El SEÑOR detesta a los que se creen mejores que los demás y es seguro que castigará a los orgullosos.
El que se cree más que los demás será humillado, y el que se humille será hecho importante.
Si alguno se cree muy importante cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo.
Acabaré con su altivez, haré que el cielo se ponga como hierro y la tierra como bronce.
Esto es lo malo del mundo: querer complacer los malos deseos; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de lo que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo.
El SEÑOR odia seis cosas; mejor dicho, hay siete que él detesta:los ojos orgullosos, la lengua mentirosa, las manos que matan gente inocente,
Yo castigaré a los malos del mundo y a los perversos por su pecado. Acabaré con el orgullo del arrogante y humillaré la insolencia de los tiranos.
El que respeta al SEÑOR, rechaza el mal. Yo detesto el orgullo y la arrogancia, los malos caminos y la boca que dice mentiras.
Por tanto, esto dice el SEÑOR: «Ahora yo soy el que está planeando un mal contra esta familia, del que no podrán librar su cuello. Ya no podrán caminar con la cabeza en alto porque vendrán tiempos de desastre.
el adulterio, la codicia, la maldad, el engaño, el desenfreno, la envidia, los insultos, la arrogancia y la necedad.Toda esa maldad proviene del interior y es lo que hace impura a la gente.
No sigan haciendo alarde ni hablen con orgullo, porque el SEÑOR es un Dios que lo sabe todo y juzga lo que hacen los seres humanos.
Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecia. No se crean mejores ni más sabios que los demás.
Hombre, si el SEÑOR ya te ha dicho lo que está bien. Él ya te ha dicho lo que quiere de ti: que seas justo, que te guste mostrar fiel amor y que vivas humildemente con tu Dios.
»Jerusalén, en aquel tiempo ya no sentirás vergüenza por todos los pecados que cometiste en mi contra. Sacaré de ti a los que se creen tan importantes y no quedarán más arrogantes en mi monte santo.
Puedo entregar todo lo que tengo para ayudar a los demás, hasta ofrecer mi cuerpo para que lo quemen. Pero si no tengo amor, eso no me sirve de nada.
Cruzará el mar revuelto y golpeará las olas. Él secará las profundidades del río Nilo, destruirá la arrogancia de Asiria y hará perder a Egipto su poder.
Las Escrituras dicen: «El que alabe algo, alabe lo que el Señor ha hecho».Pues no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.
El SEÑOR Todopoderoso dice: «Se acerca el día, ardiente como un horno, en que todos los soberbios y los que hacen el mal serán como la paja que quema el fuego. Se quemarán como arbustos y perderán hasta sus raíces y ramas.
El SEÑOR acaba con las posesiones del orgulloso, pero protege las posesiones de la viuda.
porque el que se crea más que los demás será humillado, y el que se humille será hecho importante.
«Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual, porque el reino de Dios les pertenece.
Es mejor ser humilde y vivir con los pobres que compartir riquezas con los orgullosos.
»Ellos hacen cosas buenas solo para figurar como más importantes que los demás. Llevan en la frente cajitas de cuero con porciones de las Escrituras. Hacen esas cajitas cada vez más grandes y agrandan también los flecos de sus mantos.Les gustan los lugares más importantes en las fiestas y buscan los lugares de honor en las sinagogas.También les gusta que la gente los salude con respeto en las plazas y que los llamen “maestro”.
Con su gran poder ha hecho obras grandiosas: dispersó a los orgullosos que se creen mucho.
Porque el que se cree muy importante será humillado, y el que se humilla será engrandecido».
Jesús les dijo: «Ustedes ante la gente aparentan ser justos, pero Dios conoce las intenciones de su corazón. Lo que la gente tiene en alta estima es despreciable para Dios.
hablan mal de los demás. Odian a Dios, son insolentes, orgullosos, vanidosos, no obedecen a sus padres e inventan maldades.
Eso es cierto. Esas ramas fueron cortadas debido a su falta de fe, pero tú sigues en tu puesto solo por tu fe. Eso significa que no debes sentirte muy orgulloso, más bien deberías sentir miedo.
Por el favor que Dios me ha mostrado, les pido que ninguno se crea mejor que los demás. Más bien, usen su buen juicio para formarse una opinión de sí mismos conforme a la porción de fe que Dios le ha dado a cada uno.
Los perversos dicen que no hay Dios. No le consultan nada, porque están llenos de soberbia. Dios no cabe dentro de sus planes.
Que se callen esas voces mentirosas de la gente soberbia y rencorosa que dice lo que sea con tal de atacar a los justos.
