó en la tierra y escondió el dinero de su señor.Después de mucho tiempo, llegó el señor de aquellos esclavos y arregló cuentas con ellos.Cinco de ellas eran insensatas y cinco prudentes.Cuando se acercó el que recibió los cinco talentos, llevó otros cinco talentos y dijo: Señor, me entregaste cinco talentos. Mira, gané otros cinco talentos.Y su señor le dijo: Bien, esclavo bueno y fiel. Sobre poco fuiste fiel. Te asignaré mucho. Entra en el gozo de tu señor.Al acercarse también el que recibió los dos talentos, dijo: Señor, me entregaste dos talentos. Mira, gané otros dos talentos.Su señor le dijo: Bien, esclavo bueno y fiel. Sobre poco fuiste fiel. Te asignaré mucho. Entra en el gozo de tu señor.Al acercarse también el que recibió un talento, dijo: Señor, supe que tú eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.Me atemoricé, fui y escondí tu talento en la tierra. Mira, tienes lo tuyo.Pero su señor le respondió: Esclavo malo y negligente. ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?Por tanto debiste llevar mi dinero a los banqueros, y al regresar yo habría recibido lo mío con intereses.Quítenle, pues, el talento, y denlo al que tiene los diez talentos.Porque a todo el que tiene se le dará y tendrá en abundancia. Pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.Las insensatas tomaron sus lámparas y no tomaron aceite con ellas.Echen en la oscuridad de afuera al esclavo inútil. Allí será el llanto y el crujido de los dientes.
Vamos ahora a tratar con los ricos. ¡Lloren y laméntense por las miserias que les vienen!Hermanos, tomen como modelo del sufrimiento y la longanimidad a los profetas que hablaron en el Nombre del Señor.Consideramos como inmensamente felices a los que sufren. Oyeron de la paciencia de Job, y vieron el propósito del Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.Pero sobre todas las cosas, hermanos míos, no juren por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otra cosa. Su sí sea sí, y su no sea no, para que no caigan en juicio.¿Está afligido alguno entre ustedes? Hable con Dios. ¿Está alguno alegre? Cante alabanza.¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, hablen con Dios por él y únjanlo con aceite en el Nombre del Señor.La conversación de fe con Dios sanará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si cometió pecados, se le perdonarán.Por tanto confiésense los pecados unos a otros, y hablen con Dios los unos por los otros para que sean sanados. La súplica del justo cuando obra eficazmente puede mucho.Elías era un hombre semejante a nosotros. Habló fervientemente con Dios para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses.Otra vez habló con Dios, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.Hermanos míos, si alguno entre ustedes se extravía de la verdad, y otro lo devuelve,Su riqueza se pudrió, la polilla comió sus ropas,sepa que el que devuelve a un pecador del error de su camino, salva de muerte el alma del pecador y cubre una multitud de pecados.y el oro y la plata de ustedes se oxidaron. Su óxido es un testimonio contra ustedes, y consumirá sus cuerpos como fuego. Acumularon tesoros para los últimos días.
El que ama el deleite será un hombre pobre, Quien ama el vino y los ungüentos no enriquecerá.
Apacienten la grey de Dios que está entre ustedes, no por obligación, sino de buena voluntad según Dios, no con avaricia de ganancia material, sino voluntariamente,
Riqueza sin esfuerzo se desvanece, Pero el que recoge con mano laboriosa la aumenta.
Mi Dios, pues, suplirá toda su necesidad conforme a su riqueza en gloria en Cristo Jesús.
Por tanto les digo: No se afanen por su vida: qué comerán, ni por su cuerpo: con qué se cubrirán. ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
No tenga tu corazón envidia de los pecadores. Más bien, persevera en el temor a Yavé en todo tiempo.
Cada uno dé según se propuso en su corazón, no con tristeza o por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor, Pero lo honra el que favorece al necesitado.
Aun cuando estábamos con ustedes les ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Den y recibirán: Medida buena, apretada, sacudida y rebosada darán en su regazo. Porque con la medida que miden se les medirá.
Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen fuera demonios. Gratuitamente recibieron ustedes. Den del mismo modo.
Y el Señor le dijo: Ustedes los fariseos limpian lo de fuera del vaso o del plato, pero lo de dentro de ustedes está lleno de robo y perversidad.Perdónanos nuestros pecados porque también nosotros ya perdonamos a todo el que nos debe, y no nos metas en prueba. Insensatos, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?Más bien den de lo que está adentro como obra de caridad y entonces todo les será limpio.
Por tanto busquen primeramente el reino de Dios y la justicia de Él, y todas estas cosas se les añadirán.
como entristecidos, pero siempre gozamos; como pobres, pero enriquecemos a muchos; como si nada tuviéramos, pero poseemos todas las cosas.
Les narró una parábola: La tierra de un hombre rico produjo mucho fruto.Él razonaba: ¿Qué haré? Porque no tengo donde recoger mis frutos.Esto haré: derribaré mis graneros, los edificaré más grandes y allí guardaré mis granos y mis bienes.Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes almacenados para muchos años. Repósate, come, bebe y regocíjate.Nada hay encubierto que no sea descubierto, ni oculto que no sea conocido.Pero Dios le dijo: ¡Insensato! Esta noche piden tu alma, y lo que guardaste, ¿para quién será?