¿Quién ha dicho que tú eres mejor que los demás? Todo lo que tienes, Dios te lo ha dado. Entonces, ¿por qué presumes como si lo hubieras conseguido tú mismo?
La gente mala peca cuando miente y desea el mal. Castígalos por todo lo que dicen; haz que su orgullo los atrape.
Ahora, con respecto a su pregunta de los alimentos que se sacrifican a los ídolos, es verdad que todos tenemos conocimiento, pero el conocimiento hace que la gente se sienta orgullosa. En cambio, el amor los hace dar fortaleza a los demás.
El amor es paciente y bondadoso. El amor no es envidioso. No es presumido ni orgulloso.
Le pediré que se calle al que hable mal a espaldas de otro. No me sentaré a comer con el de mirada altanera y que se crea mejor que los demás.
El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás, pero aun así, él nunca abandona a los humildes. Él siempre sabe lo que hacen los soberbios y se mantiene alejado de ellos.
La mirada arrogante de la humanidad y el orgullo humano serán humillados. Ese día solo el SEÑOR será exaltado.El SEÑOR Todopoderoso tiene planeado un día de castigo contra todos los orgullosos, los arrogantes y contra todos los que se exaltan a sí mismos.
La arrogancia del hombre y el orgullo humano serán humillados. Ese día solo el SEÑOR será exaltado,
Así es humillado el ser humano, se baja al hombre de su nube y se le hace cambiar su actitud arrogante.De esta manera el SEÑOR Todopoderoso recibe honor por juzgar rectamente. El Dios santo será reconocido santo porque actúa con justicia.
No hagan nada por rivalidad ni orgullo. Sean humildes y cada uno considere a los demás como más importantes que sí mismo.
¡Qué caída tuviste desde los cielos, lucero de la mañana! Tú que conquistaste las naciones, ¡cómo caíste derribado por el suelo!Tú te decías: «Subiré al cielo. Pondré mi trono sobre las estrellas de El, el dios supremo. Me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, en el punto más alto de Zafón. Subiré bien arriba, por encima de las nubes más altas y seré como el Altísimo».Pero has sido derribado hasta el lugar de los muertos, a las profundidades del abismo.
Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la «misma manera de pensar» que les estoy pidiendo que tengan.Porque era igual a Dios no se aprovechó de ello.Al contrario, él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre,
El SEÑOR Todopoderoso lo planeó. Lo hizo para derribar el orgullo de toda grandeza y humillar a la gente más importante del mundo.
Nosotros somos los que estamos verdaderamente circuncidados, los que adoramos a Dios por medio de su Espíritu y nos alegramos de lo que Cristo hace en nuestra vida sin poner nuestra confianza en la raza o posición social.
A ustedes Dios los amó y los eligió para que sean su pueblo santo. Por eso, vivan siempre con compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.
Porque él ha humillado a los que viven en los barrios ricos. Él hace que la ciudad arrogante se derrumbe, que caiga por el suelo y ruede por el polvo.
Te sentías muy segura en tu maldad y pensabas: “Nadie me está viendo”. Tu sabiduría y tu conocimiento te extraviaron. Tú que te decías: “Yo soy única, no existe otra además de mí”.
No debe ser nuevo creyente para que no se enorgullezca y no caiga en la misma condenación en que cayó el diablo.
Esto dice el SEÑOR: «Que el sabio no haga alarde de su sabiduría, ni el fuerte de su fuerza, ni el rico de su riqueza.
Esos maestros se enorgullecen de lo que saben, pero realmente no saben nada. Están obsesionados con cuestiones y discusiones que resultan en envidias, conflictos, insultos, malas sospechas y
Hemos oído del orgullo de Moab, su arrogancia, insolencia y altivez.Se oyen gritos desde Joronayin: ¡Destrucción y ruina inmensa!«Yo conozco su soberbia», dice el SEÑOR, «pero eso no le sirve, no sacará nada con sus arrogancias.
La gente se volverá egoísta, amante del dinero, fanfarrona y orgullosa. Se insultarán unos a otros, no obedecerán a sus padres, no darán ni las gracias y serán mundanos.
que no hablen mal de nadie, vivan en paz con los demás, sean comprensivos y traten a todos con amabilidad.
Tu grandeza y tu orgullo te engañan. Tú, que vives en las grietas de las rocas y en las colinas altas, aunque como las águilas hagas tus nidos en las alturas, desde allí te haré caer, dice el SEÑOR.
«Hijo de hombre, dile al rey de Tiro que el Señor DIOS dice: »Te has llenado de arrogancia y has dicho que eres un dios, que has llegado a ocupar el trono de los dioses en alta mar. Pero no eres dios, sino tan solo un ser humano, aunque te consideres tan inteligente como un dios.
Pero si ustedes están llenos de celos y rivalidad, no tienen por qué dárselas de sabios. Su orgullo es una mentira que oculta la verdad.Esa no es la clase de sabiduría que viene del cielo sino terrenal, producto de la mente; aunque en realidad viene del demonio.Por eso, donde hay celos y rivalidad, también hay desorden y toda clase de mal.
Tu belleza te hizo llenarte de arrogancia. Tu esplendor corrompió tu sabiduría. Por eso te eché ante otros reyes, para dejarte en ridículo.
Por eso, yo, Nabucodonosor, alabo, bendigo y doy gloria al Rey del cielo. Sus obras son justas y sus caminos rectos. Él es capaz de humillar a los arrogantes.
Pero el generoso amor que Dios nos da es aun más fuerte, por eso la Escritura dice: «Dios rechaza a los orgullosos, pero es bueno con los humildes».
Pero Nabucodonosor se llenó de orgullo y terquedad. Entonces, se le quitó el poder que tenía como rey y se acabó toda su gloria.
Todo lo contrario, se ha rebelado contra el Señor del cielo. Usted mandó traer las copas de oro y plata que son del templo y luego con sus invitados, sus esposas y sus concubinas las usó para beber vino celebrando a sus dioses. Esos son solo ídolos falsos de plata y oro, bronce y hierro, madera y piedra, que no pueden ver ni oír ni pensar. Pero usted no dio honra al Dios verdadero que tiene poder y controla su vida y todo lo que usted hace.
Finalmente, vivan todos ustedes en paz y unidad. Traten de entenderse los unos a los otros. Ámense como hermanos, sean compasivos y humildes.
También tengo algo que decirles a los jóvenes: acepten la autoridad de los ancianos líderes. Vístanse todos ustedes de humildad y sírvanse unos a otros porque «Dios rechaza a los orgullosos, pero es bueno con los humildes». Cuando Dios los corrija con su mano poderosa, acéptenlo con humildad. Después, cuando llegue la hora, él los exaltará.
Les digo a los orgullosos: «No sean presumidos». A los malos les digo: «No sean arrogantes;no se las den de fuertes, ni sean testarudos».
Cada cual cree que lo que hace está bien, pero el SEÑOR es quien califica las intenciones.
Son muchos a los que uno considera amigos; pero, ¿quién encontrará a uno digno de confianza?
Es mejor terminar algo que comenzarlo. Es mejor ser gentil y paciente que ser orgulloso y ansioso.
Cuando el SEÑOR haya llevado a cabo lo que se propuso hacer contra el monte Sion y Jerusalén, él castigará luego la presunción y la arrogancia del rey de Asiria y el orgullo de su mirada.Porque ese rey dice: «Yo he hecho esto porque soy poderoso, sabio e inteligente. He acabado con las fronteras de los pueblos y he saqueado sus riquezas. Como un toro he embestido contra sus habitantes.
Tu hermana Sodoma y sus pueblos fueron culpables de arrogancia, glotonería, apatía e indiferencia hacia el pobre y el necesitado.
»El que se cansa de esperar el cumplimiento de la visión no se comportará conforme a ella; pero el aprobado por Dios vivirá por su fe.
Hay otros que son egoístas, se niegan a seguir la verdad y han decidido seguir la injusticia. Dios los castigará con toda su ira.
Por eso, como creyente en Jesucristo, me siento muy orgulloso del trabajo que hago para Dios.No voy a contarles lo que he hecho, sino lo que Cristo ha logrado conmigo para guiar a los que no son judíos hacia la obediencia a Dios. Ellos han obedecido gracias a lo que les he dicho y a lo que he hecho.
Si tengo que enorgullecerme de algo, me enorgulleceré de las cosas que muestran mi debilidad.
Espero que yo nunca presuma de esas cosas. Solo quiero presumir de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. A través de Cristo, el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
Hay gente que aparenta tener humildad, adora a los ángeles, siempre habla de las visiones que ha tenido y quiere que todos la imiten. No les hagan caso ni dejen que decidan lo que ustedes deben hacer. Ellos presumen de lo que no han visto y se guían solo por ideas humanas.
Buscan impresionar a la gente con sus palabras, que en realidad no valen nada. Con sus malos deseos y consejos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error.
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