Como saben, no hablamos con palabras halagadoras, ni con deseo de lucrar. Dios es Testigo.
de que vivamos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, ni en pecados sexuales y sensualidades, ni en contienda y envidia.
Que no pequen ni engañen a su hermano en este asunto. Porque como les dijimos con anticipación y solemnemente fuimos testigos, el Señor es vengador de todas estas cosas.
Dedíquense unos a otros con amor fraternal. En cuanto a honor, prefiéranse unos a otros,
Hay quienes reparten, Y más se les añade. Hay quienes retienen más de lo justo, Y acaban en la indigencia.El alma generosa será enriquecida, Y el que sacia a otros, también será saciado.
Desnudo, Como salió del vientre de su madre, Así se irá. Nada de su duro trabajo podrá llevar en su mano.
Porque su sistema digestivo no conoció la tranquilidad, nada retendrá de lo que más codiciaba.Por cuanto nada escapó a su rapacidad, su prosperidad no será duradera.
No se olviden de hacer bien y de ser generosos, porque a Dios le agradan estos sacrificios.
De nadie codicié plata, ni oro, ni ropa.Ustedes saben que estas manos sirvieron para mis necesidades y para los que estaban conmigo.En todo les demostré que al trabajar de este modo es necesario socorrer a los débiles, y recordar las Palabras del Señor Jesús, pues Él mismo dijo: Más inmensamente feliz es el que da que el que recibe.
Que confían en la abundancia de sus posesiones, Y se jactan de sus inmensas riquezas?Ninguno de ellos puede de algún modo redimir al hermano, Ni pagar su rescate a ʼElohim.
Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considérense los unos a los otros como superiores a ustedes mismos.Estuvo al borde de la muerte por causa de la obra de Cristo y arriesgó la vida para completar la ausencia de servicio de ustedes para mí.No fije cada uno los ojos en sus propias cosas, sino cada cual en las cosas de otros.
Pero el que tenga bienes del mundo, y vea a su hermano con necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
Contestaron: De César. Entonces les ordenó: Den, pues, a César lo de César, y a Dios lo de Dios.
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados. Solo que no usen la libertad como base de abastecimiento para la naturaleza pecaminosa, sino sírvanse los unos a los otros como esclavos por medio del amor.
El mundo pasa, y sus deseos ardientes, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Así que, todo lo que quieran que los hombres les hagan, háganles también ustedes, porque ésta es la Ley y los profetas.
Cuando Jesús lo oyó le dijo: Aún te falta uno: Vende todo lo que tienes. Repártelo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Y ven, sígueme.
Adúlteros, ¿no saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Por tanto, cualquiera que determina ser amigo del mundo, se convierte en enemigo de Dios.
No confíen en la opresión, Ni se envanezcan en el robo. Si se aumentan las riquezas, No fijen el corazón en ellas.
No se engañen. Los malos compañeros corrompen las buenas costumbres.Velen debidamente y no pequen, porque algunos no conocen a Dios. Hablo para avergonzarlos.
Porque los que viven según la naturaleza humana piensan en las cosas corporales, pero los que viven según el Espíritu, en las cosas del Espíritu.Pues la aspiración de la naturaleza humana es muerte, pero la aspiración del espíritu es vida y paz.
Porque Dios no es injusto para olvidar su obra y el trabajo de amor que ustedes demostraron a su Nombre cuando sirvieron a los santos, a quienes aún sirven.
Pues la aspiración de la naturaleza humana es muerte, pero la aspiración del espíritu es vida y paz.
¡Ay de los que juntan casa con casa y unen campo con campo, hasta ocuparlo todo y viven ustedes solos en medio de la tierra!
Y el que fue sembrado entre espinas es el que oye la Palabra, pero el afán del mundo y el engaño de la riqueza ahogan la Palabra y no da fruto.
Sepan que en los últimos días habrá tiempos difíciles,Pero tú seguiste mi enseñanza, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, perseverancia,persecuciones, padecimientos, como los que me vinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. Esas persecuciones sufrí, y el Señor me libró de todas.También todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos.En cambio los hombres malos e impostores avanzarán hacia lo peor, pues engañan y son engañados.Pero tú permanece en las cosas que aprendiste y por las cuales te persuadiste, pues sabes de quiénes aprendiste,y que desde niño sabes las Sagradas Escrituras, que pueden hacerte sabio en la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñanza, reprobación, corrección e instrucción en la justicia,a fin de que el hombre de Dios sea equilibrado, equipado para toda buena obra.porque habrá hombres egoístas, amigos del dinero, arrogantes, soberbios, blasfemos, desobedientes a los progenitores, ingratos, impíos,
El que robaba ya no robe, sino haga con sus manos lo bueno, para que tenga qué compartir con el necesitado.
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